Cap. 17

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Narra James:

Me dolia la cabeza como los mil demonios, y los reflejos del sol que entraban por la ventana, no ayudaban demasiado. Cuando abri totalmente mis ojos me di cuenta de algo. No estaba en mi habitacion. Las paredes eran de un color crema palido y las mias eran azules.

Me sente sobresaltado en la cama y mire a mi alrededor. Sin duda, esta no era mi casa. Pero la pregunta del millon era ¿en donde estaba?

Ay Jamie. ¿Que hicimos anoche? Seguramente alguna loca nos secuentro y nos violo.

Pero mire mi cuerpo y estaba totalmente vestido. Solo las zapatillas estaban en el suelo. Las levante del piso, y a pasos lentos me acerque a la puerta.

¿Y si del otro lado habia un asesino que estaba esperando a que yo despertara para poder matarme? ¿O alguna perra loca?

No volveremos a tomar. Eso te lo aseguro.

Estando de acuerdo con mi conciencia, abri lentamente la puerta de aquella desconocida habitacion y sali. El pasillo de la casa se me hacia conocido, pero no tenia cabeza para pensar ahora.

Senti ruidos que provenian de la plata de abajo y mis sentidos se pusieron alerta. Me acerque a la escalera y con pequeños pasos, fui bajando, escalon por escalon.

Cuando estuve en la planta de abajo, segui el sonido que parecia venir de la cocina.

- ¿Arlett?- pregunte confundido. Parecia estar cocinando algo, que gracias al susto, termino en el piso.

- Despertaste.- contesto mientras limpiaba lo que habia tirado. Estaba vestida con su pijama y un desordenado rodete.

- Uhm, si. ¿Que hago aqui?

Ella me miro confundida y luego solto un bufido.

- ¿No recuerdas nada?

Ahora si hermano, ¿que paso anoche?

- No- solte sentandome en un taburete de la cocina. Ella lleno un vaso de agua y me entrego una pastilla.

- Para el dolor de cabeza.- dijo mientras volvia a cocinar. Me meti la pastilla a la boca y la pase con un poco de agua. Solte un suspiro de alivio al sentir como el dolor disminuia.

- Gracias- susurre.

Me sentia un idiota. La tenia en frente mio y no sabia como reaccionar. Era mi oportunidad para confesarle todo, pero no podia. Ella estaba tan cerca pero tan lejos. Ahora entiendo el significado de aquella frase.

- Y-yo...- comence diciendo, pero el sonido de un telefono me interrumpio. Espere a que Arlett atendiera o lo dejara pasar. Pero no hizo nada.

- ¿No piensas atender?- pregunto mientras se daba vuelta y me miraba.

- ¿Que?

- Tu telefono esta sonando.- contesto como si fuera obvio.

Me pare de la silla y comence a buscarlo, hasta que lo encontre en mi bolsillo trasero. Lo mire avergonzado y ella rio. En el detector de llamadas aparecia el nombre "Brittany".

-Mierda- susurre mientras me debatia entre contestar o no.

- ¿Algun problema?

- No, no. Ya vengo.- dije y sali disparado hacia la sala. ¿Justo ahora tenia que llamar?

Respire profundamente y me lleve el aparato a la oreja despues de descolgar la llamada.

- ¿Si?

¡Porfin contestas!

- No grites. Por favor.

¡No tienes derecho de pedir absolutamente nada, James Hood!

Rode los ojos.- ¿Que se te ofrece?

¿¡Que que se me ofrece!? ¡Desde el viernes que no te veo!

- Brittany, hoy es sabado. A pasado solo un dia.

Demasiado como para extrañar a mi osito.

- Lo que sea Brittany. Tengo que colgar. Adios.

Corte la llamada y tire el celular hacia el sillon, haciendo que el aparato rebotara y terminara en el suelo. No me gaste en ir a levantarlo, solo gruñi y volvi a la cocina.

- ¿Problemas en el paraiso?- pregunto burlona Arlett mientras sacaba jugo de la heladera. La mire mal y ella alzo los hombros.

No entendia como podia actuar como si nada hubiese pasado. Ella se mostraba tan natural y normal que llegaba a confundirme.

- ¿Que paso anoche?- pregunte cambiando de tema. Ella no lo noto o fingio no notarlo ya que respondio.

- Te pusiste muy borracho.- contesto divertida.

- ¿Y que hago aqui?

No era que me molestara estar en la misma casa de Arlett, con ella en pijamas. En realidad, era un sueño.

Ella me miro enarcando una de sus cejas y bufo.

- Cuando salimos de aquella fiesta, tu ya estabas casi inconciente y como los demas se iban todos juntos, me toco llevarte a tu casa. Cosa que no hice porque en el camino me puse a pensar en como iba a llevarte hasta tu habitacion. Y tirarte en el cesped delantero no estaba en mis planes. Ya que tienes unos vecinos muy delatadores y no queria ir a prision por intento de bandalismo.- contesto y comence a reir. Ella me lanzo un trapo y solto una carcajada.

- Que historia mas interesante, pequeña Johnson.

- Lose. Es increible.

- Ahora. ¿Como hiciste para subirme hasta el segundo piso? Podrias haberme dejado tirado en el sillon.

- ¿Y que mis padres te vieran? Paso. Fue dificil. Eres aun mas idiota borracho.- iba a quejarme, pero tenia razon.- Te tropezaste mas de diez veces y luego... te quedaste dormido.- dijo rapido mientras sonreia.

- ¿Segura que solo me dormi?- pregunte acercandome hasta quedar unos dos pasos lejor de ella.

- Si idiota. Estabas borracho. ¿Que otra cosa podias hacer? No podias ni siquiera mantenerte de pie.

Volvi a acercarme hasta que las puntas de sus medias y las mias, quedaron practicamente pegadas. Mi nariz rozo la suya y la senti tensarse.

- ¿Porque creo que me ocultas algo?- pregunte mientras ponia mis manos en su cintura y la pegaba a mi.

- Porque estas loco.- dijo y sonrei.

- Por ti.- susurre antes de pegar mis labios a los suyos.

Huyendo Del Playboy. [VCEL2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora