¿Y si huimos juntos? - MariChat // Segunda temporada de "Ella" //

Capítulo 9

- Nathan, te he dicho que salgas de aquí. - recalcó empujándolo hacia la puerta.

- Pero ¿por qué? - sonrió.

- Ahs, esto es sólo para chicas. - bufó. - No chicos. - señaló. - Ahora vete... - se acercó a su oído -
...si quieres que esto salga bien. - le susurró.

- Ok, ok. - salió del cuarto y volteó a verla. - Ahora me...

- Listo, ya no nos molestara mas. - sonrió Bonnie poniendo ambas manos sobre su cadera, después de haberle cerrado la puerta en la cara.

...

- Ah... que aburrido.

- ¿Qué te ocurre? - preguntó Plagg llevándose un queso a la boca.

- Estoy aburrido. - hizo un puchero chistoso.

- ¡Ja! ¿Es por lo de tu...? quiero decir, ¿por Marinette? - corrigió rápidamente antes de que su portador lo corrija con la misma excusa de siempre.

- Si. - siguió con el mismo gesto. - No sé que ha... - se detuvo y pensó un momento.

- Ay, no. Tiene una idea. - susurró para sí.

- Plagg, transformame. - pidió.

- ¿Qué? No, no. - negó con la cabeza - No te ayudaré a espiar a Marinette. - se negó sabiendo que esa era su intención - Quedate aquí aburrido. - sentenció.

- Vamos, Plagg. - rogó. - Cuando termine todo esto te daré dos.... ¡no! te daré tres Camemberts.

- ¿Lo juras? - preguntó con los ojos brillantes por el solo hecho de escuchar su queso favorito. ¡Y que le daría tres!

- Lo juro.

...

- ¡Auch!

- ¿Qué fue eso?

- Déjame ver.

Bonnie se acercó hacía la ventana de su habitación. Abrió las ventanas de par en par para poder observar mejor. Sonrió.

Miró hacía atrás y pudo ver a sus invitadas estar distraídas. Sin pensarlo dos veces, tomó las galletas que quedaban y las arrojó hacía afuera.

- No hay nada, allí. - cerró la ventana. - Iré a traer mas galletas chicas. ¿Les parece bien?

- Claro. - respondieron las amigas al unísono para después reírse.

- Ahora vuelvo.

La joven cerró la puerta tras de sí y se dirigió al cuarto de su hermano. Tocó la puerta repetidas veces hasta que este le abrió.

- ¿Qué haces que no me abrías? - cuestionó poniendo una mano en su cadera.

- No es de tú incumbencia.

Bonnie rodó los ojos antes de responder: - Bien, no importa. - se acercó a él - Ahora tienes mi permiso para entrar en mi habitación. - sonrió de forma maliciosa.

- ¿Por qué tu cambio tan repentino de opinión? - cuestionó con una ceja levantada.

- Solo te diré que puedes estar con Marinette todo el tiempo que desees.

...

- Alya, ¿podrías ayudarme a sacar el chocolate de la estantería? Yo no las alcanzo.

- Iré yo. - se ofreció Marinette.

- No, no. - rió. -Están muy altas y Alya es la más alta aquí.

- Esta bien. Vamos. - comentó la morena enderezándose y dirigiéndose a ella.