XXVI. Expediente.

438 31 11
                                    

Stephanie mantenía la mirada en el niño que se encontraba detrás del vidrio, tratando de no mirar a la chica que le hacia la prueba. "No la mires, no la mires", pensaba. Eun estaba haciendo la prueba con un niño que ella había conseguido sabrá Dios donde. Stephanie estaba harta y deseaba con toda su alma salir del lugar de una vez por todas, Eun la miró y Stephanie apretó los labios, tratando de pretender que no notaba la mirada de la otra chica y su pierna comenzó a moverse llena de nerviosismo, podía sentir la mirada de Eun, pesada, mirarla le dolía en el punto donde ella la había golpeado, solo recordar hacia que sintiera dolor de nuevo y el timbre la salvó.

-Hey -le habló Moonbin, el único chico de su clase-, ¿estas bien? te veo tensa...

-Estoy bien -mintió-, nos vemos luego.

Caminó fuera del aula, tratando de que Eun no la siguiera, pasó por pasillos empujando a varias personas que iban en su camino y salió de la facultad, sus pasos eran lentos y daba tras pies de vez en cuando pues su rodilla le ardía terriblemente cuando comenzaba a acelerar el paso, de nuevo, su mala, mala suerte. Eun la había alcanzado y había tomado de su hombro, para luego empujarla hacia una línea de casilleros. Stephanie se había golpeado, una cerradura de los casilleros la había dañado justo en la mitad de su espalda y su cabeza se había llevado otro golpe.

-Hola, Stephanie -habló Eun, sonriéndo, tan macabra-, ¿cómo te ha ido?

Stephanie trató de empujarla al momento que se acercó, pero Eun había tomado la delantera y había chocado rodilla con rodilla. Stephanie calló al suelo frío cómo su encuentro pasado con la chica, había sentido algo crujir dentro de su rodilla y sentía los tendones arder, el dolor le inundo el cuerpo entero y una vez mas, guardo los quejidos de dolor.

-Creo que eso fue suficiente, ¿no? nos vémos, y mándale un beso a Chan de mi parte.

Y se había ido. Stephanie estaba asustada, sentía su rodilla contraerse y cuando intentó levantarse no lo logró, había caído, odiaba el hecho de que estuviera sola, nadie quien le  pudiera ayudar, así que de nuevo hizo un intento por levantarse y lo logró, con tremendo dolor pero lo había conseguido. El auto que Chanyeol le había contratado solo para ella se encontraba ahí, y caminó hacia el, con dolor, la mujer que usualmente conducía el auto había sido remplazada -así lo había notado Stephanie cuando subió al auto- por Kyungsoo, quien miraba a su mejor amiga lleno de preocupación.

-¿Por qué cogeas tanto, Sol? -le preguntó Kyungsoo a Stephanie, angustiado, pues ayer no la había notado caminar así-, ¿te lastimaste de nuevo?

-¿Por qué has venido por mi?

-Porque quiero arreglar las cosas contigo -le contestó el chico-, me siento terriblemente mal por no haberte dicho algo como eso y quiero que lo sepas.

-¿No confiaste en mi? -le preguntó Stephanie, dolida, mirando a todos lados menos a su mejor amigo.

Kyungsoo la miró y tomó su mano, apretándola con fuerza: Tenía miedo de que comenzarías a odiarme...

-¿Acaso no me conoces, Do Kyungsoo? -interrumpió Stephanie con una pequeña sonrisita-, jamás te odiaría, no importa que hagas, yo jamás voy a odiarte, pero no vuelvas a esconderme algo así, por favor, porque me ha dolido mucho...

-Lo juro -aclaró y ambos se sonrieron.

La felicidad se cortó, Eun, quien se encontraba dando pasos hacia ellos les sonreía con una sonrisa de oreja a oreja y Stephanie juraba que se veía totalmente psicópata.

-Dale, dale, Soo, vámonos, ¡ya! -exigió Stephanie y Kyungsoo reaccionó, pues de inmediato aceleró y comenzaron a alejarse de la chica en el auto.

A pesar de todo [EXO Chanyeol]Where stories live. Discover now