Desastres (Rubelangel) Parte 7

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Mangel se limpió el rostro con el dorso de la mano el cual se había puesto rojo, se froto el cabello hacia atrás tirándoselo tragándose todo el dolor que aquel gesto le había provocado, destrozándole toda la buena energía que había tratado de juntar, se sentía temblar de pies a cabeza como una hoja y a punto de derrumbarse así que solo atino a salir de la habitación sin decir nada a paso apresurado mirándose los pies. Se perdió de vista tras la puerta.

-Pero que es lo has hecho?!

Rubén paso la vista al enfermero que estaba siempre con el sentado al fondo de la habitación, el mismo que estaba vigilando la puerta después de su ataque de estrés, no dijo nada haciéndole un gesto con toda la intención de hacerle saber que le estaba ignorando.

-Tú no sabes lo que ese muchacho a pasado por ti

-El es el culpable de todo esto, este caos es por culpa suya- respondió

-Valla que eres un idiota, ese joven no a salido de este hospital desde que llegaste, hoy es la primera vez que a puesto un pie fuera, preguntando por todo y cada uno de los detalles sobre que tratamientos te hemos echo, medicamentos, consecuencias, se sabe los horarios de tus medicinas de memoria, y tú?... ni siquiera te has molestado en preguntar por que traía el rostro así?

-Que mas da, seguro debió caerse

-Jajajaja no te mereces a ese chico sabes, con esa actitud disculpa que te lo diga pero con razón tienes tan mal karma, sigue así como vas y vas a perderlo y del fondo de mi corazón espero que así sea, ese joven se a esforzado demasiado por mantenerte lejos del caos y de ti solo a recibido un... puaj me das asco

-Mantenerme lejos del caos?!!! Jajajaja todo esto es su culpa, si algo a echo es su deber, el provoco todo esto

-Si claro, quien crees que ha llamado a tu familia?, quien crees que a hablado con todos y cada uno de aquellos que ha venido a verte, con los doctores, con las enfermeras, le escuchado pedir más disculpas por ti de las que uno tiene derecho a pedir en su vida entera por uno mismo, justificándote con todos, por lo que escuche este joven, por ti, se a quedado hasta sin hogar, ese golpe en la cara sabes por que fue?- el enfermero miro a Rubén con furia, en ese punto ya se había puesto de pie cerca de el como para asegurarse que este le escuchaba perfectamente- hubo un reportero que no sabemos cómo logro entrar hasta tu cuarto sin ser vistos, e intento o más bien te saco bastantes fotografías como para hacerte un calendario semanal por todo el año, tu amigo, ese al que le echas la culpa, lo descubrió e intento quitarle la cámara, el hombre lo golpeo el en el rostro con ella, apenas lograba abrir el ojo creímos que lo perdería o incluso que quedaría ciego, pero logro hacerse del artefacto y hacerlo trizas antes de que seguridad lo sacara

Rubén trago saliva...

-El mar de fanáticas, puff ese joven las detuvo, creímos que lo despellejarían vivo pero logramos sacarte gracias a el, tal vez deberías decirle que te muestre los brazos y el pecho, se testigo de cómo lo dejaron, todo seria el triple de peor si no hubiese sido por el, a reconfortado a tus padres, con quien ni siquiera te dignaste a hablar, deambula por el hospital haciéndote guardia hasta que algún enfermero o enfermera sacrifica su tiempo de almuerzo para intentar que el tome un descanso y lo único que logramos es que ronde por los pasillos como perro guardián asegurándose que no haya nadie extraño cerca de tu piso... Ese muchacho vale oro y tú lo tratas como basura, tu maldito muchacho egoísta...

El enfermero tomo la radio y pidió un relevo, en cuanto este llego el hombre salió sin decir más ni siquiera mirarle, Rubén miraba hacia la ventana que daba al exterior completamente metido en su mundo, seguía culpando a Mangel de todo el caos pero no podía dejar de las palabras del enfermero retumbar en su cabeza.

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