Capítulo 9

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Al día siguiente fui a la oficina de papá y al entrar al ascensor entró Ben también.
-Hola Amelia, ¿como estás?
-Bien.-Dije sonrojada. ¿Y tú?
-Igual.-Un silencio incómodo invadió el ascensor. Lo vi abrir la boca, pero ninguna palabra salió. Antes de salir:
-Amelia, ¿puedes ayudarme en un nuevo negocio que tengo a cargo?.-Preguntó un poco preocupado. Es que no se me ocurre nada y pues...
-Sí.-Esa pequeña palabra salió de mis labios sin aviso. Él sonrió.
-Muchas gracias, ¿vamos?
Entramos a su oficina. Olía a él, sonreí.
Se quitó su abrigo y lo puso en el perchero. Tenía varios allí.
-¿Piensas traerte aquí el armario?-Dije burlándome.
Él rió.-Es que se me olvidan.
Me acerqué al perchero y cogí un abrigo y un sombrero que había allí. Me los puse y giré dramáticamente. Puse mis manos en forma de pistola y fui hacia él.
-Mi nombre es Bonds, James Bonds.
Él soltó una carcajada. Me senté encima de él y dejó de reír.
-Amel...
-Vamos señor, ponga sus manos arriba.-Su cara estaba seria, o más bien sorprendida. Comencé a reír y me puse de pie.
-No vuelvas a hacer eso.-Dijo serio.
Volví a poner el abrigo y el sombrero donde estaban.
-Lo siento, señor gruñón. Él se rió.
-Estás loca. Los dos nos reímos.
Me senté en la silla frente a su escritorio.
-Bueno, empecemos a lo que vinimos.-Yo me limité a escuchar y ver.
Me explico el nuevo proyecto para la empresa, se trataba de un club para jóvenes dentro de uno de los hoteles. Tenía varias ideas y las tratamos de acordar para que solo quedara una. Me tocó hacer un dibujo de cómo podría ser este local. Cuando terminé él aún estaba ocupado con el ordenador y sus cosas. Me puse de pie y me dispuse a recorrer su oficina. Tenía algunas fotos en una repisa, me acerqué y cogí la de los niños. Supuse que eran sus hijos, sonreí y la volví a dejar allí. Seguí mirando y había una de dos personas mayores, sus padres. Al fondo de la repisa había una cámara. Sonreí y la cogí. Me acerqué a Ben discretamente y le hice una foto. El flash salió y él me miró con cara de enfado.
-Ey.-Se puso de pie y caminó hacia mí sonriendo. Dame eso.-Trató de quitármela pero yo fui más rápida. Le hice otra foto. Cerró los ojos cuando el flash salió. Yo reía a carcajadas, en un descuido me quitó la cámara y empezó a echarme fotos. Yo reía y hacia poses de modelo exagerada. Paró por unos segundos y me miro sonriendo.
-¿Qué?-Paré de posar.
-Eres preciosa.-Sonrío y puso la cámara en el escritorio. Volvió a su asiento y a su trabajo. Mis mejillas ardían y una parte de mi quería morir de felicidad.

Enamorada del mejor amigo de papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora