una historia diferente (jimin) ✓

Final

(Pov ____)

Me desperté cansada y sin ganas de moverme, pero hoy, si o si tenía que ir. Me levanté y me metí en la ducha para así intentar despejarme y relajarme. Estaba bastante nerviosa. Salí, me seque, me peine y me mire por más de diez minutos en el espejo diciéndome a mí misma que todo iba a ir bien, que solo había pasado un fin de semana y era muy poco tiempo para que él dejara de sentir cosas por mi...o no.

Me puse el uniforme y salí disparada de la casa sin siquiera despedirme de mi madre, la cual hoy se iría de viaje. Después la llamaría y la pediría perdón, pero ahora necesitaba verlo para decirle lo que siento y dejar de estar tan nerviosa.

Me dirigía al instituto a un paso bastante rápido, al llegar empecé a buscarlo por todos lados, pero no lo encontraba. Empecé a maldecir en voz baja mientras entraba para ir a mi clase, lo vi a lo lejos, pero justo la campana que indicaba que comenzaban las clases sonó y tuve que entrar en el aula.

Las tres primeras horas se me pasaron extremadamente lentas y aburridas, no veía la hora de salir al receso y rezar por que esta vez sí me encontrara con él.

Gracias a dios al fin sonó la bendita campana y pude salir a buscarlo, pero nuevamente mi mala suerte o el destino no me dejaron encontrarlo por ningún lado, haciendo que mi paciencia se empezara a agotar.

Completamente enfadada me dirigía a mi última hora y aun no lo había visto, empezaba a pensar que, si no lo había encontrado ya, era porque el destino no quería que estuviéramos juntos o algo así.

Justo cuando iba a entrar en clase le vi saliendo del baño de los chicos, no lo pensé dos veces y corrí hacia él, me miro con cara de susto, le agarre la mano y empecé a andar con él mientras buscaba un aula que estuviera vacía, cosa que tardamos mucho, ya por fin dentro del aula me dispuse a hablar.

—Tenemos que hablar sobre lo del viernes —Dije con voz temblorosa.

—No, si solo vas a decirme que no te gusto o algo así prefiero que calles ahora y no sigas.

—No voy a decir eso...escucha y déjame hablar ¿Quieres? —Intentaba encontrar las palabras adecuadas para decirlo, pero nada salía. Sentía que cada vez me ponía más nerviosa y que un nudo se formaba en mi garganta impidiéndome hablar.

—Si no vas a decir nada me voy, no quiero que me echen la bronca por faltar a una clase —Se estaba yendo de nuevo y no podía permitir que pasara otra vez, corrí de nuevo hacia él haciéndolo girar y que me miraba, sentía como las lágrimas se acumulaban en mis ojos.

Comencé a andar con él a rastras y volverlo a meter dentro del aula, esta vez me puse delante de la puerta para que no pudiera irse

—Dame un minuto por favor —Dije mientras una lágrima corría por mi mejilla, él se acercó y me la quito con demasiada delicadeza, como si tuviera miedo de tocarme.

—está bien, pero deja de llorar —Mire hacia el suelo y cuando estuve preparada mentalmente para decirle todo, hable.

—Yo...yo es cierto que el otro día te rechace y después dijiste todo eso y te fuiste dejándome sola, cosa que provoco que mi pecho doliera de una forma que nunca antes sentí y-y estuve todo el fin de semana pensando sobre ello, tenía la cabeza echa un lio, ningún pensamiento estaba claro, llame a kook para que me ayudara y...

—Al grano por favor, si le sigues dando tantas vueltas me moriré por la espera —Pidió en tono desesperado.

—Pu-pues, llegue a la conclusión de que estoy enamorada de ti —Dije y mire hacia la cara de él, que simplemente me miraba sin expresión—Puede que ya no quieras nada conmi... —No pude terminar lo que decía, sentí sus labios sobre los míos, me estaba besando.

Se separo de mí y me miro con miedo ¿Pero a qué? iba a decir algo, pero de nuevo no pude, me volvía a estar besando, así que simplemente me dejé llevar. Cuando por fin creyó que era buen momento para acabar el beso, se separó y me miro a los ojos con una gran sonrisa plantada en su rostro.

—¿Quieres ser mi novia? —Pregunto, yo ni siquiera podía contestar sentía que me faltaba la voz, así que lo bese esperando que entendiera que era un sí.

—Te quiero —Dije cuando nos separamos, él me dio un beso rápido en los labios y dijo:

—Yo también te quiero —Sonrió.