Querido Músico:
Hoy te vi pasar por el salón de pintura con la cabeza agachada, tenías unas ojeras terribles y parecías triste, tuve que luchar para no correr hacia ti y abrazarte.
Cuando llegaste al salón de Música, entraste y cerraste la puerta, para luego ponerte a tocar una canción, no la reconocí, pero pude sentir los sentimientos que transmitías a través de ella.
¿Qué es lo que te hicieron para que quitaras tan hermosa sonrisa de tus labios? ¿quién sería tan cruel para quitarle esa maravilla al mundo?
Una pensativa: Pintora.
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Querido Músico:
Short Story« Sé que somos diferentes, pero, Dios, tú eres la nota que faltaba en mi melodía... »