»25»

749 90 4
                                    

No. No. No. No. No.

¿Por qué me pasa esto a mí?

—May, eres muy distraída, lo pudiste dejar en cualquier lugar —dice Alice sentándose en la cama, ya arreglada, en la que antes ella dormía.

—¡Ya nos vamos, Alice! Y no encuentro mi cuaderno —digo buscando en el piso.

—¿Qué hay de malo? Es sólo un cuaderno de dibujo... tienes mucho de ésos —contesta bostezando.

Miro a mi alrededor para comprobar que sólo estamos las dos antes de gritar como una histérica.

—¡ES MI ESTÚPIDO DIARIO! —grito agarrando sus hombros y moviéndola con brusquedad—, tengo toda mi vida ahí. Quien me gusta, que pienso, momentos penosos, graciosos... ¡TODO!

—¡¿Qué?! —grita de igual manera. Amén-—, ¡¿por que no me lo dijiste antes?!

—¡Por qué sólo yo sabía que existía!

—¡Rayos, May! —grita arrogándose al piso a buscarlo conmigo—, ¿dónde fue la última vez que lo viste?

—Estaba escribiendo en él cuando... —la sangre baja de mi cara.

Dios, ¿es una venganza por haberme dormido aquella vez en misa? ¡Perdón! ¡El padre es aburrido! ¡Pero no me hagas esto!

—¿May?

—Estaba escribiendo en él cuando Nicholas llegó y empezó a hablar conmigo —me siento en el piso y paso mi mano por mi cabello con desesperación—. No recuerdo haber regresado con el cuaderno a la habitación.

—No tienes nada malo, ¿o sí?

—No es eso... tengo uno que otro secreto —murmuro golpeando mi cabeza con la palma de mi mano.

—Que mal rato —susurra Alice—, pero si es así, no te preocupes, Nicholas te lo va a regresar.

—¡Claro! Cuando ya haya leído todo...

—Que drámatica —dice levantándose—. Ahora, andando, en unos minutos nos vamos.

Querido Músico:Where stories live. Discover now