Querido Músico:
¿Por dónde iniciar?
Hoy llegaste, y, como siempre, yo estaba ahí para verte, pero esta vez caminaste a mi dirección aventando tu mochila a algún lugar del pasillo.
Me abrazaste.
"Gracias, May." murmuraste "Gracias por todo."
Y supe que no tenía que responder con unas palabras, simplemente me paré en las puntas de mis píes y te abracé fuertemente, sentía que así te podía ayudar más que con mil palabras: Y así fue.
La feliz: Pintora.
YOU ARE READING
Querido Músico:
Short Story« Sé que somos diferentes, pero, Dios, tú eres la nota que faltaba en mi melodía... »