Es él, estoy segura.

Parte sin título 15

No sabía que responderle así que opte por contarle la verdad.

-Lo único que escuche fue como Alex le dijo a la rubia que había olido a alguien dentro del instituto, justo cuando no había nadie...-Dije con voz un poco entrecortada por los nervios del momento.

-Estas segura que eso fue solo lo que escuchaste?- Dijo Dylan con los ojos entrecerrados.

-Bueno... y que Alex vigila a esa chica tan misteriosa mientras duerme.-Dije en un susurro.

-Uhm...-Tomó una bocanada de aire y cerró los ojos mientras se frotaba el pelo con ambas manos.-Esta bien, pensaba que era peor- Dijo susurrando esta vez él.

-Enserio? Es que no hay nada de malo en que un chico espíe a alguien mientras duerme? No sé, llámame rara- Dije con sarcasmo.

-Ja, ja muy graciosa.-Cambió la cara a unas fracciones duras y tensas de golpe- Espero que no me estés mintiendo y no hayas escuchado nada más.

-Lo juro.

-Muy bien ahora me tengo que ir así que buenas noches pequeña.

Me dio un beso en la frente mientras me daba un pequeño abrazo.

-Descansa.

Cuando se fue dejándome sola otra vez decidí que era el momento de llamar a J para que me ayude en un pequeño asunto. 

Cogí en teléfono y marqué su número, a los tres tonos me lo cogió.

-Hola ángel.- Dijo con su voz ronca, suponía que ya estaba en el bar como cada noche.-Que se te ofrece?

-Hola J, necesito que vengas a mi casa en veinte minutos para traerme lo que tú ya sabes...-Dije decidida en mis palabras.

-Caritas felices?-Se escuchó una pequeña carcajada salir de su garganta.

-Eso mismo.

-Y... como piensas pagarme ángel?

-Con cualquier cosa menos con dinero, sabes que últimamente no tengo nada.

-Me parece una oferta exquisita...-Dijo con un tono pervertido.

-Recuerda, en veinte minutos te quiero en la puerta. Buenas noches J.

-Exigente, como siempre.-Suspiró- Esta bien en veinte minutos llego, estoy de camino. Buenas noches ángel.

Colgué la llamada, por si os preguntáis quien es J, es un viejo amigo que se pasaba todas las noches en peleas callejeras, no malinterpretéis el solo vendía las famosas pastillitas amarillas con una cara sonriente.

Nos conocimos por mi ex novio ya que él iba mucho a esos sitios para ver a la gente pelear contra su oponente, en esos momentos él era muy callado pero nos hicimos buenos amigos y teníamos nuestros roces ya que cada semana le compraba un par de pastillitas.

Pasaron los veinte minutos y el apareció justo en la puerta con su sudadera negra de Guns N' Roses y unos pantalones estrechos negros con pequeñas roturas, iba con la capucha puesta.

-Hola ángel.

-Hola J, pasa.- Dije mientras me hacía a aun lado de la puerta para dejarlo pasar.-Espero que traigas lo mío.

El solo asintió con la cabeza mientras entraba por la puerta y se dirigía al comedor.

-Muy bien...Sabes que no puedo pagarte verdad?

-Sí, lo recuerdo muy bien- Respondió este mientras dejaba la bolsa encima de la mesa y se sentaba en el sofá.- Tu sabes cómo pagarme verdad?-Dijo con una sonrisa maliciosa.

Había que admitir que J no era para nada feo, sus ojos castaños, su pelo rubio revuelto y su tez morena lo decía todo de él. 

Tenía en este preciso instante unas fracciones duras y su cuerpo estaba tenso, lo que se podía ver a kilómetros.

 Pero había algo en el que solo me dejaba verlo como un amigo más.

-Creo que ya lo he pillado...-Dije mientras tragaba duro.

Me cogió de la cintura y me acercó a él lo que provocó que cayera a horcajadas y juntó nuestras bocas con un beso posesivo y duro, metió su lengua en mi cavidad bucal y chupó hasta el diente más escondido que tenía en mi boca como si necesitara probar mis sabor y no se cansara de lo que hacía.

Empezó a quitarme la camiseta mientras él se levantaba del sofá conmigo encima y mis piernas en sus caderas como una enredadera. 

Y cuando le iba a quitar la camiseta, tocaron a la puerta. 

J gruño y no dejaba que me soltase de él pero el timbre no dejaba de sonar por lo que decidí separarme de él e ir a abrir.

-Hola corderito.-Dijo un Alex en mi puerta apoyado en un pilar que había en mi porche.

-Em...hola Alex, que se te ofrece a esta hora?-Dije con nerviosismo.

En ese preciso instante J salió por la puerta principal no sin antes decirme que esto no había acabado y que vendría a por lo que es suyo.

-Siento interrumpir...-Dijo Alex ¿celoso? Y con los puños apretados.

-No no, no interrumpes nada... solo hablábamos.-Dije con una sonrisa forzada.-Pasa, fuera hace frio.

 El solo asintió, entró por la puerta como si se conociera la casa de memoria y llegó al comedor mientras yo iba detrás.-Siéntate si quieres...

Él paró en seco y estuvo unos momentos mirando fijamente un punto, este se giró y pude ver en sus ojos arrepentimiento.

-Por qué coño te drogas? Es culpa de ese tío verdad? Juro que lo mato...-Dijo entre dientes.

 Yo en cambio me quedé paralizada y con la cara blanca, como pude ser tan tonta y no haberlas quitado de ahí?

-Eh? No no nada de eso, esas pastillas son para...- Joder.- Para el dolor de cabeza, si justamente eso.-Creo que se lo ha creído.

-Enserio me ves tan tonto como para no saber de qué mierda son esas pastillas corderito?

Vale, creo que me ha pillado.

Cogí rápidamente las pastillas y salí corriendo hacía mi habitación pero en un momento determinado y puedo decir que no lo vi venir, me cogió de la cintura y me giró lo que provocó que nuestras bocas estuvieran a milímetros.

-Corderito tú no sabes lo que me haces sentir...- Dijo susurrando contra mis labios con la voz ronca.

-Yo...

Me quedé callada ya que no sabía que decir, las palabras no fluían en este momento. 

Lo único que hice fue cerrar los ojos y esperar a que me besara pero eso no pasó.

-Hay corderito... cuando aprenderás, tantas ganas tenías de besarme?- Dijo con una sonrisa arrogante.

-No te engañes, rechazarte otra vez habría sido un ataque más a tu orgullo...

Me separé de el con cierto alivio.

 Y pude ver que tenía los ojos abierto de par en par.

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Bueeeeno chic@s ya está, nuevo capítulo y si, sé que son bastante cortitos pero como digo siempre: lo bueno se da en pequeñas dosis. <3