Capítulo 11 - Simon

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Las malditas clases de Botánica van a matarme. El profesor Hudson es un hombre mayor, con una voz suave y monótona que te incita a quedarte dormido. Es una lucha no hacerlo, por eso necesito una dosis de cafeína antes y después de esta clase.


Me dirijo a la cafetería del campus. Me pongo en la cola y miro mi móvil. Voy bien de tiempo. Hoy es viernes, Ava sale a la una y media, aun tengo 40 minutos para llegar al instituto. Contesto un par de whatsapps de Ted y cuando me toca doy un paso adelante para pedir mi café.

Como estaba mirando el móvil, no veo que aun hay una chica delante y al tropezar con ella derramo su café.

-¡Heey! –exclama la pequeña morena.

-Mierda. Lo siento.

-Imb... –el enfado de la chica parece esfumarse cuando me ve- Tranquilo no pasa nada, por lo menos no me ha caído por encima.

-Perdona, estaba distraído con el teléfono. ¿Puedo invitarte a otro café? –pregunto señalando el café derramado en el suelo, que ahora esta limpiando una trabajadora.

-Claro, eso seria fantástico –parpadea hacia mi.

Pido para los dos y me vuelvo hacia ella. Es mucho mas baja que yo, el pelo oscuro le llega hasta los hombros. Tiene unos ojos peculiares, son verdes y marrones. Tiene un cuerpo pequeño por todas partes. Es bonita. Cuando sonríe, muestra una pequeña separación de los dientes delanteros, pero no es malo, eso contribuye a su belleza.

-Soy Nicole –sonríe para mi.

-Simon –le devuelvo la sonrisa amablemente.

-¿Estudias Farmacia?

-Si –ante mi tono y mirada acusatoria dice:

-Estamos en la misma clase de Botánica y como no hacemos la misma carrera, asumí que estarías con los otros.

-¿Los otros?

-Los de farmacia –se encoje de hombros y sonríe.

-Aah si, también os llamamos así a los de Biología.

Recogemos nuestros pedidos, pago y nos dirigimos al exterior de la cafetería.

-Ha sido un placer hablar contigo Nicole.

-Lo mismo digo Simon.

-Una vez mas, lamento haber derramado tu café.

-No te preocupes –sonríe y parpadea- Me has dado una excusa para hablar contigo.

Puede que este fuera de las ligas, pero reconozco un coqueteo y claramente yo no estoy interesado en ella.


Retrocede amigo, lentamente y con cuidado.


-Bueno, tengo que irme. Nos veremos por alli.

-Claro. Adiós Simon.

Doy un leve movimiento con la cabeza, sorbo mi café y cruzo la calle en busca de mi moto.

***

Seattle nos ha regalado un extraño día soleado en febrero. Como he llegado diez minutos antes, bajo de la moto y me siento en el banco de enfrente con el móvil en la mano.

-Bueno, esto es raro ¿Estas siguiéndome Simon?

Levanto la cabeza y me encuentro con Nicole a unos dos metros.

Te seguiré hasta las estrellas (Big Bang 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora