Me enamoré de un... ¿¡fantasma?!

•7•

|Lucy|

Natsu iba acercando mi barbilla a su cara, se detuvo a centímetros de nuestras cabezas, y colocó su frente sobre la mía.

–N-Natsu.¿Qué haces?

–No te atrevas a desaparecer así de nuevo.–dijo, en su voz un tono de superioridad. Solo asentí.

| Natsu |

Me separé de Lucy, y me recosté en mi cama. Cuando me separé, escuche que Lucy dio un suspiro pesado.

¡OH POR DIOS!

¡¿QUÉ RAYOS ACABO DE HACER?!

Sentía como la sangre se me subía a las mejillas.

¡Soy un idiota!

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Ring

¡Ring!

¡RING!

¿Qué?

Una... ¿alarma?

–8:30 a.m.–susurré viendo la hora.

¿Dónde está Lucy?

No habrá vuelto a desaparecer.

¿O sí?

Me levanté, y vi una nota pegada en la pared.

Me fui más temprano, ya que debía entregar una tarea.

Atte.La rubia oxigenada

¿Tarea?

Pero ella es un fantasma. Ni siquiera tiene acumulativo. Por eso la envidio.

Me bañé, me cambié, y al llegar a la escuela, ahí estaba,sentada, en la típica silla "embrujada". Iba a preguntarle porque se había ido sin mí, cuando el profesor entró, y me ordeno sentarme en mi silla.

En todo el día, Lucy me ha estado evitando. ¿Por qué? Tengo la intención de saberlo.

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Después de largas y aburridas horas, las clases terminaron. Al sonar la campana, todos salieron corriendo afuera del salón. Cuando Lucy iba a salir, la tome de la muñeca, y la senté en una silla que estaba al lado de la ventana.

–Necesito hablar un momento con usted, Señorita Heartfilia.

| Lucy |

He estado tratando de evitar a Natsu. Cada vez que pienso en la noche de ayer, siento como si sangre me saliera por la nariz, lo que es raro porque ni siquiera tengo sangre.

Las clases terminaron, y como siempre, los demás salieron corriendo fuera del salón como si su vida dependiera de ello.

Todos, menos Natsu.

Me apresuré a levantarme de la silla y salir, pero justo cuando estaba a un paso de salir por la puerta, Natsu me tomo de la muñeca, y me sentó a una de las sillas que estaban al lado de la ventana.