CAP 6

9.4K 724 17
                                    



(Pov ____)

Me desperté a las veintidós pm. Había dormido demasiado y no hice nada de los ejercicios que mandaron para hacer en casa, tampoco los haría, no tenía ganas.

Tenía un terrible dolor de cabeza, necesitaba despejarme, así que decidí darme una ducha de agua medio fría. Después de la ducha, de la cual quede completamente helada, me tire encima de mi cama. Simplemente me dedicaba a mirar al techo hasta que mi madre peto en la puerta.

—Pasa —Dije sin ganas.

—¿Estás bien? No te he visto en todo el día y tampoco has bajado a cenar, estoy preocupada —Dijo mientras entraba y se sentaba en mi cama.

—Sí mama, estoy bien, solo un poco cansada y ya está, no tienes de que preocuparte —Contesté con los ojos cerrados.

—Está bien, oh si, antes de que lo olvide. la semana que viene tendrás que ir a quedarte en casa de tu padre unos días, he de salir del país por trabajo.

—¿No me puedo quedar yo sola aquí? —Pregunte, aunque ya sabía la respuesta.

—No —Dicho eso se levantó y se fue supongo que a dormir.

Yo me volví a tumbar e intenté dormir, cosa que me fue imposible, había estado durmiendo por la tarde y por razones un poco obvias no me venía el sueño. Suspire sonoramente.

—Mañana tendré una cara de pena —Dije en tono alto.

■□■□■□■□■□

Mi alarma sonó y me levante. Me metí en el baño a duras penas y me miré en el espejo. Como había previsto mi cara daba pena, las ojeras me llegaban al suelo. Me metí a la ducha y salí rápido, no tenía ganas de ir andando rápido al instituto, así que debería darme más prisa de la normal para arreglarme.

Me peine y cepille los dientes, estuve debatiendo si ponerme o no un poco de maquillaje en las ojeras, decidí que no. Al llegar a mi cárcel personal entre.

todo el mundo me miraba ¿Tan mala cara llevaba? mire hacia un lado y las arpías estaban solas, cosa que me sorprendió.

Cuando estaba a punto de entrar por la puerta alguien me detuvo, no tuve que mirar para saber de quién se trataba. Suspire frustrada y me gire.

—¿Qué demonios quieres? ¿Sabes? Es muy temprano para que empieces a ponerme de mal humor —Gruñí.

—Wow ¿No dormiste anoche? Vaya ojeras... —Comentó sorprendido por mi aspecto.

—Si es lo único que vas a decir, me voy.

—No, no, solo quiero disculparme por cómo me puse ayer con eso de gritarte y tal... —Murmuró apenado.

—Disculpas aceptadas ¿Ahora podrías soltarme el brazo? me empieza a incomodar la cara de odio de tu querida novia imaginaria —Hice un movimiento de cabeza hacia donde se encontraba la "abeja reina" mirándome con odio. Él se giró para mirar.

—Primero; no es mi novia imaginaria y segundo; me da igual, que mire para aquí como le dé la gana —Dijo volviendo a mirarme aun sin soltarme el brazo.

—Vaya, vaya ¿Alguien se empieza a hacer el valiente o simplemente dejo de andar como un cachorrito detrás de ella? —Dije riéndome de forma cínica, él frunció el ceño.

—Entiendo que digas las cosas que piensas, pero podrías hacerlo de una forma un poco menos ofensiva ¿Sabes?

—Lo siento, pero eso no está en mi naturaleza y ahora suéltame de una vez, empieza a ser realmente molesto —Me soltó y me disponía a entrar cuando su voz me detuvo.

—Seamos amigos —Eso me pillo totalmente desprevenida.

—¿Tienes fiebre? O no espera algo peor ¿Que has fumado? —Pregunté incrédula.

—¿Qué? Lo digo enserio... —Hizo una mueca.

—¿Si te digo que si me dejaras un rato en paz?

—Mmm sí —Contestó sonriendo.

—Pues hasta luego nuevo "amigo" —Dije haciendo comillas con los dedos y yendo dentro del recinto.

Me pase la mañana metida en una clase vacía, no tenía ganas de aguantar a los profesores y menos las miradas de las cabezas huecas por mi mala cara.

Sonó la campana que anunciaba el receso, salí hacia el jardín y me senté, cuando de repente siento la presencia de alguien sentado al lado mío.

—¿Qué haces? —Pregunté.

—Estar con mi amiga ¿A ti que te parece?

—Oh...es cierto —Dije. Ya ni me acordaba de ese pequeño detalle.

—Bien, déjame usar tus piernas de almohadas parecen blandas y estoy realmente cansada "amigo" —Murmure mientras me tumbaba en sus piernas, que eran realmente cómodas, pero no tan blandas como aparentan ser.

—E-eh, está bien —Dicho eso ultimo por su parte, cerré los ojos y caí dormida estaba realmente cómoda así. 




una historia diferente (jimin) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora