If I Die Young

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LAUREN

El recuerdo de nuestra primera cita es tan vívido, que se siente como ayer. La manera en que Camila cerró los ojos mientras la cuchara tocaba sus labios, me tenía moviéndome más cerca de ella, y estuve a punto de perder mis nervios cuando vi su lengua salir lentamente para saborear la frambuesa y chocolate que esperaba por ella. 

Lo supe en ese momento, que iba a besarla. Solo no esperaba que fuera tan impactante como lo fue. Por primera vez, mi corazón estaba latiendo y era todo a causa de ella.

—¿Cómo te sentiste cuando te enlistaste?

Estiro mis piernas enfrente de mí. Levanto la mirada al reloj y me doy cuenta de que solo he estado aquí por quince minutos. Parece como que ha pasado una hora. Mi tiempo debería haber terminado. Debería estar levantándome y saliendo, para nunca ver a esta señora de nuevo. En su lugar, está sentada enfrente de mí con sus manos cruzadas ordenadamente encima de su escritorio. Su postura es relajada y en lo que se supone sea reconfortante. Estoy cualquier cosa menos que eso.

Su pregunta me toma por sorpresa, y es algo de lo que amo hablar.

Estoy orgullosa de servir a mi país, siempre lo he estado. Incluso a la luz de lo que he aprendido esta semana, aún estoy complacida.

—Estaba emocionada. Había visto varias universidades por cerca de un año. Tenía algunas ofertas de becas, pero nunca sentí una conexión con ninguna de ellas. Mi padre no estaba muy entusiasmado de que hubiera decidido enlistarme. Creo que pensó que iría a la universidad, dado que Chris se estaba dirigiendo a la Armada. Yo había estado siempre más inmiscuida en los deportes mientras que Chris estuvo aprendiendo de mi padre. Tengo la impresión de que cuando me enlisté, pensó que estaba tratando de robar la atención de Chris.

—¿Por qué crees que pasó eso?

Dejo caer mi cabeza hacia atrás ligeramente y cierro los ojos. Decirle a mi padre que iba a enlistarme no fue para nada bien. Chris había dado las noticias primero, y vi cuán feliz estuvo mi padre. Di por sentado que él aceptaría mi decisión de enlistarme igual de bien. Solo que no lo hizo.

Cuando dije la palabra "enlistar" frunció el ceño, y cuando dije "Armada" hizo una mueca completa. Fue solo después de que esto pasó que aprendí que él quería que jugara fútbol en la universidad y pensaba que estaba desperdiciando mi talento. Eso, junto con el hecho de que había escogido el mismo camino que Chris, significaba que él no estaba muy feliz conmigo. Él quería algo diferente para mí.

»Fue el padre de Camz el que me vendió la idea de la milicia. Estaban teniendo una barbacoa y tenían a algunos amigos ahí. Su papá era del ejército, pero nunca favorecía a una rama sobre la otra. Siempre fue muy inclusivo. Me senté y escuché sus historias y solo me cautivaron. Uno de ellos dio a entender que era algo más que de las Fuerzas Especiales. El detalló la historia de su unidad y todo lo que hicieron, y me pude ver a mi misma saltando de un avión en el medio de una batalla. Me pude ver a mi misma sirviendo a las personas que estábamos tratando de proteger.

Quería ese reto, el peligro, pero no quería esperar. Uno sugirió la Armada y menciono a los SEAL, diciendo que podías ir a la escuela después de la preparatoria. Eso es lo que yo quería.

Bajo la mirada hacia mi pierna y pego con mi pulgar y mi dedo índice contra la arruga en mis pantalones. Todo en ese entonces parecía tan simple. Firmar mi nombre en la línea punteada y servir a mi país. Mi objetivo era hacerme de un nombre por mí misma, casarme con Camila y formar una familia.

—¿Lauren?

Levanto la mirada ante el sonido de mi nombre siendo llamado.

Aclaro mi garganta y me enderezo.

—Lo lamento —digo—. Me perdí.

—¿Te importaría compartir en qué estabas pensando?

Sacudo la cabeza, mis labios apretados. Algunos de esos recuerdos, son dolorosos. Me hacen extrañar todo lo que ha pasado en la vida de Camila en los pasados seis años. Sé que es imposible extrañar algo que no has tenido o de lo que no has sabido, pero lo extraño. Quiero estar fresca en sus recuerdos, y justo ahora, no soy nada más que un fantasma.

