Capitulo 11

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Cristiano

Después de la operación, volví a casa, me sentía sin ganas y los ánimos los tenía por el suelo, el día del partido todo pasó tan rápido que aún no asimilo que mi carrera está acabada.

Recorrí la casa en un par de muletas y miraba cada una de mis fotos, suspiré dejandome caer sobre el sofá de la sala y encendí el televisor, todos los estúpidos programas, hablaban sobre mi y el fin. Me sentía frustrado y en parte triste por toda esta mierda.

Suspiré y como siempre, el canal de chismes andaba al 100 metido en mi vida. Ann, la chica con la que salía, admitió públicamente que solo estaba conmigo por mi fama. Apagué aquel aparato y restregué mis ojos dejando mi cabeza sobre el respaldo. Pensé que ella sería diferente a las demás, pero ya veo que no.

Todo ha ido mal y no se que hacer. Junior llegó a mi lado y con cuidado se arropó entre mi cuerpo, no dijo nada y cerró sus ojos, acaricié con cuidado su pequeña espalda y seguí pensando todo lo transcurrido.

Tal vez esto era una especie de karma por ser tan cabrón, y en parte, tal vez lo tenía merecido.

Pasaron 3 semanas y yo seguía igual, mamá comentó que alguien vendría a ayudarme con rehabilitación, pero no le encontraba caso si nunca volvería a pisar una cancha. Solo le asentí débilmente para darle el gusto y lograra recuperar un poco de alegría al igual que con Junior.
Mis días se convirtieron una miseria, mientras veía como mis amigos jugaban en un buen estado de salud, yo caminaba gracias a un par de muletas.
Las noches eran interminables y lo único que hacía era mantenerme despierto lo que quedaba hasta el amanecer.

Mi madre dijo que la persona llegaría pasado mañana y no se iría de aquí hasta que estuviera repuesto al 100% cada día lo sentía como si viviera el doble. Estaba impaciente por saber que clase de persona me iba a ayudar.

Por fin, el ansiado día había llegado y sentía nervios por volver a ejercitar alguna parte mi cuerpo.

Alice

El día había llegado, saqué todo lo que iba a llevar y me coloqué el uniforme que siempre usaba, salí de casa no sin antes ser cuestionada por Iker, tuve que decirle que iba a casa de Isco para ayudarle con unas cosas, obviamente, mi buen amigo, ya estaba enterado sobre esta pequeña mentira.
Al salir, inhale bastante aire llenando completamente mis pulmones, luego de unos segundos, exhale y comencé a dar pequeños pasos hasta la casa de Cristiano, me temblaban las manos y mis manos sudaban a chorros. Mi estomago sentía un fuerte vacío y la falta de aire se hacía presente. Al estar frente a su casa, lo que sentía hace minutos, se multiplicó, tenía ganas de llorar y regresar a casa, pero no lo hice, tenía que tener los pantalones bien puestos y pedir disculpas de frente.
Toqué el timbre y la madre de Cristiano apareció con una gran sonrisa en el rostro.
Sonreí débilmente y se hizo a un lado para dejarme pasar.

- Buen día Alice -besó mis mejillas y me limité a asentir- muchas gracias por venir, Cris está en el gym, es la tercera puerta de la izquierda, estás en tu casa linda

- Muchas gracias, espero vernos en unas horas más

Avancé del lado izquierdo tal como me había dicho Dolores. Dejé mi mano sobre la perilla de la puerta, tenía miedo e incluso, mis piernas no respondían para caminar.
Golpeé mis muslos y me obligué a entrar haciendo el menor ruido posible, él se encontraba mirando al jardín en aquella pequeña ventana, me sentí muy mal y cerré la puerta por detrás de mi.

- Buenos días -mi saludo salió como un susurro casi inaudible

- Buenos días -respondió sin voltear a verme

- Vamos a empezar, ¿Puedes venir o quieres que te ayude?

- Yo puedo hacerlo - bajé la mirada al escuchar aquel tono fuerte y sombrío de voz. Se giró con cuidado y volví mi mirada a él.
Se sorprendió al verme y una de sus muletas cayó, rápidamente fui a por ella y quede a su lado.

- Alice... -pronunció mi nombre con un gran asombro y no supe qué responder. - De todas las personas del mundo, nunca imaginé que estuvieras a mi lado, pensé que me odiabas.

- Cristiano, yo... -me interrumpió pasando su mano por mi mejilla- eres tan buena, y yo tan idiota contigo.

Si íbamos a sincerarnos de una vez, ésta era la ocasión para hablar y confesar el gran secreto que llevaba en mi desde casi un mes.

- Yo, yo tengo que decirte el por qué estoy aquí -me coloqué frente a él y tomé una bocanada de aire, el sonrío y dio un pequeño paso a mi- por mi culpa, te ha pasado eso, yo fui, yo fui la causante de que te pasara eso.

Su cara presentaba confusión, tristeza y un sin fin  de sentimientos.

- ¿Que dices? Eso es imposible, fue un accidente en la cancha, o ¿pagaste para que me lastimaran? - comenzó a colocarse nervioso y ayudé a sentarlo en un pequeño sofá que se encontraba a lado-

- No, yo sería incapaz de llegar a algo tan delicado como eso. Cris, yo deseé con todas mis fuerzas verte sufrir -suspiré bajando la mirada- quería que pagaras lo que me hiciste a mi, quería verte mal, quería que sintieras de alguna manera lo que yo sentí hace años por ti, pero nunca pensé que se me saliera de las manos, todo ha sido mi maldita culpa - limpié una pequeña lágrima que se asomó por mis mejillas- tienes el derecho a odiarme o echarme de tu casa.

El se quedó callado y bajé la mirada limpiando una pila de lágrimas que se habían escapado. Me sentía la persona mas asquerosa y mala de este lugar. Cristiano seguía en silencio, esto me estaba incomodando.

- Si yo no me hubiera interesado en ti, nada de esto estuviera pasando. Lo siento tanto -me di media vuelta para recoger mis cosas, pero sus manos se aferraron a mi cintura.

- No deberías sentir nada, al contrario, ahora te comprendo más, ahora se porqué me evitas y me tratas de esa manera.

- Tu... Tu ¿Como lo sabes? -giré en mis pies y terminé por limpiar mi cara-

- Iker y yo, las escuchamos la otra vez. Alice -me jaló un poco más haciendo que quedara sentada sobre su pierna sana, me sentí un poco incomoda y me dispuse a levantarme, pero no me dejó - Quiero que me perdones por alejarte de Iker, por alejarte de tus amigos, y por haberte herido de esa forma. Y si piensas que me gustas solo para el rato, o porque te volviste más mujer, no es así. Fui un idiota hace tiempo, pero he cambiado.

- Cris, dame este día para pensar todo, para que mi cerebro asimile todo. Mañana prometo venir con una respuesta.

Me levanté de su pierna y tomé mi maleta. Él solo me miraba en silencio. Parecía que le rogaba a todos los dioses porque lo perdonara. Tendría que hablar con alguien de esto. Le di una pequeña sonrisa y pasé por su lado.

- Prometo venir mañana, relaja el cuerpo -sonreí por unos segundos y salí de aquella habitación. Tomé mi móvil y mandé un mensaje de texto...

Tan tan!! ¿que creen que pasará? No olviden comentar y votar ;D

Tu me cambiaste la vida (Cristiano Ronaldo)Where stories live. Discover now