Please, Kill Me Harry

IV

Niall caminaba nervioso mientras jalaba a su amigo del brazo, los pasillos de la inmensa mansión haciendo más enormes que de costumbre, su mirada se encontraba puesta en todo y nada a la vez, sus pies resonando en el silencio absoluto mientras todos dormían. Eran las tres de la mañana cuando Louis había aparecido en su habitación con las mejillas sonrojadas y el ceño fruncido, sólo basto que le tocara la frente para darse cuenta que ardía en calentura, pero no, no era calentura lo que tenía. Niall sabia suficiente para darse cuenta que Louis estaba a punto de tener un celo, su primer celo en realidad. El pánico lo invadió porque eso sólo significaba una cosa. Había encontrado a su alfa. Pero no fue eso lo que incrustó el pánico en él, fue la simple idea de saber que ese alfa no era su futuro esposo. Sigue caminando y trata de tranquilizarse a sabiendas que estaba comenzando a apestar pero tal vez era preferible el olor de un omega nervioso al de un omega en celo.

—Niall — la voz de Louis irrumpió en la tranquilidad de los pasillos retumbando como un eco interminable, uno que podría llegar a oídos de su padre

—Aguanta otro poco Lou ya casi llegamos a los autos

—No... No quiero que me lleves con él, no voy a darle la maldita satisfacción a ese idiota pretensioso

—¿Estas loco? Si tu padre se entera de esto va a lanzarte con ese idiota italiano ¿quieres eso? Probablemente termines marcado para cuando tu celo haya concluido

—Enciérrame en una maldita habitación entonces, cualquier cosa es mejor que terminar en la cama de cualquiera de esos dos estúpidos alfas

—Si tu padre no huele tus malditas hormonas alguien más lo hará

—Si voy con mi alfa tal vez termine muerto

—Muerto estarás mejor que marcado de por vida por alguien que no es para ti — Niall lo miro y Louis decidió que era momento de callarse porque cuando alzó la cabeza vio en los ojos de Niall lo que ya sabia, Niall preferiría morir antes que ser marcado a la fuerza y tenía sus razones para sostener su palabra respecto a eso

—No voy a ir con él

—¿Que sugieres?

—Una alcantarilla es un mejor escondite ¿no crees? — ambos sonrieron con complicidad

~

Harry pudo sentir como fuego corriendo por sus venas y la presión constante de su cuerpo, como un millón de lingotes cayendo sobre su cuerpo, aplastándolo contra la cama, era un dolor horrible y que resurgía cada cierto tiempo con mayor intensidad, su cuerpo ardiendo en necesidad, necesitaba a su omega cerca, podía sentir el instinto aplastándolo y suplicándole que corriera a buscarlo, la opresión en el pecho de impotencia e intranquilidad, era terrible e inevitable. Zayn lo miro preocupado y Liam se mantenía al margen, no porque no quisiera ayudar, sino más bien porque Zayn no le había permitido acercársele.

—Tenemos que buscarlo — fueron las palabras de Liam cuando vio a Zayn adentrándose en la cocina

—¿Y cómo sabemos quien es? No sabemos nada Liam, no sabemos con quien hablo o a quien vio en aquella fiesta — el castaño podía ver la impotencia en su alfa, podía sentirla como suya

—No podemos dejarlo así, esta sufriendo Zayn, maldita sea Harry esta removiéndose en la cama cómo si hubiese fuego en toda ella

Harry se mantenía viendo a la nada y tratando de quedarse en blanco por el resto de la noche, solo duraría veinticuatro horas, sólo tenía que aguantar y luego podría ir y buscar a Louis para arrancarle la maldita cabeza por puro gusto, su cuerpo aun ardía y sabia que no iba a parar en un rato, pero había algo que lo mantenía en sus cabales, sabia que no era el único que se encontraba en esa situación y pudo sonreír a medias incluso en ese momento porque incluso aunque Louis tendría que soportar esto por unos días más estaba siendo lo suficientemente hijo de puta para pasarlo sin su alfa sólo para mantener su orgullo intacto.

~

Louis sonrió ante los recuerdos que se agolpaban dentro de sí, cuando era sólo un niño que corría despreocupado por aquellos acueductos abandonados desde hace muchos años, la mirada aniñada de Niall mientras ambos reían. Todo eso cambio cuando presentó, sus días de juegos habían sido contados mientras su padre cambiaba su mirada a una de negocios, siempre mirándolo como un trato más, un número entre sus cuentas y un nuevo socio, aún así Louis mantenía esa pequeña esperanza de que algún día su padre dejaría de verlo como un negocio más, esa esperanza fue totalmente desechada cuando lo mandaron a un internado para ser la clase de omega sumiso que seria perfecto para un socio estúpido. Detuvo sus pensamientos en el momento justo, tal vez agradeciendo mínimamente el hecho de haber olvidado un poco el dolor.

Niall lo miraba cada cierto tiempo,s siempre con preocupación en su rostro, hace algunos años había comenzado a mirarlo así, no llegando a entender el porque de esa mirada, un nuevo dolor lo invadió, la necesidad constante de oler a su alfa, ese sentimiento de vacío al no poder sentir su calor invadiéndolo, odiaba esto. Odiaba en lo que se estaba convirtiendo. No pensaba ser el omega sumiso que todos esperaban que fuera, pero incluso en ese momento la esencia de esos ojos verdes logro invadirlo, incrustándose en el recuerdo se su sonrisa socarrona y su postura demandante, en la manera tan tranquila con la que caminaba y como las palabras salían de su lengua entre sílabas enredadas, símbolo de ser un hombre de muchos idiomas, incluso en ese momento donde Louis no era el mismo supo que lo necesitaba, que aunque no lo admitiera todo eso que siempre deseo no ser iba a terminar como su destino. Porque el instinto había ganado aun sin haber llevado a cabo su jugada. Era tan predecible, que incluso en ese momento donde su cuerpo ganaba sobre su mente él podía adivinar lo unido que estaba por esos ojos verdes sin nombre.