7. Los lazos rojos

758 71 17
                                    

(Dibujo - @zathors)

Título: Los lazos rojos.

Resumen: A veces uno se cree más solo de lo que está. O eso cree Adrien hasta que Ladybug desaparece de su vida, y de repente, como si nada, la vuelve a encontrar en alguien que ya conocía.

Ships: Adrinette (Adrien/Marinette), Ladynoir (Chat Noir/Ladybug) no-explícito.

Advertencias: Ninguna. ¿Angst, tal vez?

Palabras: 1613

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Habían pasado cuatro años desde que Marinette había dejado el instituto para comenzar a estudiar y convertirse en una estilista profesional. Sabía que aquella era su dedicación principal.

Sin embargo, no era más de un año que fue cuando vio a Chat Noir por última vez. Desapareció, y un día, también lo hizo Tikki. No pudo despedirse de ninguno, y a día de hoy, seguía sin poder creer que todo aquello fue real. Aquello realmente podría haber sido un sueño en el que ella salvaba París, conocía a un chico del que se acabaría enamorando y cuyo recuerdo, un día cualquiera, caería entre sus dedos, lo pisaría sin querer, y entonces, entonces era cuando Marinette lloraría.

Recordó que cuando notó por primera vez la ausencia en sus lóbulos, se cortó el pelo. Sin piedad, lo dejó tan corto como lo había tenido su compañero desaparecido. Pasó tres meses sin encontrarse bien, ni siquiera hablaba con Alya. No quería recordar aquella pérdida, quería seguir adelante como si nada hubiese pasado, quería estudiar y formar su futuro: un futuro sin magia, y sin su más fiel compañero.

A veces daba gracias porque la última visión que tenía de Chat Noir fue un choque de puños y una sonrisa más amplia que las mariposas blancas que giraban en torno a ellos tras derrotar a Hawkmoth. Aquellas, aquellas fueron las mariposas que se lo llevaron, que se lo arrancaron. Y, lo máximo que conservaba de él, era aquel cascabel que le ofreció como recuerdo del fin de la misión. Chat Noir a cambio se llevó sus lazos rojos, y, tras un abrazo, no volvería a verlo jamás.

Estaba caminando por los pasillos de la universidad cuando vino una compañera de su clase a avisarle que a la siguiente hora tendrían una charla con un modelo famoso de París que había estado yendo de universidad en universidad hablando sobre el mundo de la moda. Marinette acomodó su flequillo y asintió, viendo cómo aquella compañera se alejaba con sus amigas, y sintiéndose, entonces, el ser más solitario del mundo.

Caminó con pasos largos y pesados, frotándose las ojeras, hacia donde se supone que el chico daría la charla. Cerró los ojos y suspiró profundamente antes de abrir la puerta y abrirlos. Cuando estos pudieron regular la potente luz del Sol que entraba por la enorme ventana de enfrente, Marinette sintió cómo su pecho se encogía, viendo el perfil del chico que le había gustado por tantos años. Tragó saliva, el rubio estaba sonriente y brillaba con más luz que lo hacía el Sol. Simplemente fue a su asiento, al igual que todos los presentes, y él se acomodó sentado encima del escritorio.

— Antes que nada, me gustaría presentarme: mi nombre es Adrien Agreste, y tengo la misma edad que todos vosotros. Mi padre es el famoso Gabriel Agreste, fue quien me arrastró al mundo de la moda y, realmente, no es lo que estoy estudiando, pero es por lo que más se me reconoce —sonrió ampliamente, encogiéndose de hombros.

▧ Oneshots ┊ MLBshippingWhere stories live. Discover now