11. Echo

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-Dean, deja de portarte como niño. 

-Nope. 

-Baja los pies de ahí, vas a dañar el auto. 

-Nope. 

Pero mi amigo frunció sus labios, acercando una de sus manos a mis piernas cruzadas sobre el panel del auto y bajándolas sin delicadeza alguna. 

-¡Oye!-Me quejé, ya que una de mis rodillas alcanzó a golpear la guantera. 

-Te lo estoy advirtiendo hace como media hora, Ambrose. No tienes derecho a chistar nada

Solo me acerqué un poco hacia él mientras continuaba conduciendo, mirándole con una sonrisa a pesar de que intentara ignorarme. Roman solo sonrió de lado cuando mordí una de las papitas que saqué de la bolsa que mantenía en mi regazo, para finalmente volver a desparramarme en el asiento con una sonrisa burlona mientras masticaba. 

-No puedo creer que le quitaras las papas a Kevin-Dijo el samoano, permaneciendo con sus ojos en la carretera- Va a matarte cuando te vea.

-Nah. Puede besar mi trasero-Volví a echarme más papas a la boca, viendo cómo pasábamos a varios autos bajo el cielo nocturno- De todos modos, podré devolverle el favor en la fiesta. 

Me resigné a morder de mala gana el contenido en mi boca, volteando mi vista hacia la ventana en cuanto supuse que Roman había girado a verme. 

-Dean, no empieces.

Pero solo seguí masticando, manteniendo mi tensa mandíbula en dirección a la ventana cerrada de la camioneta. 

-Sabes que lo siento...

-Sí, lo sé-Lo interrumpí con brusquedad una vez que conseguí tragar con fuerza las papas- Siempre dices eso. 

-Vamos, Ambrose. No puedes enojarte conmigo simplemente porque no voy a esa fiesta...

-Esa fiesta que planearon para mí por ganar el título Intercontinental-Lo interrumpí, con una queja entre dientes mientras arrugaba el papel aluminio de papas vacío- Tienes razón ¿Por qué me enojaría?

-Dean...

-Solo porque mi mejor amigo en el mundo y el único apoyo que he tenido desde un inicio no le importe que haya tenido un gran triunfo por el cual quieren celebrarme...No es nada ¿No?

El dolor comenzaba a arder en mi pecho, por lo que procuraba mantener mis ojos en la ventana mientras apretaba con fuerza el envoltorio de papas dentro de mi puño cerrado. 

-Dean, sabes que sí me importa pero...-Soltó una respiración, a lo que seguí con mis ojos hacia el cristal- En serio lo lamento.

Escuché a Roman suspirar, lo cual solo provocaba que mi interior temblara. 

Con ira, pero al mismo tiempo con gran agonía y soledad, por alguna razón de la cual ni quería detenerme a pensar. 

O tal vez sí la tenía clara, pero me parecía sumamente tonta. 

No tardamos en llegar a la iluminada casa de Seth, el lugar donde se había acordado la fiesta en cuanto el evento se dio por terminado. 

Me quité bruscamente el cinturón de seguridad, casi lastimando mis dedos gracias al temblor que recorría mis manos en esos instantes. Pero cuando estuve a punto de abandonar la camioneta de mi mejor amigo, mi brazo fue jalado de vuelta al asiento. 

Permanecí quieto con mis labios apretados, tan solo dejando que el samoano apretara su agarre tanto como quisiera mientras mis ojos se quedaban en el parabrisas en lugar de sus ojos que, posiblemente, terminarían por romper algo dentro de mí. 

Ghost of Love ||Ambreigns||Where stories live. Discover now