sección con mi psicologo

53 3 0
                                    


Pasaron como unos 5 minutos de silencio en donde mi cabeza volaba hacia el pasado. Después de un rato reaccione, levante la mirada donde antes la tenía puesta sobre mis heridas y al mirar hacia adelante veo los ojos color miel de Esteban puestos en mi como tratando de descubrir lo que tanto reprimo en mi mente.

- Esto no es lo que me esperaba--Termine confesando.

- ¿qué esperabas?

- No lo sé, quizás algunas preguntas triviales para entrar en el ambiente, y una vez entrando en confianza harías tu trabajo de sacarle información a tu paciente.

-Yo no obligo a nadie, mis pacientes son los que me cuentan sus problemas y yo trato de guiarlos, ayudarlos.

Así que no me equivoque tanto al decir que este se lleva la plata de arriba por solo escuchar y tirar alguna que otra frase estúpida que pegue con respecto con la vida de fracasada que lleva la otra persona. 

-Si quieres una pregunta trivial... entonces tendría que decirte, ¿estás bien?pero veo que no o sino que te parece esta: ¿qué sucedió para que cayeras a este consultorio y en este estado? Pero creo que esa sería una pregunta totalmente estúpida y equivocada porque lo que debería preguntarte seria ¿porque callas tanto ?--- De repente, bajo la mirada, tomo una respiración y me miro a los ojos con mucha angustia y si no me equivoco creo que también con un poco de culpa.--Una vez una chica me dijo que el silencio duele más que un golpe. No sé si se puede aplicar a tu caso Maia pero quiero tratar de entenderte, ayudarte, no quiero que sigas por ese camino, no quiero que digas su camino.

Con respecto a lo último que me dijo sé que no estaba dirigida directamente para mí. Tenía la mirada perdida en sus recuerdos, pero no tuve tiempo de descubrir lo que este misterioso esconde atrás de su fachada profesional debido que se recuperó muy pronto para poder tener alguna respuestas.

Me quede pensando en que la maldita frase me pego en lo más bajo de mi memoria, buscando cada momento que viví y sigo viviendo.

- Esteban, no sé qué es lo que quieres lograr, pero no pienso decir nada.

-No sé por qué te empeñas a esconder lo que tanto te está afectando.

- Lo que necesito no es un oído y una opinión.

- ¿Entonces qué es lo que necesitas?--- Necesito una vida, una en la cual tenga una familia, verdaderos amigos, sin un pasado oscuro, una madre a la cual admirar y sin cicatrices en mis brazos. Necesito ser comprendida, amada y aceptada, necesito explicarme, necesito aprender amar, necesito sonreír y divertirme, necesito un futuro no un estúpido presente ahogado por el sufrimiento, necesito recuperar mi confianza, necesito a alguien en la cual pueda recurrir, pero más que nada necesito conservar la esperanza de que todo esto terminara y que algo bueno me pasara.

Pero al final termine diciendo...

-Necesito largarme de aquí.

- Pero sí que eres terca jovencita.

Esteban resopla de frustración. Me miró cansado y aburrido, creo que se estaría dando por vencido. Más que seguro que me derivan a otro centro psicológico o puede que tenga la suerte de que me diga que todo está okey y me de el recibo de curada o lo que mierda hagan para nunca volver a pisar un consultorio como este.

Respira nuevamente y espero que se ahogue y le de alguna asfixia y así salir corriendo para donde quiera que me lleve mis pies, pero hoy no es mi día de suerte porque carraspea y sigue con lo que estaba pensando.

- Necesito que digas algo sobre ti, esto no va a mejorar en nada, sino me dices, estarás más tiempo conmigo y pasaras más horas. ¿Eso es lo que quieres?

- Obvio que no pero a ver si me entiendes, te podría decir mi vida, la madre que tengo y mis demonios internos con todo all inclusive pero de que me serviría, si el problema no soy yo.

- Pero puedo ayudarte para que los errores de los demás no te afecten demasiado y también para que tú misma puedas salir adelante.

-Estoy trabajando en ello y no necesito de tu ayuda ni tu tiempo.

- No creo que cortarte sea el "estoy trabajando en ello". Pero ¿sabes qué? Si no me quieres decir lo que sucede, yo mismo haré mis propias conclusiones. Es más, me has dicho demasiado sin decirme una palabra.

- Entonces dime, ¿qué puedes deducir de mí?

Esto se pone divertido, no hay manera de que sepa algo de mí. Me cruce de piernas y lo mire altiva. Esperando la respuesta de este esnob.

-Eres una persona honesta, No hablas demasiado por miedo, Se ve a simple vista que la vida te golpeo duro, Desconfías de las personas, te cortas porque te guardas tus sentimientos, No eres escuchada o por lo menos no por la persona que deberías depositar tu confianza, eres terca y no quieres contarme nada sobre tu pasado, quizás por miedo hacer juzgada o porque alguien allá utilizado en tu contra tu historia, todavía no sé cuál de las dos opciones es pero pronto lo sabré. No quieres esta vida y de seguro que mucho menos la familia que te ha tocado, eres infeliz y sé que no es por tu culpa, quieres ser amada y comprendida, no quieres tener una etiqueta en tu frente marcando tus caídas. Eres fuerte porque aun sigues cayendo pero siempre terminas levantándote. Sé que todo el sufrimiento que pasaste, es por algo así que si yo fuese vos, lo utilizaría para salir adelante, para no cometer el mismo error, para ser una mejor persona a diferencia de los que te rodean y tener un mejor futuro de lo que tu presente espera. Así que ahora dime si no estoy en lo cierto.

Lo mire entre sorprendida y asustada, había acertado en absolutamente todo. No sé si se debe a sus años como psicólogo o es algún tipo de adivino pero no dejaba de pensar en su confesión. Me sentí desnuda y no me refiero en la palabra vulgarmente física sino todo lo contrario. Del poco tiempo que intercambiamos miradas y algunas que otras palabras que para mí nos significaban nada o por lo menos nada de lo que en realidad quería demostrar, pudo saber más de lo que los demás supieron de mí .Estaba dejando que otras personas opinen de mi vida pero no me molesto tanto como las otras veces porque esta era verdadera, mi autentica vida miserable. Odiaba ser transparente porque las personas usaban eso en tu maldita contra para rebajarte o sencillamente para pasarte por encima, pero con El ya no sé cómo actuar, no quería que volviera a sacar conclusiones de mi porque me asustaba, me asustaba la idea en la cual se metió en mi cabeza y prácticamente en mi pasado con la facilidad que impacta una bala en mi cuerpo. Toda mi resistencia se vino abajo, ya no podía hacer nada para detenerlo, me siento tan vulnerable que ni siquiera me atrevo a mirarlo a los ojos, tengo miedo que pueda rebuscar más en mis recuerdos y pensamientos, hay algunas en la cual no me gustaría que llegara, pero a estas alturas me será imposible dejarlos en algún lugar oscuro de mi mente.

Cuando me recupere del shock emocional y volví a interponer mi muro ante los demás, por más débil que sea este, tratare que resista lo más que pueda hasta salir de este lugar. Pero aun así, si sigue obteniendo información de mí, no se lo pondría nada fácil ,aunque me cueste.

Levante la cabeza y le mire a los ojos, retándolo.

- Correcto, ahora podrías retirar tu premio en la caja o bien puedes buscarlo en algunas sucursales de cualquier banco que se encuentre en la cuidad.

Me miro y me dio una sonrisa divertida mientras yo lo miraba con mi semblante serio.

Lo último que pensé al salir del consultorio fue que Este hijo de puta sabe demasiado, demasiado para mi gusto. Debería estar trabajando para la CÍA o el FBI y no en un puto consultorio como psicólogo.



Victima de mi SilencioWhere stories live. Discover now