Tauro y Leo

4.3K 222 62
                                    

Este capítulo hace referencia a la microhistoria "Noche de Rebajas"
__________

Tauro se había quedado dormido en la cama de Leo, y por recomendación de Géminis, el chico de elemento fuego tendría que dormir en el sillón, aunque a él no le agradara la idea.

Géminis y Leo se alejaron de la habitación en la que dormía Tauro, para así hablar con más tranquilidad.

—No puedo dormir en el sofá otra vez, ¿Acaso no sabes lo incómodo que es? —soltó Leo un tanto alterado.

—Ay, qué tanto... es sólo una noche —Géminis rodó los ojos.

—¿Y si lo despierto?

—Ni lo creas. Es un puto zombie... mejor que se quede así —soltó en un tono bastante tranquilo, todo lo contrario a la actual actitud de Leo.

—¿Y qué se supone que haga? Quiero dormir en mi cama po weón, es mi cama.

—¿Y si tú duermes en la habitación de Tauro? —Géminis le lanzó una mirada astuta— Yo podría hablar con Capricornio y Virgo, ellos entenderían.

Era buena idea.

—Me parece bien... —Leo se rascó la barbilla— ¿Crees que deba entrar a su casa, así sin más, o espero que avises?

—Entra no más, si igual tardaré en avisar. La llave está bajo la maceta, al lado de la puerta —Géminis comenzó a largarse, pero Leo lo miraba extrañado en su lugar.

—¿Y tú cómo sabí' eso?

—Sólo lo sé y ya... —le sonrió, marchándose.

Muy bien, al menos la noche no la pasará incómodamente en un sillón.

Leo cerró la habitación de su cuarto, intentando de no despertar a Tauro. Luego salió sin más de su piso, dirigiéndose al de los de tierra.

Efectivamente había una llave bajo la maceta, y abrió la puerta al primer intento. Entró y buscó la habitación del chico de tierra, y la encontró en un santiamén. Tenía escrito "Tauro" en la puerta, con bastante obviedad.

Sin rodeos entró en aquel tan nuevo cuarto para él. Cerró la puerta, se quitó un poco de ropa y se metió bajo las sábanas. Esperó a conciliar el sueño, pero efectivamente no funcionaba.

Llevaba un buen rato despierto, mirando el techo, cuando empezó a oír ruidos. Su estado de alerta se activó y su oído se agudizó. Eran pasos. Pasos que recorrían el piso.

Comenzaron a acercarse los sonidos, y cuando la manija de la puerta giró, Leo instintivamente se paró de golpe. El chico que entró se le abalanzó en la oscuridad, y antes de que Leo siquiera pudiese hacer algo, éste lo empujó hacia la cama y cayeron juntos.

Era un somnoliento y sonámbulo Tauro.

—¿E-eh? ¿Tauro, cómo llegaste aquí? ¿Quién te despertó...?

Pero el chico no respondía. Estaba dormido, y aplastaba con medio cuerpo a Leo de una manera muy incómoda. Éste se quejó sin respuestas, claro. Leo empujó a Tauro y se puso de pie a la vez que éste soltaba un gruñido y volvía a acomodarse.

—Hey, Tauro —Leo se agachó y comenzó a picarle el rostro con el dedo para que su amigo reaccionara, pero sin éxito— yo me voy a dormir, me dio sueño ya, y--

Tauro lo agarró sin abrir los ojos y lo recostó a un costado suyo. Cuando Leo iba a ponerse de pie nuevamente, el chico de tierra lo aprisionó en un abrazo del cual no tendría fácil escapatoria. Leo se retorcía y reía con preocupación.

Después de muchos intentos inútiles de zafarse, Leo cedió por el cansancio y se rindió a mirar el techo un rato. Luego giró la cabeza y presenció a su amigo Tauro, con los ojos cerrados, con expresión relajada. Cerró los ojos también. ¿Cómo Tauro podría dormirse tan profundamente en tan poco tiempo, y él no?

Se sintió observado por unos segundos, y abrió los ojos. Tauro lo estaba mirando con una sonrisa plasmada en su rostro.

—¿Eh? —dijo bajito Leo..

De golpe, Tauro se movió y se colocó encima de Leo, mientras tenía aprisionadas sus manos a cada lado de su cabeza.

—¡¿QUE WEA?! —gritó el chico de fuego sin poder moverse. Tauro soltó una risa por lo bajo.

—Quiero terminar lo que el momento me arruinó —murmuró atrevidamente.

De un segundo a otro, Tauro estaba besando los labios del chico de fuego. Éste lo observaba con los ojos bien abiertos. Era un beso tierno, corto y sin ir a mayores. Pero Leo giró la cabeza de golpe y apretó los ojos.

—¡SUÉLTAME WEÓN!

Pero Tauro volvió a reír.

—WEÓN, SI NO ES GRACIOSA LA WEA, ¡SUÉLTAME! TE VOY A--

El chico de tierra volvió a juntar sus labios en algo incluso más pasional que lo anterior, pero esta vez fue él quien se apartó.

—¿Ahora quién domina a quién? —le sacó la lengua en señal de burla. Leo gritaba debajo de él.

Y se le volvía a acercar, y lo volvía a besar cada vez más intensamente que antes, y cada vez hacía enojar más al pobre león, quien no podía hacer nada al respecto. Y eso le causaba mucha risa al chico de tierra.

Microhistorias del Zodiaco [Yaoi] - (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora