Enamorada del mejor amigo de papá.

Capítulo 29.

Me puse unos vaqueros, mis converse y una camisa. Cogí mi bolso y me hice un moño. Antes de salir recordé la marca de mi cuello y me enrollé una bufanda.
Bajé las escaleras corriendo y salí. Allí estaba apoyado en su coche mirando el móvil. Lo abrace por sorpresa y el a mí también.

-Te he echado de menos-Dijo besando mi cabeza.

-¿Vamos?

Subimos al coche y nos pudimos el cinturón.

-¿Cómo te fue tu mamá?

-Pues, bien. Estaba pensando en quedarme allí. Pero como ya casi estoy acabando la universidad no quería hacer el cambio.-Dijo sin mirarme-¿A cuál farmacia quieres ir?

-A la de la calle siguiente.

Llegamos a la farmacia y lo vi desabrocharse el cinturón.

-Hey, no tienes que venir conmigo. Si quieres espérame aquí.-Dije evitando que quisiera venir.

-Ya estamos aquí los dos, así que vamos.-Salí del coche mordiéndome el labio.

-Vengo a recoger algo a nombre de Amelia Ramos.-Dije nerviosa. Todo lo que tenía que ver con hospitales me ponía así, y más con Ian detrás mía pendiente a todo.

-Un momento por favor.-Ella buscó en el ordenador-No, no hay nada a su nombre señorita.

Suspiré y me atreví a preguntar.

-¿Y a nombre de Ben Lawyer?-Escuché el gran suspiro de Ian intentado relajarse.

-Si, espere un momento por favor.

-¿Estás embarazada?-Dijo Ian de brazos cruzados.

-¿Qué? Claro que no.-Respondí rápido.

-Entonces, ¿qué haces aquí buscando algo para él?

-Emm, es para mí.

-¿Te sientes mal?-Negué con la cabeza.-¿Entonces?

-Señorita, aquí está su pedido.-Dijo dándome un bote de pastillas.

Entramos al coche y nos volvimos a poner el cinturón.

-¿Para qué es ese bote?-Dijo mirándome.

-No es nada...

-Amelia, quiero la mayor sinceridad posible en nuestra amistad.

-Son anticonceptivos.-No lo miré a la cara.

-Entonces si os habéis acostado, ¿desde hace cuanto?

-Desde que empezamos.-Tartamudeé un poco.

Él soltó una pequeña risa de rabia. Llegamos a un parque precioso. Aparcamos el coche y bajamos.

-Quiero que me cuentes todo Amelia.-Suspiré, le conté todo lo que había pasado, el solo negaba con la cabeza y apretaba sus puños.

-Dime qué él no fue el primero Amelia...

-Él fue el primero...-Dije con un nudo en la garganta.

-Amelia, ¿cómo has podido entregarte a él? Te desconozco. No pensaba que fueras de esas que se dejan llevar por palabras inútiles. Solo porque él quería probar con una virgen y tu caíste como una tonta.

-Él tampoco lo sabía.-Él me miró y yo pise mis manos en mi cara.

-¿Qué?

-Él no tenía ni idea de que era mi primera vez. Él tampoco quería que yo me hubiese entregado a él de esa forma. Él sabe que no es el indicado para mí, yo también lo sé.

-¿Entonces por qué coño sigues con el?
¿Por qué lo hiciste?

Cerré mis ojos y deje que aquel nudo saliera a través de mis lágrimas.

-Porque me he enamorado como una tonta de él.

Ian me abrazó, me acurruqué en sus brazos dejando que mis lágrimas salieran. Tenía que dejar que todo lo que sentía saliera. Comenzó a acariciar mi cabeza tratando de calmarme. Me fui calmando poco a poco. Ian no decía nada. Me alejé de él y limpie mis lágrimas.

-¿Estás mejor?-Dijo acariciando mi mejilla. Asentí.-¿Por qué de él, Amelia? ¿Por qué no pudiste fijarte en mi?-Me preguntó sonriéndome.

-No lo sé...

-¿Por qué no lo intentas?-Dijo acercándose a mis labios. Yo me aleje y negué. Él se alejó decepcionado.

-¿Por qué no pruebas?-Lo miré sin entender.-Dile lo que sientes...

-No podría.-Lo interrumpí negando.

-¿Por qué?

-No podría aguantar su rechazo.-Bajé mi cabeza y cerré los ojos.

-Amelia, recuerda lo que te dije, nunca bajes la cabeza delante de nadie. Tienes que decírselo Amy. No es justo que te hagas esto a ti misma. Te haces daño.

-No puedo hacerlo.-Lo miré con lágrimas en los ojos.

-Amelia, te enamoraras más y será peor. No podría aguantar verte así de mal por él, lo mataría. Prométeme que lo harás...

-Lo prometo.-Suspire y asentí.