CAPÍTULO NUEVE

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VIP

Termino de bajar las escaleras y pudo notar como Thomas estaba a un lado de la recepción arreglando su cabello frente al espejo del mostrador. Eso la hizo sonreír.

Aquel hombre era hermoso y estaba allí por ella, invitándola a salir.

-Hola Thomas –Dijo cuando creyó adecuado el momento.

Él se giro algo nervioso y al verla no pudo evitar hacer un resumen con su mirada por su cuerpo. Isis se sintió incómoda, tal vez él no aprobaría aquel vestuario debido al traje formal en color gris que usaba esa noche.

-Isis... Te vez... -No sabía cómo describirla, sus ojos estaban acostumbrados a ver a las demás personas como seres sin importancia, y ese día podía ver en ella vida y alegría.

Algo que le hacía falta en su personalidad.

-¿Terrible? –Dijo ella algo penosa, mordiendo levemente sus labios.

Esa maña que tenía era más que divina para Laing.

-No, no, como crees. De hecho eres la chica más bonita que he conocido –Y como deseaba darse un golpe contra el espejo que tenia a sus espaldas.

Se sentía tan tonto diciendo aquellas palabras.

-Gracias Thomas, pero de seguro que has visto chicas más bonitas que yo –Cuando al fin se acerco a él pudo notar como extendía su mano izquierda al frente.

-Bueno, como sea. Esta noche eres la más hermosa para mí ¿Podemos irnos? –Ella acepto con una sonrisa su mano y lo siguió hacia su auto- ¿Por qué no usaste el ascensor? –Le pregunto una vez que le abría la puerta del copiloto.

-Me gusta hacer ejercicio –Le mintió para después regalarle una sonrisa.

Thomas no quería cuestionar ese hecho pero seguía pareciéndole extraña la decisión de ella. Cuando subió a su auto no se volvieron a hablar, ella parecía lo suficientemente nerviosa cómo para preguntarle algo y él igual. De vez en cuando apretaba el volante intentando liberar aquella sensación que tenía en su estómago. Si, por primera vez sentía una especie de parásito recorrer su interior. Aquello a los que muchos llamarían amor o enamoramiento, en su caso.

Cuando llegaron al restaurant donde él había apartado unas horas antes la recepción, le ayudo a bajarse del vehículo cómo todo un caballero. Eso la hacía feliz a ella porque en ese tiempo, precisamente en Estados Unidos, no se veía tanta caballerosidad. Cenaron con calma y tranquilidad mientras hablaban cosas de sus vidas, experiencias vividas o hechos importantes. Isis estaba contenta y eso alegraba a Thomas, últimamente la había visto algo estresada y cansada pero al parecer solo era idea suya. La Isis que tenía al frente relucía en belleza y felicidad.

Cosas que lo atraían como un insecto la luz.

Una vez que salieron de allí, Isis subió a su auto y parecía más animada que antes, o con más confianza.

-¿Entonces nunca has ido a una discoteca? –Le pregunto ella cuando encendía su auto.

-No, nunca me atrajo la idea de ir a un lugar cerrado, con luces por donde quiera y música a alto volumen, sin dejar al lado el olor a tabaco o alcohol –Le respondió a medida que avanzaba.

-Hay no puede ser –Le respondía ella mientras él reía.

-No es tan malo. No creo que me pierda la gran cosa –Detuvo su auto frente a una luz roja.

-Si nunca has ido como sabes lo que te pierdes –Le dijo ella señalándole la calle izquierda- Cruza aquí y te invitaré una copa.

-No creo que sea buena idea, mañana es día de trabajo y... -Isis coloco su dedo índice sobre su boca y le susurro.

-Tú eres el jefe, que podría pasarte –Él sonrió y la obedeció.

Cuando estaciono donde ella le indico levanto una ceja sin comprender lo que hacían allí.

-¿Dónde estamos? –Le pregunto algo serio.

-Ya verás... Vamos –Ella bajo de su vehículo y cuando él hizo lo mismo lo jalo hacia una larga fila.

Obvio ella ignoro la fila.

-Isis... Creo que debemos formarnos... –Ella se paro frente a dos hombres de altura similar a la del doctor pero con diferencias de color y musculatura.

-Buenas noches señorita Sharpe ¿Va a entrar? –Dijo uno de ellos y ella asintió.

-Vengo con él –Lo jalo de nuevo hacía adentro de las cadenas y cómo si fuera de los más normal entro hacia el interior.

-Isis, si no me explicas nada creo que me iré –Se sentía extraño, no veía nada en aquel largo corredor, pero claro que podía oír un retumbar en el interior de aquel sitio.

Era música electrónica y de vez en cuando en algunos lugares donde algún rayo de luz permitía ver podía observar parejas besarse sin freno o vergüenza. Ya harto de aquello se soltó de un jalón y se detuvo.

- Isis...

-Es una discoteca. Ya casi llegamos a las escaleras que no llevara a la sala VIP, no planeo quedarme abajo –Le señalo dos puertas, una de frente por donde se podía ver luces y otra a su izquierda que fue donde ella camino- No seas aburrido. Una sola vez no hace daño a nadie Tom.

Él le sonrió al escuchar de nuevo aquel apodo y la siguió por las escaleras hasta que llegaron a un lugar amplio, con música más suave. Habían algunas mesas y muchas puertas a su alrededor, ella camino por el medio de la pista donde pocas personas bailaban. Al parecer esa área era restringida ya que los que allí estaban usaban ropas elegantes y llamativas.

-Isis... -Volvió a llamarla.

-Pasa –Le dijo ella señalándole una de las puertas la cual ella había abierto.

Al entrar noto que la luz estaba intermedia y era de un tono azul nocturno. Había estrellas brillando sobre sus paredes y una mesa al medio rodeada de unas bancas con protección de terciopelo. Había un televisor elevado en una esquina y una maquina a su alrededor. También un mini bar listo para proveer del alcohol que desearán.

-No es la discoteca que creías, pero el área VIP es de lo mejor para fiestas y reuniones –Thomas asintió mientras veía el decorado- Solo imagina aquí a tus amigos cantando y bailando, un lugar más privado para pasarla bien, sin tanto ruido o luces.

-Puedo imaginármelo, es un lugar agradable –Aunque él no tuviera amigos, era una persona solitaria por culpa de Lucille y ahora que lo veía de ese modo, ni siquiera tenía contacto con sus colegas.

Isis había roto algo en su forma de ser y de cierta forma eso le preocupaba. Luego de entrar y ponerse cómodo en el lugar, comenzaron a platicar sobre aquellas cosas que el doctor se había negado a vivir, las aventuras de ser joven, las experiencias en el amor que no se permitió, los tropiezos de un camino mal tomado y el dolor de perder a un ser amado. Ambos se sonrieron sin tener idea de que eran observados por alguien más.

Alguien que crujía cuando se movía y el cual había observado aquel anillo carmesí que Isis traía en sus manos. Allí estaba su boleto para volver, Edith había sido tan tonta y ella tan astuta, esperar valió la pena y Laing jamás imagino que su idea de ir a Estados Unidos era precisamente para hallar aquel objeto, por supuesto que tampoco se hubiera quejado entonces; todo aquello era para poder estar juntos, de seguro él no se molestaría cuando supiera su verdad.

Sus estudios, sus esfuerzos, cada cosa que hizo por ella tenía un fin común, y es que Lucille sabía todo acerca de ellos. Su abuela, la nieta de Thomas, había cometido el error de entregarle aquella información.

-No volverás a mentirme... Cuando regrese, y será pronto, te arrepentirás.

Sueño Escarlata [FanFic Crimson Peak]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt