Demon «zm»

04.

Beverly.

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—Su nombre es Thalie, Be—sonrió presumiendo sus dientes de perla.

Mis labios pintaron una emocionada sonrisa mientras veía a la pequeña bebé, acurrucada en aquellos reconfortantes brazos maternales que de todo dolor te hacían olvidar y la calma hacían llegar. Una escena tan preciosa que jamás podría olvidar.

La pequeña bebé abrió sus ojos luego de una larga siesta, y expresó su confusión a través de una tierna mirada acompañada de un ceño fruncido de cejas casi inexistentes. Reí de tanta ternura que me había causado aquella mueca.

—¿Cómo están mis amores?—preguntó papá ingresando a la aburrida habitación del hospital. Tan blanca y sin chiste, cuantas ganas tenía de darle el toque 'Be'.

—Mi hermanita es tan chiquita, no puedo esperar a que crezca. ¡Jugaremos con mis muñecas, y seremos princesas!—en un chillido emocionado les conté a mis padres.

Ambos rieron por mi ilusión. Yo les devolví una solemne sonrisa.

(...)

Una lágrima resbaló atravesando mi mejilla perdiéndose al término de mi barbilla. No podía creer lo que mis ojos veían. No cabía en mi entendimiento.

Tan solo ayer estábamos las dos en el sofá de la sala, disfrutando de una película y tragando como cerdas. Y hoy estábamos ambas en el mismo lugar, la diferencia está vez es que mi alma estaba aquí -hecha pedazos- y la suya estaba en una dimensión desconocida, la cual solo son capaces de conocer aquellos que ya atravesaron la dicha de vivir.

Pero ella no había cumplido aquella misión. Ella era tan joven, y su vida fue interrumpida por algún demente sin corazón.

Mi llanto se intensificó al ver como la caja se hundía cada vez más en la tierra, ya los encargados del jardín de paz estaban cumpliendo su labor. Enterrar por completo la tumba. La tumba de mi hermana.

Harry me apretó contra el, en demostración de que no estaba sola. El dolor que sentía por la pérdida tan grande que hube de sufrir no podía ser calmado ni siquiera con el consuelo de mi novio.

Llegué a mi casa abrumada. En completa fatiga por toda esta situación. Para mi mala suerte allí se encontraba toda mi familia, tomando el té o chusmeando por el acontecimiento ocurrido. Sinceramente, no tenía ganas de brindar sonrisas hipócritas o charlar con mis primas acerca de lo último en moda. Preferí ignorar a todos olímpicamente y dirigirme como zombie a mi habitación, con mi novio, quien me siguió.

—No es por nada Harry pero necesito estar sola. Por favor, si quieres ve abajo con mi familia, o simplemente retírate. No me importa realmente en estos momentos lo que se te plazca hacer. Pero necesito estar sola—tajante le dije cuando ya nos encontrábamos en mi cuarto.

Suspiró y simplemente asintió. Dejó un beso en mi frente, para luego, marcharse sin decir palabra.

—¿Por qué te fuiste Thalie, por qué? —lloré observando una foto nuestra. Tan pequeñas eramos. Tantas ilusiones teníamos. Tantas sonrisas compartimos, tantos momentos disfrutamos.

—Cuando seamos grandes seremos exploradoras, Bee. Vamos a recorrer el mundo en busca de aventuras, ¡Montaremos elefantes en África! —ilusionada chilló la pequeña Thalie, de siete años en ese entonces, me miraba con una gran sonrisa, y presumía su diente faltante. Reí.

—¡Por su puesto Thalie! y navegaremos por todo el mar. Argh!solté un gruñido pirata, e hizo gestos con mi garfio y muecas con mi rostro.

-Argh—me devolvió el gruñido.

—Se ven tan dulces, ambas, disfrazadas de piratas. ¡Argh!—nos sorprendió mamá, con una bandeja de galletas, entrando a nuestra sala de juegos.

—No somos tiernas!—se quejó la pelirroja—Somos bárbaros ¡Argh!—amenazó con su espada.

—¡Qué miedo!—río mamá—a ver mis bárbaras ¡Una foto!—nos pidió sujetando su cámara que apuntaba hacia nosotras.

Thalie y yo nos abrazamos haciendo morisquetas con nuestras facciones. Y el flash se disparó, capturando el momento.

Todos esos anhelos se habían convertido en espejismos ahora, a la basura aquellos deseos de viajar por el mundo, de vivir aventuras, tantas experiencias nos quedaban por vivir.Lloré.

—Te voy a extrañar tanto, preciosa–sollozo abrazando aquel recuerdo feliz. No me trajo paz, pero calmo más mi angustia.

«Anda con cuidado, Bee. No sabes si la próxima víctima eres tú, tal vez si, o tal vez me quiera divertir un poco más con tus sentimientos. ¡Es tan entretenido verte llorar, querida! Me diste un espectáculo en  el entierro hoy. 😜  Estoy enfermo Beverly y mi cura es tu dolor. J»

—¡Maldito!—exclamé, lanzando mi celular contra la pared, destrozando el aparato.

Deplore aun más. ¡El tenia que tener vínculo alguno con la muerte de mi hermana!

—¡¿Por qué no me dejas en paz?! ¡Maldita sea!—grité. Miré el techo, como si fuese a recibir respuestas. Supongo que la vida se encargaría de dármelas.

N/A: DEMON IS BACK BITCHES.

Por fin tuve tiempo de escribir. Wohooo

Se que, a pesar de la tardanza, el capítulo es corto y seguro una mierda, ahre. Pero SE VIENE LO BUENO 🔜🔜🔜😜😜😜

GRACIAS POR LA PACIENCIA, LES AMO, MALDITA SEA. toy loca, lol.

Nos leemos pronto.

big love. x

pdt: RIP THALIE TE VOY A EXTRAÑAR 😢