Capitulo 34 •Newt•

4.2K 454 162
                                    

- No había hielo, pero conseguí esto.- le dije extendiéndole un envase de soda frío.

El castaño lo acepto y lo puso sobre su frente, cubriendo la pequeña mancha de tonalidad morada y rojiza a la vez.

- ¿Estás seguro que no quieres ir a la enfermería? Puedo llevarte si no puedes caminar.- agregué sentándome al lado suyo, en un intento de arreglar la estupidez que había cometido.

Thomas negó con la cabeza, aún sin hacer contacto visual. Me sentía la peor persona del mundo, ¿cómo es que pude lanzarle una pelota, a tal grado de dejarlo inconsciente? Se supone que era el experto ¿no? Definitivamente el ser entrenador en este deporte estaba descartado de mi vida, ¿cómo podría enseñar, si acabo de golpear a mi primer estudiante?

- Tommy enserio lo siento, no puedo perdonarme el haberlo hecho, te podría asegurar que tenía calculada la trayectoria de la pelota, y no era tu frente, se salió de control, yo...-

- Newt, ya te dije que estoy bien.- mencionó interrumpiendo mis futuras palabras y en tono amable, cosa que me sorprendía, ya que me esperaba una reacción más molesta de su parte.

Solté un suspiro que iba acompañado de vergüenza, quería dejar de sentirme de esta manera, pero no sabía qué hacer para que Thomas aceptara alguna de mis propuestas en forma de disculpa.

- Creo que lo merecía.- escuche de repente a un lado de mi, se trataba de Thomas, quien ahora me miraba fijamente y con una leve sonrisa marcada en su rostro.

- ¿Qué? ¿Por qué lo merecerías?- interrogue confundido, Thomas volvió su mirada a enfrente, lo vi relamerse los labios y tomar un bocado de aire.

- Por ser un idiota.- termino diciendo con cierta ironía en su voz, tragó saliva y continuó.- por no saber apreciarte como lo merecías, por dejar que la atracción me cegará, por estar con Elena... Por todo.-

No tenía respuesta para aquello, ¿qué le diría? "No eres un idiota" odiaba admitirlo, pero se había comportado como uno, aunque eso no justifica que me desquitara de esa manera, de hecho no justificaba nada, este comportamiento de ambos era totalmente infantil, ¿por qué no podíamos arreglar las cosas? Quizá nos gusta complicarlo todo, pero no tiene sentido si la solución es viable y beneficia ambas partes.

- En ese caso, también soy un idiota.- le dije mirándolo con una sonrisa esperando que él me observara de igual manera.

- No, tu estabas dispuesto a darlo todo por ambos y yo... Yo no pude.-

El silencio se hizo presente, dejando vacíos por toda mi cabeza, la situación no pintaba nada bien para ambos; ninguno había actuado de manera correcta, ninguno dejó atrás las estupideces para arreglarlo, y ninguno supo cómo lidiar con esto. Porque es algo nuevo, nunca me había sentido atraído hacia otro hombre, y sé que en el mismo caso se encuentra Thomas, su mirada y expresiones lo decían todo, y si ninguno sabía por dónde empezar ¿cómo pasaríamos de esta etapa?

- ¿Qué piensas ahora?-

- ¿A qué te refieres?- interrogó Thomas viéndome de manera seria.

- ¿Qué estarías dispuesto a dar ahora Thomas?- el chico pestañeó rápidamente, parecía tener las ideas revueltas en su cabeza, pero si quería resolver esto, tendría que dar algo más de lo esperado.

Pero de un momento a otro, todo pareció aclararse, lo vi cambiar sus facciones y estaba apunto de decir algo cuando una voz nos interrumpió.

- Bien chicos, creo que su hora termino ¿qué tal...?- mi madre había ingresado a las canchas con Rose por detrás, pero se detuvo en cuanto vio directamente la cara de Thomas.- ¡Por dios! Pero ¿qué sucedió?- dijo acercándose al castaño para examinar más de cerca la herida.

ES ALGO DE DOS (Newtmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora