(Eider)
Al fin. Después de una hora acomodando la ropa en el armario merezco un descanso.
Iba a darme una ducha por lo que emprendí mi camino hasta la puerta del cuarto de baño, o al menos quise intentarlo porque antes de llegar alguien golpeó la puerta de la habitación.
Sin perder el tiempo cogí de la cama mi pequeña llave y abrí la puerta encontrándome con ¿Miguel?
-¿Miguel?- pregunté dudosa.
-David- sonrió falsamente. Joder si que daba miedo- ¿Te apetece dar un paseo?- rápidamente negué atemorizada- Solo quiero enseñarte la manada.
-De verdad te lo agradezco- mentí- Pero no me apetece salir, estoy cansada por el viaje- volví a mentir.
-Oh, ya veo- hizo un gesto de entendimiento- Tienes miedo- afirmó más para sí mismo que para mí- Veo que te han hablado del pequeño problema- hizo énfasis en la palabra pequeño.
-¿De qué me hablas?- me hice la tonta.
-No te hagas la tonta conmigo, Eider- espetó furioso- No querrás cabrearme, ¿verdad?- intentó acariciar mi mejilla. En este momento tenía mucho miedo y sin más un recuerdo vino a mí.
{Recuerdo de Eider, cuatro años}
-Tienes que agarrar el brazo así- Daemon agarró el brazo de Dylan y lo retorció.
-¡Ya! ¡Ya! ¡Capullo!- gritó Dylan haciendo una mueca de dolor.
-Inténtalo tú princesa- hice lo mismo que hizo Daemon, pero Dylan no se quejó. En verdad no hizo nada.
-Prueba conmigo, mocosa- dijo Tony estirando su mano. Le miré dudosa pero hice lo que pidió. Pocos segundos después de imitar a Daemon, Tony empezó a gritar- ¡Ya, mocosa, para haces daño!
Solté a Tony y empecé a festejar.
{Fin del Recuerdo}
Así que poniendo en práctica lo que aprendí, intercepté a tiempo la mano de David y retorcí su brazo con la única diferencia de que Tony en ese momento gritó para hacerme sentir bien y David estaba gritando de verdad.
-No- hice una pausa- De verdad que no quiero hacerte enojar, Miguel- lo llame así intencionalmente. Solté su brazo y rápidamente cerré la puerta de mi habitación con llave.
-Ahora sí que estoy muerta- pensé.
______________
Después de literalmente llorar en la ducha y en todos los rincones de mi habitación recibí una llamada de Daemon.
-Llamada-
-Princesa, ¿Todo bien?- preguntó preocupado.
-Todo genial-intenté mentir lo mejor posible.
-Eider deja de mentirme- espetó furioso- ¿Qué ha pasado?- preguntó ahora nervioso.
-De verdad no ha pasado nada- omití la pequeña parte en la que me acuerdo de la aquella clase de defensa y lo útil que me Fue- es solo que en verdad mis hermanos me odian.
-Princesa solo tienes que pedirme que vaya a por tí y me va a importar una mierda que no pueda pisar esas tierras- espetó furioso.
-Tranquilo, Daemon, hablamos después ¿si? Darío quiere verme- mentí pues iba a tardar poco en llorar de nuevo.
-Bien, llámame en caso de peligro- me recordó de nuevo- Adiós princesa.
-Adiós, Daemon- susurré casi llorando.
-Fin de la llamada-
-¡La princesa tiene miedo!- escuché gritar a David y los otros tres rieron.
YOU ARE READING
La princesa de sus ojos ©
WerewolfLa historia que está a punto de leer fue la primera narración en forma de novela que escribí en 2016. Recuerdo perfectamente que mi primera "historia" se trató de distintos documentos en los que plasmaba situaciones cotidianas que me hacían sentir m...