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ADVERTENCIA : no me mateis :)

La cabeza me palpitaba y la boca me pedía a gritos un poco de agua. Abrí los ojos lentamente mientras me iba adaptando a la luz.

Bajé de la cama hasta el piso de abajo y vi a Aaron sentado en el sofá con Dylan, que estaba dormido.

Sonreí ante aquella escena y me acerqué hasta ellos.

-Buenos días Aaron - bostecé.

-Buenos días, pequeña alcohólica - bromeó.

Lo fulminé con la mirada y deposité un beso en la mejilla de Dylan.

Mi cabeza palpitó aún más y fruncí el ceño.

-Alguien está con resaca... - canturreó, me envolvió entre sus brazos y me sacudió fuertemente haciéndome gritar.

-¡Aaron, para! - supliqué y él rió estruendosamente - Me duele, tonto.

Él se quedó pensativo un rato y luego soltó una carcajada, la cual no entendí a qué vino.

-No pude evitar pensar eso, perdón - dijo entre risas.

Hice una mueca.

-Pensé mal - dijo con obviedad.

Entrecerré mis ojos, abrí mi boca con indignación y le di un fuerte golpe en el hombro.

-¡Cerdo! - exclamé indignada y él soltó un gritito de dolor.

-¡Agresiva! - se quejó y acarició la zona ''afectada''.

Me levanté del sofá y me dirigí al baño para darme una ducha.

La cabeza aún me duele, pero no quiero dramatizar por algo que hice conscientemente y porque yo quise.

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Salí del baño envuelta en una toalla y me vestí rápidamente.

Cogí una goma de pelo, la cual estaba sobre mi mesita de noche, y me hice una coleta.

De nuevo, bajé al salón, y me tiré en el sofá junto a Aaron, que sostenía un vaso de agua.

-Arriba, floja. Toma - me dio el vaso con una pastilla y los tomé - Te sentirás mejor...

Suspiró con pesar y fruncí el ceño ante su repentino y extraño cambio de ánimo.

-¿Te pasa algo Aaron? - endulcé mi voz y él apretó los ojos con fuerza.

-No tiene importancia, Mery... - hizo una larga pausa - Quiero que sepas que te quiero mucho...

-Oh no, eso sí que no. La gente dice eso cuando se va a morir o cuando la ha cagado. ¿Hiciste algo que me va a enfadar? - pregunté algo desesperada. Él apretó mi mano y me regaló una sonrisa sin mostrar los dientes.

Definitivamente algo va mal.

Busqué su mirada, pero simplemente no la encontraba. Me la estaba desviando.

-Has sido de gran apoyo, y te quiero mucho. Pero las cosas no pueden ir así - negó varias veces y se levantó del sofá.

-¿Qué? - pregunté sorprendida - Todo va bien Aaron.

-No vas a entender Mery - se acercó nuevamente.

Se colocó en cuclillas frente a mí y tomó mis manos, dándole leves apretones.

-No te quiero perder Aaron. No otra vez - mi labio inferior tembló. Las lágrimas estaban por salir.

-Mery... No podemos estar juntos, no vas a entender - resopló - Te quiero.

¿Vuelta a empezar? (Aaron Carpenter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora