Detrás de la barrera.

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» Capítulo 17 «

Detrás de la barrera.

Había sido un día malditamente bueno para él, y ahora necesitaba una ducha — Avísame cuando el auto esté listo.

— ¿Junta hoy? — preguntó Clay extrañado, Dominic siempre cancelaba todas sus citas cuando estaba en entrenamiento.

— Con Deyken, debo informarle sobre algo de la mercancía.

— ¿sucedió algo que no sé?, si es respecto a lo de Warren estoy segu...

— ¡¿Qué carajos paso?! — Clay notó lo tensó que se puso Dominic ante su comentario.

— Oh, olvídalo demon. Ese asunto ya está arreglado.

— Bien. Se alejó, pero antes de perderse en los confines de su cuarto observó que Clay no se dirigía precisamente a revisar el auto — ¡Clay!

— ¿sí?

— ¿a dónde vas?

— Necesito verla demon, ¿sabes? por alguna extraña razón ella tiene una enorme incisión en su frente y suficientes raspones en su piel como para dejarla marcada de por vida. —Dijo con sarcasmo.

— ¡NO! Te ordene algo, así que vete. — Escupió con sus ojos llameando por la ira. Ya había considerado el daño físico que le ocasionó al sensacional cuerpo de Alexz pero no era para tanto, camino en dirección al cuarto de ella, puso su mano en el pomo pero una risita emergió desde el interior evitando que abriera la puerta.

— Gracias por preguntar, no paso nada Deyken estoy bien. Sí, claro que me gustaría verte. — Alexz acababa de despertar debido a la llamada inesperada de Deyken y sus comentarios habían logrado hacerla sentir un poco mejor. — No funciona así, lo sabes. Aja, primero habla con Demon.

La ira de Dominic incremento, ninguna de sus putas tenía permitido dar su número telefónico y sin siquiera esperar a que la llamada finalizara entró con gran ímpetu. Alexz se sobresaltó, pero no pudo moverse, sus ojos se cristalizaron al ver el mal humor reflejado en el rostro de Dominic — Lo siento. — Articuló sin emitir sonido, él la sacudió con fuerza al quitarle el móvil de su mano — ¡¿Qué crees qué estás haciendo?! — exclamó cortando la llamada.

Ella no se inmuto, solo estaba allí temiendo por su vida. Las lágrimas rebasan sus ojos rebotando en su regazo — yo... él me llamó.

— No mataré a otro de mis socios por tu maldita culpa perra ¡¿captas?!

Alexz asintió tragando saliva forzosamente, las imágenes de Franco Gautier vinieron a su mente como ráfagas, él era su socio un viejo retorcido y sin escrúpulos pero pagaba mucho dinero por pasar una noche de placer con Alexz y se había obsesionado con ella, la quería tener todos los días en su poder y Demon se lo permitía, era un maldito buen negocio para ambos excepto para la miserable Alexz, antes de entrar a la acción de acostarse con cualquier hombre Demon repetía una y otra vez la misma frase, era como su lema "Eres como un robot , todo lo que veas u oigas formatéalo de tu cabeza" les tenía prohibido revelar información, cualquiera que fuera. Pero esa noche Alexz no escuchó cualquier información, se trataba de ella misma, Franco la secuestraría y su plan se vio frustrado cuando ella trato de matarlo mientras él la embestía con fuerza, la navaja que sostenía en su mano cayó al suelo cuando él ejerció una fuerte presión impidiendo el flujo de la sangre y fue allí cuando la golpeo brutalmente dejándola casi inconsciente, si no fuera por Clay... ella estaría muerta.

Demon mató a Franco Gautier por su culpa y era algo que nunca lo iba a olvidar. Alexz estaba completamente segura sería una deuda que la obligaría a pagar.

Pero ella sabía que, aunque estuviese diciendo la verdad él simplemente no le creería. — En cuanto Deyken esté fuera volverás a lo habitual. — escupió con amargura lanzando con fuerza brutal el celular que quedo estampillado en el piso al chocar contra la pared.

Lo habitual.

La palabra se repetía en su cabeza sin detenerse. Su rebanada de placer terminaría pronto y entonces todo sería igual que antes... era toda la mierda que detestaba. Citas con una larga lista de viejos canosos, obesos, arrugados y un montón de características que odiaba recordar. Más de un año trabajando para el gran Demon y aun no comprendía porque a ella nunca podían darle un cliente decente, alguien que no tuviera que tomar viagra.

Todas las demás tenían ese poder de elegir sus amantes, pero ella simplemente no. No podía negar que era la mejor paga porque la mayoría de esos viejos eran personas importantes, políticos, empresarios, extranjeros, narcotraficantes entre otros. Pero también era la más miserable de todas y eso había cambiado. Dos noches habían hecho la diferencia... y esa diferencia tenía nombre: Deyken Holiday.

y entonces ocurrió... las palabras de Deyken estallaron en su mente "Si fueras mía jamás permitiría que te golpearan". Esa propuesta ahora se hacía tentadora, una única oportunidad para escapar. Una salida a su infierno.

Una nueva vida.

Esa si era una idea agradable, lejos de toda la basura que la rodeaba. Limpió sus lágrimas y sacó el celular de Alexz "mierda" había olvidado que el número de Deyken lo tenía en el móvil de Lindsay, ese que ahora estaba convertido en chatarra. Mordiendo su labio inferior considero las posibilidades. Cerró los ojos al saber que solo existía una, ella no podía esperar volver a ver a Deyken; ni si quiera sabía si lo vería de nuevo y no se arriesgaría. Con su corazón galopando con fuerza en su mente se ilumino la solución.

Dominic

Se arrastró fuera de la habitación con sigilo, por más palizas que recibiera esa era ella. La arriesgada Alexz, era a todo o nada. 

....

No creo que sea una Buena idea la de Alexz ._.

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Escritora » Anggie Twitter » @kaatthriin

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