Capítulo 11

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*CONEXIÓN TELEFÓNICA*

-¿Hola?

-Hey, Ben. Te llamaba para asegurar lo de hoy.

-¿Amelia?

-No, soy tu consciencia.-Dije burlándome. Escuché como se rió.

-Entonces, ¿estás lista?

-Em si, ya estoy en la universidad.

-Pasaré a por ti en 10 minutos.

-Pero, ¿vendrás ahora?-Dije confundida.

-¿No puedes ahora?

-Pensé que vendrías después de clases.

-Si quieres entonc...

-No, no. Está bien. Te espero en una esquina de la universidad.-Él rió.-
¿He dicho algo gracioso?

-Parece que nos estamos escondiendo de alguien, ¿no quieres que me vean tus amigos?.-Ahora es el quien se burla de mí-

-Por dios no!

-Bueno, voy a buscarte ya.

*FIN DE LA LLAMADA*

Salí de mi coche y después fui a la esquina. No sé porque estoy nerviosa. Es como si fuera mi primera cita. Sonrío como loca. Lo vi llegar. Mi corazón se volvió loco. Abrí la puerta y entre al coche, su sonrisa me acabó de matar.

-Buenos días.-Dijo mirándome.

-Buenos días.-Intenté que mis palabras salieran lo más normales posible.

-¿Te arreglaste así para mi?.-Bromeó.

-Ya quisieras.-Le seguí la broma, él sonrió y arrancó el coche.

Llegamos a su casa. Muy grande por cierto.

-¿Está Ian aquí?

-Se acababa de ir cuando he salido.-Contestó antes de salir del coche.

La verdad es que me encantaba la confianza que habíamos cogido. Pero odiaba que cuanta más confianza, más loca estaba por él. Entramos a su casa. Me quité mi chaqueta y la colgué en la percha junto a la suya.

-¿Quieres un poco de café?.-Preguntó mientras entraba en la cocina.

-No gracias, no tengo hambre.-Lo seguí.

-¿Has desayunado antes de venir?

-No.-Me senté en una de las sillas.

-¿Por qué no comes algo?.-Puso cara de enfadado y se cruzó de brazos.

-No tengo hambre ya te lo he dicho.-Por un momento me sentí como una niña pequeña a la cual regañaban.

-¿Por qué no tienes hambre?.-Preguntó acercándose.

-Porque no tengo.-Bufé.

-Eres una necia.-Dijo burlándose.

-Mira quién fue a hablar.

Se preparó un café. Yo miraba cada movimiento que hacía. Este hombre está muy bueno, no parece real. Me mordí el labio y me perdí en su cuerpo. Tenían un buen cul...

-Amelia, deja de mirarme así.-Me sobresalté y salí de mi mundo quedándome sonrojada. Él se rió.

-¿Entonces?, explícame porque no quieres comer.-Dijo dandole un sorbo a su café.

-Es solo porque no tengo hambre, ¿por qué no me crees?.-Dije cruzándome de brazos.

-¿Aún te sientes mal con tu cuerpo?.-Busco mis ojos con su mirada y yo intenté evitarlo.

-¿Qué te hace pensar eso?.-Mi voz apenas salía.

-No te tomas nada en serio, ¿o sí?

-Solo a veces.-Me mordí el labio.

-Eso me gusta.-Bebió más café sin quitarme la mirada. Creo que debemos de empezar a trabajar.-Dijo cogiendome la mano y llevándome al salón. Comenzamos a trabajar, mi trabajo fue seguir dibujando y luego hacer la maqueta. Mientras él hacía el trabajo dura de las finanzas, bienes, servicios, etc. De vez en cuando le tiraba cosas para desconcentrarlo, y él se reía. Acabé mi trabajo y me tiré al sofá. Él aún seguía tecleando y acabando algunas cosas, terminó y se tiró al sofá también.

Enamorada del mejor amigo de papá.Where stories live. Discover now