Capítulo 5 "Confusiones"

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Nadie nos podrá separar

Capítulo V "Confusiones"

- ¿A dónde vas?

El joven saiyan se volteó y se encontró frente a frente con Vegeta.

- Papá... no sabía que estabas aquí...

- ¿Vas a salir con la hija de Gohan? ¿o con la otra chica?

- Con Ámbar... ¿y tú qué sabes de Pan?

- Hmp, lo suficiente... Vaya, al parecer te olvidaste muy pronto de la mocosa de Gohan...

- Claro que no – interrumpió molesto – sólo estoy algo confundido

- La confusión es para los débiles

Trunks solamente miró a su padre y se marchó, no deseaba pelear con él.

En su cuarto, Pan sentada al lado de la ventana, miraba el cielo de aquella noche estrellada. De pronto a su habitación entró Videl con una bandeja.

- Hija – dijo Videl – como no bajaste, te traje la cena

- No tengo hambre, mamá

- ¿qué te ocurre, Pan? – preguntó la madre sentándose en la cama

- Nada, no me pasa nada – contestó la chica triste

- Eres mi hija, y te conozco. Sé que te ocurre algo, por favor confía en mí y cuéntame – dijo suplicante

- Es... un chico. Sólo eso

- ¿Un chico? ¿Qué problema tienes? ¿Por qué no nos dijiste que salías con un chico?

- Eso no importa, mamá. Ya se acabó todo.

En un bar del centro de la capital del Oeste, Ámbar esperaba a Trunks. Minutos después de lo acordado, el joven llegó al local y se instaló junto a la chica.

- Que bueno que llegaste, Trunks – dijo ella contenta

- Te llamé porque necesito decirte algunas cosas – dijo el joven con seriedad

- Entonces te escucho

- Ámbar, yo te amé demasiado... pero me dejaste solo, y me costó mucho superarlo, y en gran parte esa superación se la debo a una persona que siempre me acompañó

- ¿De qué estás hablando? ¿Hay algo que yo no sé?

- Sí. La verdad es que si tú hubieses aparecido dos años atrás, no lo habría pensado dos veces para estar contigo. Pero ahora eso ha cambiado.

- ¿Estás diciendo que hay otra chica en tu vida?

- Exactamente. Lamento haber sido tan cobarde de no decírtelo anoche, pero hace casi un año tengo novia y quiero estar con ella. Lo he pensado bastante, pues tú llegada me confundió, pero ya he podido aclararme.

- ¿Quién es ella, Trunks? ¿La conozco? – interrogó molesta

- Eso no importa. Sólo quiero que lo sepas para que no vuelvas a ir a mi casa o a buscarme. Siento ser tan duro contigo, pero estoy enamorado de ella.

- Muy bien, lo entiendo – dijo Ámbar poniéndose de pie – pero ya verás que esto no se acaba así.

Ámbar, furiosa, intentando disimular su enojo, abandonó el bar. Se marchó a paso rápido, pensando en la manera de vengarse.

Eran cerca de las dos de la mañana, y en la montaña Paoz reinaba el silencio. Se había metido en su cama, aunque no podía dormir; Pan sólo escuchaba el ruido de las hojas de los árboles. Hasta que un golpe en su ventana la puso en alerta. La chica se puso rápidamente de pie y corrió la cortina. Allí, tras el cristal, Trunks la hacía señas de que le abriera y le dejara pasar. Ella lo dudó un momento, pero finalmente lo abrió su ventana.

- ¿qué haces aquí? Mis padres pueden verte... - alegó Pan

- Tengo que hablar contigo, es urgente. Ven un momento...

Trunks la tomó de una mano y volaron algunos metros lejos de la casa, hasta un claro en el bosque.

- Si mi papá se entera que me sacaste de mi cama, se pondría...

- Perdóname – interrumpió Trunks, mirándola a los ojos – me he comportado como un idiota contigo, tú has sido maravillosa conmigo, y yo te defraudé. Por favor perdóname. – suplicó el chico

- Trunks... yo... no sé.... – dijo ella desconcertada

- No quería hacerte daño... lo lamento tanto...

- Y... ¿ella? – preguntó

- Es un recuerdo. Lo comprendí, ella sólo fue una breve y sin sentido confusión. Ámbar es mi pasado, en cambio tú... Tú eres mi presente, y también quiero que seas mi futuro – dijo serio, sacando de su bolsillo el anillo de compromiso que le regaló a Pan y luego ella le devolvió – Pan... ¿aceptarías volver a ser mi novia?

- Creo que no puedo negarme – respondió ella contenta – yo te adoro, Trunks, y ni sabes cuánto me dolió enterarme de todo...

- Lo sé, y me arrepiento mucho de haberte ocultado cosas de mí. Pero eso jamás volverá a suceder, te lo prometo...

- ¿No volverás a mentirme? – preguntó mientras él la tomaba de la cintura

- Nunca... Pan... yo te amo...

- Y yo a ti...

En aquel claro del bosque, se besaron, reconciliándose y creyendo que ya nada podría separarlos. Claro está, ni se imaginaban lo que estaba por suceder...


Nadie nos podrá separarWhere stories live. Discover now