Prólogo

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Nadie nos podrá separar.

By Miki Clash

Prólogo:

Cinco años han pasado desde que Gokú dejó la tierra y partió junto a Shen Long. Desde aquel día la humanidad ha vivido en paz y tranquilidad; Gohan es un excelente profesional, Vegeta continúa con sus entrenamientos, Bulma crea nuevos inventos en su laboratorio, Goten trabaja con su mejor amigo, Trunks, quien preside la empresa de su madre. Milk y Videl realizan las labores de su hogar, Krillin y Nº 18 siguen viviendo en Kame House junto al Maestro Roshi, Maron va a segundo año de universidad y Pan y Bra terminan su último año de escuela.

La vida es armoniosa y les sonríe a todos... bueno, casi a todos, pues hace casi un año ocurre algo a las espaldas de los guerreros Z, que ya no deben ocuparse de enemigos poderosos, pero sí de otro tipo de asuntos...

Luego de aquel viaje lleno de aventuras por el espacio, Pan y Trunks iniciaron una bella amistad; el joven se convirtió en una personita muy especial en la vida de la niña, a pesar de su evidente diferencia de edad. Trunks estuvo con ella acompañándola incondicionalmente cuando su abuelo se marchó, lo que los unió muy fuertemente.

De esa amistad todos estaban enterados. Sin embargo, nadie, mucho menos Gohan y Videl sabían de dónde provenían los chocolates que Pan disfrutaba por montones, y de los cuales guardaba celosamente los envoltorios en una caja de madera, o de donde aparecían las flores y decenas de osos de peluche que adornaban su cuarto.

Algo estaba ocurriendo en la vida de Pan, pero la chica nada había contado a sus padres. Videl, con su instinto de mujer y madre, tenía más de una sospecha al respecto. Pero Gohan, tan inmerso en su trabajo, no tenía tiempo para darse cuenta de aquellos detalles... al menos no todavía.


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