Planes. Parte ll

936 60 0
                                    

» Capítulo 34 «

Planes. Parte ll

Tres semanas después.

La vida que Alexz conocía había cambiado, hacía semanas nadie la golpeaba, maltrataba ni la gritaba y eso estaba bien para ella; pero seguía sin estar feliz y aunque de cierta forma confiaba en la palabra de Deyken las dudas seguían allí.

— Pensé que dormías. Susurro Deyken asustando a Alexz que se hallaba en el balcón de su habitación provocando que diera un saltito.

— No tengo sueño. Confesó con la mirada perdida en el firmamento.

Deyken la observo en silencio por unos minutos, aun sabiendo que probablemente ella nunca lo amaría allí estaba él; admirando el ondeado movimiento de su pelo que la brisa lograba crear... hermosa. Él suspiro, no podía ocultar las miles de sensaciones que ella podía generarle. La amaba.

— Tengo que decirte algo cariño. Ella desvió la mirada hasta él — ¿Qué esperas?

Su humor había empeorado, y él la entendía. No podía obligarla a ser feliz. — Alexz, he pasado las últimas tres semanas planeando como traer a tu madre, pero si lo logro Demon te encontrará.

Ella se mofo — ¿Eso es todo? Su voz se desvaneció y sus lágrimas se desbordaron.

— Lo mejor es dejar todo como está.

Ella sorbió por la nariz — ¡Inténtalo! Le exigió.

Él odiaba verla así, sabía que en parte era su culpa al no haber considerado que ella tenía familia, pero su intención nunca fue dañarla, por el contrario, él solo pretendía que ella fuese feliz. Por su mente nunca paso enamorarse ni tener a alguien en su vida, desde que había entrado al negocio lo tenía claro pero entonces la conoció... a ella, a su Alexz. Y desde entonces no pudo sacarla ni de su mente ni de su piel, quedo absolutamente fascinado con "Lindsay" por eso se propuso saber todo de ella... pero al final quizás no sabía nada.

— ¿Estás seguro de lo que me estás diciendo Conor? Pregunto Deyken sorprendido. — sí señor, su padre se la dio a Demon en pago a una deuda.

— ¿Y dónde está ese hijo de puta ahora? Conor negó — Desapareció, quizás esté muerto.

Eso no era lo único de lo que Deyken se había enterado, él sabía cosas que Alexz ignoraba, pero era mejor callar o la destrozaría... y fue aquello en ese momento lo que lo hizo decidirse. Él la necesitaba, deseaba cuidarla, alivianar tanta tristeza y alejarla definitivamente de ese tormento que la perseguía, su verdugo, su sombra. Demon.

Deyken no le quito la mirada a Alexz, ¿cómo negarse a sus peticiones? ¿Cómo no querer complacerla en todo? Era imposible para él y asintió, acepto intentarlo. Iría por Abril asumiendo cualquier riesgo. Ella curvo ligeramente la comisura de sus labios dándole regocijo a su corazón — Gracias, susurro acercándose peligrosamente a los labios de Deyken. Él se inmuto, no supo cómo reaccionar lo recorrió el temor de avanzar y fallar además de que no quería aprovecharse de la situación. — ¡Lo que sea por ti! Los ojos de Alexz se posaron en los labios rosados y húmedos de Deyken mientras hablaba y por unos segundos fue débil. Se dejó llevar depositando un casto beso en sus labios.

Ella lo notó, lo había sorprendido, pero él no la había rechazado solo se limitó a acariciar sus mejillas y le devolvió el beso, uno sin pretensiones... solo eso un beso. Alexz no lo amaba, pero no podía negar que él la atraía y mucho. Él se despegó suavemente y le sonrió para besar sutilmente su frente, — Regreso en un rato. Ella asintió.

Deyken lo pensó mucho, pero por más que le dio vueltas al asunto no tuvo más opción, entro a su estudio y observo a su secuaz sentado viendo televisión — Tu no irás Conor. Su rostro se descompuso — ¡¿Por qué?! Cuestionó sin entender la decisión de su jefe.

— Porque iré yo.

— ¡¿Estás loco?! Se levantó de golpe — Eso sería una misión suicida y lo sabes.

— Es la madre de Alexz de la que hablamos.

— Yo puedo con esto Deyken, créeme.

— Y no lo dudo, pero me eres más útil aquí con ella. Es una decisión tomada.

Conor abandonó el estudio y sin pensarlo dos veces subió a la habitación de Alexz, él sabía que ella no se merecía el corazón de su jefe, él perdería su vida sin dudarlo y todo por amor. — ¿Puedo pasar?

Ella le abrió la puerta, — Hola Conor.

— Señora ¿Cómo está?

— Ese "señora" me queda demasiado grande, solo Alexz por favor.

— De acuerdo, lo último que quiero es incomodarla, pero necesito su ayuda.

— ¿Mi ayuda? Preguntó desconcertada, Conor asintió — Sé que aún no se acostumbra aquí y que quizás nunca lo harás y tampoco es un secreto que no amas a Deyken. Alexz pretendía abrir la boca para hablar, pero él se lo impidió — Él enserio te ama, yo sé que ahora no entiendes muchas cosas y que yo no debería estar aquí, pero él es como mi hermano y no me gustaría perderlo ni a él ni a mi empleo.

Alexz Frunció el ceño sin entender ni un poquito lo que Conor le estaba diciendo — ¿Por qué le pasaría algo malo a Deyken? Y ¿qué tiene que ver tu empleo?

Conor suspiro — Te lo explicare.

Mientras buscaba las palabras correctas para hacerle entender a Alexz lo que estaba pasando la puerta se abrió — ¡¿Qué rayos haces aquí?! Escupió Deyken.

La mirada de Alexz se cruzaba de un lado a otro intentando descifrar lo que estaba sucediendo — ¿Alguno me quiere explicar que pasa?

— Sal de aquí Conor. Él asintió y se retiró — ¡ven acá! Susurró tomándola de la mano y sentándola junto a él — No te lo voy a ocultar cariño, Demon te está buscando tiene mucha gente preguntando por ti y eso hace muy complicado el traslado de tu madre, por lo mismo iré a encargarme de todo.

Alexz suspiró — Vale, y te lo agradezco, pero espero que sepas que no es una tarea sencilla. Él vigila todos los movimientos en la clínica, nada sucede allí sin que él se entere. Deyken la observaba con atención — Pero tal vez hay una oportunidad... ella mordió su labio inferior — llévame contigo.

Silencio.

— Sé que suena arriesgado, pero ella está custodiada por él, sin que lo detecten ¿Cómo lo hace?, pues no lo sé, él es impredecible y por eso mismo no consentirán que siquiera la veas sin antes avisarle a él. Créeme. 


» Bajo el ojo del diablo «Where stories live. Discover now