Tu me cambiaste la vida (Cristiano Ronaldo)

Capitulo 10

3 semanas después...

Una operación no es algo fácil de manejar...
Esa frase la recordaba 24/7 desde el accidente de Cristiano, los chicos del Madrid sin duda hablaban de eso y de un mal augurio que le cayó, obviamente sabía que era mi culpa y la incomodidad se hacía presente en el ambiente.
Tomé mi bolso y salí de casa a caminar un rato. Simplemente mis pasos me guiaron porque mi mente andaba divagando por el espacio. Luego de 10 minutos, me encontraba delante de su casa. No sabía si acercarme a ver como iba todo o huir y seguir manteniendo mi secreto.
Que tu pierna se fracture, tengas una operación y que tu ligue admita que solo quería fama a tu costa, debe ser duro y buen motivo para entrar en depresión, claro, cabe mencionar que tu carrera también peligra y puedes llegar al fin de un arduo camino.
No sabía exactamente como interpretar o sacar todo lo que sentía en mi interior. Supongo que todo volverá a su normalidad a tiempo.
Solté un pequeño suspiro y di media vuelta dispuesta a regresar a casa.

— ¡Alice! -escuché mi nombre a mis espaldas y volví a girarme para ver a la pequeña persona que había gritado.

— Hola pequeño -sonreí al darme cuenta que era el hijo de Cristiano.
Sus ojos no tenían el mismo brillo que la otra vez e incluso se veía apagado, supongo que es causa de lo que ha pasado con su padre.

— Te ves muy bonita el día de hoy, bueno, tu siempre -me puse en cunclillas para quedar a su altura y hablar un rato con el pequeño moreno.

— Tu te ves hermoso el día de hoy -le guiñe un ojo y a unos centímetros de nosotros, ya se encontraba la madre de Cristiano.

— Mira abuela, ella es Alice, es hermana de Iker Casillas -Junior no dudó en mostrar su pequeña sonrisa y presentarme con su abuela.

— Mucho gusto linda, me llamo Dolores -se acercó a mi y besó mis mejillas no sin antes dejar un pequeño abrazo- He escuchando mucho de ti

— El gusto es mio señora -solté una pequeña risa y sentí mis mejillas arder

— Vamos, dime Dolores linda -Junior se acercó a ella y ambos me miraban sonriendo, asentí lentamente y volví a mi postura

— Escuché que eras una buena fisioterapeuta, Alice, me gustaría que pudieras ayudar a mi hijo cuando mejore un poco más, se siente devastado y sin motivación.

— Ohm claro, pero bueno, antes tendría que hablar con sus doctores o algo por el estilo, para saber como ayudar.

— No cabe duda que eres un amor de persona linda, creo que es hora de irnos, vamos Junior -la madre de Cristiano se despidió de mi y el pequeño hizo lo mismo

— Adiós Alice, espero puedas venir a casa pronto

— Claro, será un placer -besé la mejilla de Junior y los tres tomamos caminos diferentes.

Que la mamá de Cristiano pidiera mi ayuda cuando yo era la causante de todo, me dejaba desconcertada, yo me había vuelto mala y ella pensaba que era un ángel.
Suspire y revisé mi celular, todo estaba tan tranquilo, tenía miles de ganas de hablar de esto con Marcelo o con Benzema, pero no me atrevía a contar y que todo se saliera de mi control.
Me devolví a casa y Sara se encontraba mirando TV con Martín durmiendo a su lado, saludé a mi cuñada y me senté a su lado acurrucandome entre ella. Quería a Sara como quería a Iker y tenía plena confianza en ella.

— Sara... -murmuré y esperé a que dejara de acariciar mi cabello

— ¿Que pasa Allie? ¿Te sientes bien?

— Sara, hice algo malo, y simplemente ya no puedo con todo esto

— Alice, no me asustes, ¿Que pasa?