Psychopath // Troye Sivan

V

Los días pasaban entre besos y silencios, nada había cambiado. Troye seguía saliendo del psiquiátrico cuando le daba la gana ¿A qué lugar? Nadie lo sabía. Ni si quiera Nara, aún siendo su única amiga dentro del centro. ¿Para qué? Según él a fumar con unos amigos que vivían cerca de allí.

Pero sospechaba que no decía la verdad, ya que cuando volvía nunca tenía olor a tabaco o marihuanna, ni en la ropa, ni en los dedos.

Pero eso eran cosas secundarias, una pequeña mota de polvo en una gran superficie.

El principal pensamiento que recorría su mente día si y día también era el porqué . El porqué de no poder hablar sobre esas subidas de tono tan características que sucedían día tras día desde aquel primer beso.

Nara estaba cansada de que cada vez que intentara abordar el tema, Troye se comportará de manera nerviosa y agresiva; ya sea ignorándola, empujándola para salir rápidamente de la situación, riéndose de ella acompañado de palabras como "Eres muy tonta, Nara. No he conocido a persona más imbécil que tú", a veces le pillaba tan desprevenido que lanzaba un par de quejas sin ni si quiera molestarse en escucharla.

Pero la chica se estaba hartando de tener que ir detrás de él, necesitaba dejar claro lo que eran para evitar confusiones.

Así que una tarde nublada de un fin de semana formulo la misma oración.

-Tenemos que hablar sobre nosotros, Troye.- Nara no era de esas chicas que se sienten intimidadas por cualquier cosa, pero Troye le influía respeto.

Pudo notar como poco a poco Troye levantaba la vista del libro observándola con malicia e indiferencia.

-No hay, ni habra un "nosotros".- dijo las palabras como quien escupía al suelo. Sintió como el corazón le iba a mil y la sangre se le helaba al tener su mirada clavada en ella, tuvo el deseo de apartar la vista, pero resistió.

Él se mantuvo unos segundos observándola, de arriba a abajo, de abajo a arriba, analizando la situación.

Al fina cerró el libro e hizo amán de levantarse de la cama en la cual ambos descansaban de una sesión de terapia intensa. Pero ella fue más rápida y  se interpuso arrojándolo de nuevo a la cama, esta vez poniéndose ella enfrente para impedir su huida.

-Tú sabes muy bien que si que lo hay.- dijo lo más segura y confiada que pudo, él la fulmino con la mirada.

-No se de que me hablas.- intento no mirarla a los ojos cuando dijo eso.

Desesperado por esquivar la conversación la apartó de un empujón para poder ponerse de pie y caminar hacia la puerta para comprobar que estaba cerrada.

-Maldita loca.- susurró por lo bajo pasándose las manos por el pelo comenzando a ponerse nervioso.

-¡Deja de negarlo, estoy cansada de esta situación!- gritó ella desde él piso, con pequeñas lágrimas en los ojos por el golpe que se había dado.

-¡Nara cállate, no entiendes nada de lo que sucede!- le gritó de vuelta, siendo consumido por la ira, apretando los puños de una manera agresiva y peligrosa. Pero eso no la paró. Más bien la impulsó a seguir discutiendo.

-¡No voy a callarme!- gritó Nara, levantándose rápidamente, enfrentándose a él cara a cara.

Troye comenzó a andar peligrosamente hacía ella con sus manos a la cabeza, apretando fuertemente su pelo. Nara retrocedió asustada hasta quedar pegada a la pared temblando ligeramente. Él se arrojó contra ella, golpeándola contra la pared.
Nara perdió el aire.
Troye levantó el puño.
La joven se preparó para el golpe. Pero, en el último segundo en lugar del puño, recibió los cálidos labios de su "amigo" de manera salvaje y dominante.

Todo su rabia se transformó en aquel beso.

Troye se apartó lentamente de Nara. La miró a los ojos marrones de su "amiga" y dijo con voz frágil, casi en susurros. Como si estuviese luchando contra sí mismo para que esas palabras no saliesen de sus labios.

-Me asusta quererte, ese es mi problema.

Segundos después salió de la habitación.

Dejándola sola y confundida.

Una vez más.