o c h o.

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Al sentir unos brazos rodearle, la pelinegra se tensó pero reconoció de inmediato la fragancia de YoonGi, por lo que se aferró a su torso.

Luego de unos minutos, los sollozos de la chica cesaron. Sin embargo, su rostro permanecía oculto en el pecho del mayor, pues no quería levantar la cabeza y que viera el rasguño que había quedado ahí. YoonGi esperó paciente a que RaeSun se incorporara, y la chica habló cubriendo su rostro con su cabello.

–YoonGi, necesito que cubras tus ojos, ¿vale? –su voz se escuchaba entrecortada por el llanto. El peliverde frunció el ceño ante sus palabras, pero entendía que quizás no quería que viera su rostro luego de llorar– Por favor.

YoonGi la soltó despacio y cubrió su cara con sus manos.

–Listo.

RaeSun se levantó tan rápido como pudo y se adentró en uno de los cubículos, sacó un pedazo de papel y limpió con cuidado la sangre de su mejilla derecha, así como las lágrimas que todavía no se secaban en su piel.

–Yo... No podré acompañarte hoy, YoonGi. –la pelinegra habló pegando su frente en la puerta que tenía como barrera para que el chico no viera el desastre que era.

–Entiendo. –el de pelo verde habló levantándose del piso y caminó hasta el cubículo donde se encontraba la chica. Los baños estaban vacíos, pues eran de las pocas personas que permanecían en la institución– Pero por lo menos déjame acompañarte a casa.

–¡No! –la chica se apresuró a decir– Es decir, no. Puedes ir tú al refugio, no es necesario que vaya yo, ¿no es así?

–Bueno, yo quería que fueras conmigo y puedo esperar. Cuando puedas acompañarme iremos.

–De acuerdo. –a la pelinegra se le escapó un sollozo, que acalló con la mano. Odiaba llorar porque el llanto regresaba de la nada– Entonces regresa a casa. Te veré mañana, ¿sí?

–Necesito que me avises cuando llegues a tu casa. –YoonGi sacó una libreta y arrancó un pedazo de hoja, donde escribió su número; luego se lo pasó por arriba de la puerta. La chica lo tomó y lo guardó en su mochila, él pudo escuchar el cierre al abrir y cerrar– Por favor.

–Lo haré. –escuchó la puerta abrirse y se apresuró a hablar– ¿YoonGi? Gracias.

-

Si algo había aprendido YoonGi respecto al llanto de una persona, era que no debías preguntar si estaba bien. Cuando su madre falleció, era la pregunta que más recibía y no hacía más que ponerlo a llorar de nuevo.

Le daría tiempo a RaeSun para que pudiera contarle lo que tenía y por qué de repente ya no podía ir con él. Le hubiera gustado quedarse con ella hasta que pudiera hablarle, pero sabía que iba a empeorar las cosas y no quería verla llorar más. Así que se encaminó a una de las áreas verdes y se quedó ahí hasta que la chica salió a paso rápido, cubriendo su cara con una mano.

-

Cuando RaeSun llegó a su casa, lo primero que hizo fue ir al tocador de su madre en busca de algo de maquillaje. Miró su mejilla en el espejo y suspiró. Parecía que un tigre le había dado un zarpazo.

Al abrir el cajón, notó que su madre ya se había llevado la mayoría de sus cosas. Sólo habían un par de labiales, rímel, un rizador y una base, que era justo lo que necesitaba.

Abrió la pequeña botella y puso un poco en sus dedos. No solía usar maquillaje, pero pensó que podría tapar un poco los rasguños. Sin embargo, sólo los hizo más evidentes.

Dejó las cosas en su lugar y caminó al baño para retirar lo que había puesto. Tendría que ir así a la escuela e inventarle algo creíble a YoonGi. YoonGi fue tan atento y tan... ¡Su número! RaeSun corrió a su habitación por su mochila y sacó su móvil y el pequeño pedazo de hoja.

Luego de guardarlo en su agenda, escribió y borró textos varias veces. ¿Qué debía decirle? ¿Debía notarse feliz o triste? Ella no lloraba de tristeza, pero él pensaría que era una bipolar si en la escuela estaba llorando y luego mandaba un texto con emoticones riendo.

"Estoy en casa". No.

"Hola:P llegué". Claro que no.

"YoonGi oppa". Definitivamente no.

"Gracias por estar conmigo hoy. Lamento si mojé tu playera. :(
Ya estoy en casa, espero no haberte preocupado demasiado. Ni siquiera tengo un problema que merezca llanto."
3:16 pm

No estaba del todo convencida pero creyó que era lo mejor que podría mandarle. Apenas dejó el celular en la cama, la pantalla volvió a encenderse.

"No tienes nada que agradecer. La playera es lo de menos ahora, mejillas rosadas –más rosadas cuando lloras–.
Claro que no, no estuve pendiente del móvil desde que llegué a casa."
3:16 pm

"O tal vez sí"

3:16 pm

RaeSun rió al leer lo último y tecleó.

"Deberías ponerte a hacer tus deberes en vez de preocuparte por algo tan irrelevante."
3:17 pm

"No eres en absoluto irrelevante. Y, para tu información, no me han dejado tarea hoy. 8)"
3:18 pm

"Pues a mí sí, así que iré a hacerla ahora. Hablamos luego, ¿de acuerdo? Gracias otra vez. <3"
3:18 pm

"Diviértete con matemáticas, sé que las amas. :P Hasta luego."
3:20 pm

"Te quiero."
3:42 pm

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A/N: Hola🌚 nunca había publicado capítulos tan seguidos, pero los comentarios y los votos me han inspirado a escribir esto pronto.

Espero que les guste💘. Gracias por tanto.

t-va(ګ:;

look at me ➳ m. yoongiWhere stories live. Discover now