Enamorada del mejor amigo de papá.

Capítulo 12

-¿Cansada?.-Preguntó sonriendo.

-Un poco.-Me levanté para verlo.

-¿Quieres algo de comer o beber?

-Sí, una coca cola, por favor.-Sonreí y me puse de pie.

No te preocupes, puedo ir yo a por ella.

-No, yo iré. Dije llegando a la cocina antes de que él se pusiese de pie. Busqué una coca cola en el frigorífico y luego intenté alcanzar los vasos. Este es uno de los momentos en los que desearía ser más alta. Me puse de puntillas y ni así pude. En mi último intento, su mano lo alcanzo por mi. Mi respiración, como siempre que lo tenía cerca, se paró. Sentí su cuerpo detrás del mío. No quería moverme de allí. Me di la vuelta y nuestras miradas se encontraron. Traté de acercarme un poco. Al tratar de acercarme más se dio la vuelta. Una vez más, rechazada. Se llevó las manos a su cara, mis ojos se llenaron de lágrimas.

-Amelia, Amelia.-Se giró para mirarme a los ojos. No podemos...

-¿¡Por qué!?.-Mis lágrimas cayeron.

-Eres una niña, Amelia. No cualquier niña, eres la hija de mi jefe, de mi amigo. ¡Joder!

-¡No soy una niña!.-Me acerqué a él. Soy grande para saber lo que quiero y lo que no, y yo te quiero a ti Ben.

-No Amelia no, eres muy joven.-Cogio mi cara con sus manos. Sus dedos limpiaron mis lágrimas.- No quiero hacerte daño.- Susurró mirándome a los ojos.- Amelia, se lo que buscas, buscas al amor de tu vida, a un hombre que te quiera tanto como tú a él.- Yo negué con mi cabeza.- Amelia yo no puedo darte eso. Me atraes, lo admito. Pero no puedo darte lo que te mereces.-Esas palabras me hicieron más daño de lo que pensaba.

-No estoy buscando al amor de mi vida, Ben.-Quité sus manos de mi cara.- Yo solo te quiero a ti, no me importa que tú no me quieras tanto como yo a ti.- Limpié mis lágrimas.

-Amelia, ¿te estás escuchando?.-Intentó quitarme las lágrimas pero lo esquivé. -No podría verte mal por mi culpa.

-Lo estás haciendo ahora, a cada rato me haces daño.

-Lo siento.-Dijo poniendo sus manos en mi cara y acariciandome.

Yo me alejé de él, salí de la cocina, cogí mis cosas y me fui de aquella casa.
Me sentía fatal. Jamás me había sentido así. No tenía ganas de hacer nada. Papá me preguntaba qué que me pasaba, yo le echaba una excusa diciendo que eran "cosas de mujeres". Una semana, una semana había pasado desde ese día. La última vez que lo vi trató ve acercarse a mí, pero lo ignoré completamente. Ian ha estado muy pendiente de mi. Ha venido a mi casa con un helado de chocolate solo para intentar hacerme sentir bien. Ahora estaba en mi cama, mirando al techo. Papá lo había invitado a cenar de nuevo. Entonces pensé, ¿por qué estar así?. No le daré el gusto de que tenga una razón para llamarme niña. Si me sigo portando de esta manera no ganaré nada. Me levanté de la cama, saber uno de mis mejores vestido del armario y me di un largo y relajarte baño. Me sequé el pelo y lo dejé suelto.
Me vestí, me maquillé y me eché perfume y llamé a Nicole.
*CONEXION TELEFÓNICA*

-Ami, ¿qué pasa?

-Quiero salir de fiesta, ¿me acompañas?

-¿Tú? ¿De fiesta?

-¿Por qué te sorprendes?.-Dije riendo.