Nadie nos podrá separar

Capítulo 9 "París"

Nadie nos podrá separar

Capítulo VIII "París"

Hace una semana que llegamos a Paris. Sin duda es una ciudad hermosa, llena de arte en cada uno de sus rincones. Mis padres me han llevado a conocer muchos sitios. Mi papá aún sigue muy triste y decepcionado, eso se nota aunque trata de ocultarlo. Se esfuerza por fingir que nunca ocurrió nada y que estas son sólo unas vacaciones de una familia común y corriente. Mi mamá dice que es lo mejor, que debo disfrutar de este viaje. Pero no puedo, no puedo olvidarme de Trunks, y, para peor, no he podido comunicarme con él porque no tengo ni un momento a solas. Trunks, cómo te extraño, cómo quisiera tenerte cerca de mí, que me abraces, que me beses, que acaricies mi cabello... me haces tanta falta que ni siquiera esta maravillosa ciudad puede devolverme un poco de ilusión.

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- Creo que deberías hablar con Trunks

Vegeta, sudado luego de terminar su entrenamiento en la cámara de gravedad, se volteó para responderle a su esposa.

- Hmp, y para qué ¿acaso le daré alguna solución?

- Basta con que le muestres tu apoyo

- No seas absurda, Bulma, eso no le servirá de nada

- Pero Vegeta, eres su padre, y él está muy deprimido... sé que es difícil lo que te estoy pidiendo, pero...

- Está bien, mujer, no insistas. Hablaré con Trunks, aunque desde ya te informo que no servirá de nada – dijo retirándose en dirección de la ducha.

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Mientras tanto en Paris, en una habitación de hotel, Pan leía una revista cuando Gohan la interrumpió.

- Hija, ya es hora que te tomes en serio tu vida. Esta semana hemos paseado mucho, y ha sido muy divertido. Pero es bueno que ya empieces tu formación profesional.

- ¿Pero cómo? – Preguntó la chica – apenas acabo de salir de la escuela, estoy en plenas vacaciones.

- Tu abuela Milk jamás me daba vacaciones tratándose de estudiar. Y ya ves, obtuvo buenos resultados – sonrió – así que pienso seguir ese ejemplo contigo

- ¿Quieres que estudie todo el verano? Papá estás loco – se quejó ella

- Como sé que deseas estudiar arte, decidí que lo mejor es que te prepares, y aprovechando que estamos en aquí... contraté un muchacho, estudiante de Artes en la Universidad de Paris, para que te guíe y te prepare lo mejor posible.

- No quiero que decidas mi vida por mí. No pienso hacer lo que dices – exclamó molesta

- Demasiado tarde – dijo Gohan.

Justo sonó el timbre del cuarto.

- debe ser él. Al parecer es muy puntual – dijo Gohan, caminando hacia la puerta

- No papá, por favor no – dijo la chica sujetándolo de la ropa

- Pan, no seas infantil – respondió el padre soltándose de su hija y abriendo la puerta.

Efectivamente, era un joven de aproximadamente un metro ochenta de estatura, delgado, de cabello y ojos claros. Llevaba un bolso de cuero y poseía una expresión de inocencia en el rostro.

- Buenas tardes señor Gohan – saludó el chico, con un marcado acento francés

- Muy buenas tarde – contestó – ella es mi hija de quien te hablé.