Capítulo 6

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- No puedo creer que las vacaciones hayan pasado tan rápido.

- Lo sé.

Marinette sonrió por la manera en que se quejaba su mejor amiga. Esta torcía la boca y se cruzaba de brazos mientras su vista siempre estaba hacia adelante. Le parecía gracioso en ocasiones.

-Lo bueno es que pudimos pasar a tercero y sin ninguna materia. - añadió la pelinegra.

-Oh. Eso si. -asintió suavizando sus rasgos y sacando su celular, al mismo tiempo que llegaban a la entrada del Instituto. - Creo que ya es hora de sacarnos la primer selfie del año escolar, ¿no creés? - sonrió abriendo la aplicación de la cámara desde su móvil.

- ¡Claro! - exclamó contenta mientras su amiga la abrazaba. Ella le respondió con el mismo gesto. Alya elevó el celular unos centímetros, para pudieran verse las dos en la pantalla e hicieron el signo de paz con una de sus manos mientras sonreían. La morena toco la pantalla y ¡listo! Una hermosa foto de dos mejores amigas, se guardaba en la memoria del teléfono.

...

-¿Quienes serán ellos? - escuchó que murmuraban.

- No lo sé. No los vi en la entrada. - dijo otro.

- Yo tampoco.

Adrien fijó su mirada hacía los dos nuevos muchachos.

- Parece que son hermanos. - comentó Nino.

-Si. Eso parece.

- Muy bien, chicos. - llamó su atención. - Mi nombre es Alice Vial. - se presentó. -Seré su profesora este año. Y estos chicos... - señaló a los dos que se encontraban a su lado.-...serán sus nuevos compañeros. Ellos son Bonnie y Nathan Jones. - los presentó ante el grupo de estudiantes. -Pueden sentarse en uno de los asientos de atrás. - les indicó a los recién llegados.

Los hermanos Jones, se dirigieron hasta sus asientos mientras todos los observaban. No porque les parecían raros, si no porque debían admitir que ambos chicos atraían de cierta manera.

Los dos jóvenes tenían ojos marrón claro, tez blanca y cabello azabache igual que Marinette pero sin esas luces azules que hacían que su cabello resaltara. Sin embargo, ese par de hermanos eran muy atractivos.

- Bien. Empezaremos con la clase. - comentó la profesora.

...

- Disculpen. - llamó su atención. - ¿Ustedes son Marinette y Adrien?-preguntó Bonnie.

- Si. Somos nosotros... eh...

-Bonnie. - completó la frase.- Y el es Nathan. - señaló a su hermano

- Entonces, hola Bonnie y hola Nathan. - los saludó con una sonrisa. - ¿Ocurre algo para que nos buscarán?

- No, no ocurre nada. - sonrió Nathan. -Mi hermana y yo solo queríamos saludar a la pareja más famosa del Instituto.

- Nosotros no somos una pareja. - habló Adrien por primera vez algo nervioso.

-¿Ah no? - Bonnie levantó una ceja. - Es que se parecen tanto a una. Además, antes hemos escuchado decir a algunos alumnos que lo eran.

- Pues no. Sólo somos amigos. - explicó la ojiazul sonrojada.

- Oh, ya veo. - la estadounidense sonrió. - Bien, hasta luego. - miró a su hermano - ¿Nos vamos, Nathan?

-Claro, hermanita.- la incitó a que se adelantara.- Adiós. -se despidió guiñando un ojo y se retiró detrás de Bonnie con las manos en los bolsillos.

- Son... amigables.- comentó Marinette después de unos segundos.

- Te guiñó un ojo. - respondió el rubio con una mueca.

- Claro que no. Solo...

- ¿Solo qué?

- Solo lo hizo por costumbre, quizás. O tal vez le gusta hacerlo y ya. - se explicó la joven. - El que un chico guiñe un ojo no significa que si o si sea para una chica.

- Sinceramente, no veo que este chico pueda ser gay. - se encogió de hombros, cruzándose de brazos.

- Será mejor que dejemos esto. -hizo espavimientos con las manos. - ¿Nos vamos?

-Claro. Muero de hambre. - colocó una mano en su estómago.

- Bien. - rió. - Vamos a mi casa.

...

- Entonces, ¿son ellos?

-No estoy muy segura. Pero habrá que acercarnos a ellos si queremos asegurarnos. - lo miró.

- Eso quiere decir que tendrás que dejar de ser creída.- le dijo divertido.

- Ja-Ja-Ja. Que gracioso. - respondió sarcástica.

- No creo que, siendo como eres, ellos se hagan tus amigos tan fácilmente.

- Pues tú también deberías cambiar. - espetó con los brazos cruzados.

- Te lo digo porque la creída, mimada y caprichosa, ya se encuentra en nuestro salón. - señaló a Chloé. - Yo no debería cambiar. - sonrió. - Ellos me aceptaran como soy. - la joven rodó los ojos- Estás consiente de que soy muy diferente a ti.

- Sí, lo sé. Sigo sin entender porqué en ocasiones llegas a ser demasiado bueno. - Él se encogió de hombros restándole importancia.

- Déjame ser yo. - le guiñó un ojo divertido.

...

-¡...Princesa...! - la llamó vagamente - ¡...Princesa...! -cerró sus ojos.

- ¿Qué ocurre, Chat? -preguntó colocando ambas manos sobre su cadera.

- Estoy aburrido. - soltó haciendo un puchero, estirándose sobre el colchón.

- ¿Y qué quieres que haga?- cuestionó con ironía.

- Desaburreme - pidió abriendo un ojo.

- ¿Cómo?

- ...Mmm... - fingió pensar - ...No sé... - se encogió de hombros volviendo a cerrar los ojos.

- Entonces, no puedo hacer nada. - le dijo girando sobre sus talones, queriendo volver a lo suyo.

- No puedo creer que todavía tengas tarea por hacer. - lo escuchó decir mientras se levantaba.

- No me culpes. La pastelería ha tenido muchos clientes hoy. - explicó revisando el tercer problema de matemática - Lo que yo no puedo creer es que ya nos hayan dado tanta tarea para ser el primer día de clases.- bufo molesta.

-Solo nos han dado problemas y cosas de repaso de cada materia. - aclaró acercándose a ella.

- El problema aquí es... que no me acuerdo de nada. - sonrió avergonzada mirándolo.

- Princesa, ¿cómo no te vas a acordar lo que aprendimos el año pasado? - le preguntó incrédulo levantando una ceja.

- Te digo la verdad. - contestó dejando el lápiz sobre el escritorio. - No me acuerdo de nada. - se encogió de hombros con una sonrisa inocente.

- Entonces, yo te enseñaré. - se señaló - Seré tu profesor, querida alumna. - sonrió coquetamente.

- Por Dios, Chat. - rió - ¿Podrás enseñarme todo lo que aprendimos en un año en... - lo pensó -...poco tiempo? - dudó no sabiendo cuanto tiempo tenían.

- Todo, así lo que se dice todo, no.

-¿Entonces?

- Solo te ayudaré a repasar. - aclaró - Sé que no recuerdas lo que hemos aprendido. No todo, supongo.-soltó una risita - Así que esas cosas, yo, te las ayudaré a recordar.

-¿Cómo? - curioseo.

- De una forma divertida. - agarró su mentón. - Y que sé que te gustará. - afirmó antes de besarla.

¿Y si huimos juntos? - MariChat // Segunda temporada de "Ella" //Where stories live. Discover now