Cap 28

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-Es una estratagema para abrir la mente de tu padre- afirma Isabella sorteándome sin miramientos y comenzando a caminar por el callejón con decisión. Yo la alcancé y me puse a su lado, caminando a su mismo ritmo. Noah iba detrás de nosotros escuchándonos en silencio. Chico listo, pues en ese momento no estaba muy de humor para que me interrumpieran, precisamente.

-Explícate- le espeto irritado. ¿Por qué me estaba dando tantas evasivas? Creía que esa etapa se había acabado. Yo le había contado todo lo que me sucedía, pero ella estaba volviendo a las evasivas... Y eso me ponía de muy mala leche.

-No me vengas con cuentos Lunático. A ver, explícame por qué no quisiste decirle a tu padre que sabes acerca del secuestro de tu madre- me espeta Isabella y yo la miro hirviendo de furia. Sentía la ya conocida oleada y no me sorprendí de tener que luchar contra ella para que tomara el control; pero ya tenía práctica y no iba a dejar que la ira me controlara, ya nunca más.

-Eso es muy fácil. Merezco que él me lo diga y si no quiere decírmelo es que no me considera como alguien de la familia o cree que soy tan estúpido e inmaduro que no sabré cómo reaccionar. Merezco que él confíe en mí... y mientras no lo haga completamente no le voy a contar que yo ya he estado a punto de morir ni que soy algo parecido a un ángel de la muerte- afirmo con una dulzura tan falsa que era fría y distante.

Isabella me miró como si la hubiera abofeteado. Yo me mantuve impasible, esperando que ella me explicara por qué había hecho lo que hizo.

-Vale, le dije aquello a tu padre para que cuando le contemos todo, porque estoy segura de que se lo contaremos en algún momento, esté predispuesto a aceptar que no nos estamos inventando toda la historia...- afirma y luego me mira directamente a los ojos como si me estuviera desafiando.- Y para que tenga otra oportunidad de contarte lo de tu madre.

Resoplé irritado.

-¿Tanto te costaba decirme eso?- le pregunto incrédulo. Isabella se encogió de hombros y no me dio ninguna explicación. Yo mantuve suprimida mi rabia y me armé de paciencia. Porque sé muy bien que con ella es necesaria más paciencia de la normal.

-Miren quién está aquí- comenta Noah de pronto apuntando a la acera de enfrente. Habíamos llegado al final del callejón junto al hospital. Y justo cruzando la calle estaba Josh mirándonos con alivio.- Debe de haber estado muy preocupado, pues su amigo el ángel de la muerte había sido secuestrado y él pensaba que eras invencible.

Yo me puse rígido ante el tono ácido de Noah y lo miré con culpabilidad. Al final se me había olvidado comentarle que le había contado todo a Josh. Solo hablamos de Lillith la tarde anterior.

-Se me olvidó decirte que le había contado lo mío. – comento cabizbajo.

-¿Cuánto le contaste?- pregunta Noah fríamente.

-Eh... Creo que todo lo que tiene que ver conmigo. También sabe que moriste y que te traje de vuelta y que también puedes ver a los ángeles de la muerte, pero no le dije nada de tus demás poderes...

-Eso es porque no sabías de ellos- espeta Noah furioso sin levantar un ápice la voz. Yo le sostuve la mirada.

-No, pero sospechaba de ellos. No lo sabía con certeza, pero creía que desarrollarías poderes con el tiempo. Además, si lo hubiera sabido, no se lo habría contado tampoco, eso debías decidirlo tú mismo.- afirmo con seguridad. Noah me mira con desconfianza, pero luego de unos segundos decide que no vale la pena seguir discutiendo y asiente con la cabeza.

-Bueno, igual creo que deberías hablar con él. Anoche estaba como loco intentando localizarte y cuando me dijo que ya lo sabía todo... Bueno, le conté que te habían secuestrado- afirma Noah mirando a Josh, quien estaba apoyado en el edificio tras de él con los brazos cruzados esperando a que nos acercáramos.

Conspiración (Crónicas del Nigromante 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora