¿Y si huimos juntos? - MariChat // Segunda temporada de "Ella" //

Capítulo 12

- ¿Ponermelos?

- Si. Por favor.

Marinette borró su sonrisa cuando se lo pidió. ¿Ponerselos? Aquello no era posible. Admiró nuevamente aquellos pendientes. Eran dorados y con una pequeña piedra roja. Parecía costosos.

Miró nuevamente a su compañero. No estaría mal ponérselos unos minutos y luego sacárselos. Aunque sabe que no tendrá otra oportunidad de ponerse unos aretes que no sean los que lleva siempre.

- Esta bien. - volvió a sonreír. - Iré al ba...

- No, pontelos aquí. Si quieres, te ayudo. - se ofreció.

- Ehh... claro. - dudó.

...

- Pequeña Bonnie. - la llamó. - ¿Cómo va todo?

- Perfecto, Señor. - sonrió con malicia. - Ya sabemos sus identidades y todo sobre la pareja que forman Chat Noir y Marinette Dupian.

- Perfecto. - soltó una pequeña risa malvada. - ¿Y cómo se encuentran ellos?

- Por ahora, están peleados. Hace una semana que están así.

- Bien hecho. - sonrió de la misma manera que su cómplice. - Tú hermano se esta ocupando de todo ahora, ¿no es así?

- Exacto, Señor. Será sencillo con respecto a Marinette.

- ¿Y Chat Noir? - preguntó recordandoselo.

- Adrien, o Chat Noir, será más complicado. - hizo una mueca. - ¿No podríamos incluir a Chloé al plan? Ella es la que más se le acercó en estos días.

- Ella ya me ha fallado una vez. - recordó aquella vez que le dio la oportunidad de ser la mejor y no pudo cumplir con su deber. - Pero si dices que es la más cercana a él... Le daré una oportunidad. - apretó el mango de su bastón entre sus dedos. - Llévala a un lugar dónde puedan estar a solas, sin ser molestadas. Si es posible esta noche. - ordenó con voz firme. - Ahí le ofreceré mi ayuda... - amplió su sonrisa. -...sabiendo que ella me ayudará a mi.

...

- Buenas noches, Nathan.

- Buenas noches, Baby Girl. - se despidió dándole un beso en la mano, haciéndola escuchar por primera vez su acento inglés.

Al enderezarse, notó la cercanía de ambos. Acercó su rostro al de ella, queriendo probar sus labios como hace una semana. Ella al notar lo peligrosamente que estaban sus labios de los suyos, movió su cabeza y colocó una mano en el pecho de este para alejarlo un poco. No de nuevo.

- Yo... lo sien...

- Buenas noches. - dijo después de plantarle un beso en la mejilla derecha.

La puerta se cerró y Nathan se dirigió a su hogar con una sonrisa. No por el beso que ha recibido -aunque una pequeña parte era por eso- sino, porque Marinette se había olvidado de pedirle sus pendientes.

- Dámelos, Nathan.

- No, Bonita. No te los daré hasta que esta cita termine.

- Pero ¿por qué?

- Porque sé que enseguida te los quitarás.

- Yo no iba a... - se detuvo y razonó un segundo. - ¿Cómo sabes que iba a hacerlo?

- Magia. - respondió en tono juguetón. - Pero enserio. - volvió al otro tema - No te los daré hasta que todo termine. ¿Esta bien?

- Esta bien. - contestó rindiéndose, luego de un suspiro.