—Tu padre murió en combate, ¿correcto?

Mis ojos se mueven hacia la ventana, la misma ventana en la que Camila se paró más temprano y observó mientras me sentaba en el banco del parque. Incluso desde la distancia, podía ver la angustia que estaba atravesándola por mí. Muchas veces me levanté con la intención de solo irme, cualquier cosa para disminuir el dolor que había causado, pero no puedo alejarme, no ahora. Camila y yo no hicimos nada mal en este jodido desastre. Nos merecemos una oportunidad.

»Como la mayoría, su muerte fue un resultado del 9/11. —Sacudo la cabeza ligeramente. Tantas muertes y la guerra nunca terminarán—. Él estaba trabajando con algunas tropas terrestres. Estaban limpiando una villa y uno de los soldados en su primer despliegue no estaba viendo por donde caminaba. El equipo explosivo improvisado tomó a cerca de seis de ellos, mi padre incluido.

»Chris y yo fuimos los primeros en saberlo. Él estaba en Iraq, y yo acababa de aterrizar en Afganistán. Incluso aunque mi padre y yo estábamos en el mismo país, no nos veíamos el uno al otro. Al menos no del modo en que pensábamos. —Bajo la mirada hacia el piso y me concentro en el agujero en la alfombra preguntándome por cuánto tiempo el suelo ha estado desnudo.

»Mi padre se desangró en el campo, sus piernas fueron desprendidas de su cuerpo. El médico dijo que no sufrió, pero estuvo vivo por unos minutos después de la explosión. Primero le creí al doctor, pero mientras veía mis propios combates y observaba a mis amigos morir, supe que sus oídos estaban sonando y podía escuchar los gritos incluso si estaban amortiguados. Él sabía lo que estaba pasando mientras su respiración se volvió más elaborada y no podía sentir sus piernas. Sé que luchó por moverse antes de que los insurgentes se movieran en su dirección. Lo he visto una y otra vez. Los soldados que no están vivos están luchando por salvar a sus compañeros, todo mientras tratan de salvarse a sí mismos.

Tengo que levantarme y caminar. Destellos de soldados en el suelo, son imágenes que no quiero recordar justo ahora. Paso mi mano por mi cabello y jalo del mismo ligeramente. Suspiro pesadamente y descanso mi cabeza contra el muro

»La guerra es fea. Destruye familias y tu fe en la humanidad. Perdí a mi padre y tuve que dejar a mi hermana crecer sin mi. Chris y yo pudimos haber tomado una licencia, pero mi madre nos aseguró que estaban bien.

Sacudo la cabeza y me muevo de regreso a la silla, pero antes de sentarme miro a la terapeuta y la analizo. Ella no está escribiendo o incluso viéndome, está llorando. Ella derrama lágrimas por una familia que ni siquiera conoce, un hombre que perdió la vida sirviendo a su país.

Me atrapa mirándola y trata de sonreír. Saca un pañuelo de la caja que esta sobre su escritorio y seca sus ojos. Estoy tocada por su habilidad de mostrar emoción con un trabajo como el suyo. Tengo que apartar la mirada, porque no quiero ver la lástima en sus ojos. Mi familia ha atravesado algo que nadie debería experimentar nunca a causa de la guerra.

—¿Estás lista para hablar acerca de lo que paso la última vez que desplegaste?

Mis ojos la estudian, afiladamente. Mi cabeza se mueve antes de que tenga tiempo para pensar porque no, no quiero hablar acerca de las decisiones que fueron hechas para mantenerme lejos de mi familia. Que me mantuvieron a mí y a tres de mis compañeros de unidad en el denso bosque por años sin comunicación, sobreviviendo solo con nuestras habilidades mientras tratábamos de encontrar al hombre más evasivo en el mundo.

—Tendremos que discutir tu tiempo ahí.

—No justo ahora —demando—. Hablaré de cualquier otra cosa, menos de eso.

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NA: Disfruten por que este sera el ultimo FF que escriba. Me siento un poco desmotivado por la poca interactividad (comentarios, likes, etc) Asi que lo he decidido, Lauren Wallbanguer no tendra segunda parte. Y esta historia tampoco. Gracias a las personas que comentan y se toman la molestia. Gracias a ustedes esto sigue vivo. 

Besos, Logan.

Thinking of you (CAMREN)Where stories live. Discover now