Capítulo 14

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Me preguntaba que sería para lo que le habían hablado a Sean, la verdad es que odio que una persona te diga algo pero no termine de decirte bien, que por qué no te puede decir.

Como la hermosa chica que era y lo digo en sarcasmo, fui a pedir más comida en lo que mi novio regresaba, pedí un helado de chocolate, una rebanada de pizza, una malteada de fresa, unas gomitas y cuando me dieron todo intenté agarrarlo a la perfección, vaya, si que se habían tardado.

-Nos volvemos a encontrar- arqueó una ceja la chica que había tirado a la alberca.

-¿Ya te quedó claro que no te metas con el?-

-No querida, ese hombre está muy bueno y hasta qué lo tenga en mi cama, lo voy a dejar en paz- me mandó un beso con su mano y se fue como si hubiera dicho algo de lo que pudiera sentirse orgullosa pero la verdad es que lo único que me provocó esa chica, fue asco y también un poco de lástima porque ni en sus sueños le dejaría a Sean para quitarse la calentura.

Se abrió el elevador y subí a la habitación, prendí el televisor y vi "Tengo ganas de ti" mientras comía.

En el mueble que estaba junto a mi había un papelito que decía "Teléfono de Julie".

Decidí llamar, solo por curiosidad, pues recordé que Sean me había preguntado sobre ella.

-¿Hola?-Contestó al tercer tono.

-¿Eres Julie?- Soné muy tonta pero fue lo único que se me ocurrió que podría decir, la verdad es que si la extrañaba y tenía ganas de volverla a ver, después de todo también fue una de mis pocas y verdaderas amigas.

-Si¿Quién habla?- su voz había cambiado mucho que no la reconocería por mi misma.

-Habla Elena,no se sí te acuerdes de mi-

-¿Elena?- dijo en tono de duda.

-Sí, éramos amigas antes de que me fuera a mudar con mi abuela-

-Oh Elena- gritó tanto que tuve que quitarme el teléfono de el oído mientras terminaba de hacer eso. -Te extraño mucho pequeña-

Tardamos un buen rato hablando de cosas tontas, le conté mi vida y dijo que parecía una historia de amor, después ella me contó de su vida, ahora tenía un hermoso bebé, no sé como pero dijo que eso me lo contaría cuando nos viéramos.

Seguía hablando con ella, fui a dejar las cosas que había utilizado para comer a la parte de abajo, después tomé el elevador y cuando entré vi a Sean con una rosa roja.

-Bebé- me abrazó -Ten, es para ti- me dio la flor.

El elevador se cerró.

-Gracias- sonreí y apreté el piso al que evidentemente ambos íbamos.

Había un silencio entre ambos y mientras, yo observaba como cambiaban los números del piso, pero de repente me espanté por qué se apagó eso, y también las luces de el elevador.

-Sean- corrí a abrazarlo, estaba un poco oscuro y la oscuridad me aterraba demasiado.

-Tranquila bebé, todo estará bien, se ah ido la luz, tendremos esperar a qué regrese- me tomó de las manos.

-Tengo miedo- suspiré.

-Me alegro de haber sido yo el que se quedara contigo aquí, justo ahora- no podía verlo pero sentí como se le salía una sonrisa.

-Qué cosas dices- reí -¿Para qué te tenías que ir?-

-No te lo puedo decir-

-¿Ah no?¿Y por qué?- odiaba que hiciera eso, en verdad.

-Por qué no quiero preocuparte princesa- pasó un mechón de mi cabello detrás de mi oreja -Ven- nos sentamos y puso la linterna de su celular hacia arriba para que se pudiera iluminar todo.

-Me preocupas más si no me lo dices ¿Sabes?-

-Te lo diré luego- me besó la frente.

-Confiaré en ti- le miré a los ojos -Llamé a Julie, la chica que te encontraste-

Una lágrima se le salió del ojo y de inmediato me asusté.

-¿Qué pasa?-

No dijo nada, solo me abrazó muy fuerte y se separó un poco de mi para poderme besar, era raro ver a un hombre llorar por eso es que me asustaba tanto que el lo hiciera.

-Nada-

-Dime- supliqué.

-Es que no te quiero perder, de todo lo malo que me pasa tú eres la parte buena-

-No me perderás Sean, ahora dímelo- me senté frente a el, ósea encima de el viéndolo a los ojos.

-Bien... En los tiempos en qué no me importaba nada ni nadie, estuve con una chica, pero ella insistía en verme y yo no quería, le hice mucho daño Elena, ahora tiene un hijo pequeño, de dos años o uno creo, y dice qué yo fui el último con el que estuvo, y quiere que me case con ella, o que le de dinero para qué ella lo mantenga- suspiró -Sabe de ti, dijo que cualquier oportunidad qué se le presente te va a hacer algo y no quiero eso-

-¿Y tú crees que por esto te voy a dejar?-

-Supuse que sí-

-Pues déjame decirte que estás completamente equivocado- sonreí -Te ayudaré en todo y no creo que ella me haga algo-

-te quiero mucho, mañana necesito ir a pedir una prueba de ADN-

-Te acompañaré- lo besé, y de pronto me besó aun con más intensidad, lo cuál fue raro, pero me alegraba de poder ayudarlo en los problemas que tenía y poder ayudarlo a olvidarse de este tipo de cosas.

Se acostó y yo me acosté encima de el y lo empecé a besar, luego recordé algo y pensé... Cuando alguien me pregunte como fue mi primera vez ¿Diría que en un elevador?
Me separé de el y me reí al pensar eso, me preguntó que de qué me reía pero no dije nada y volví a darle un beso.

Seguíamos así pero cada vez con más intensidad, hasta qué el elevador se prendió y se paró en un piso antes qué el que íbamos, se abrió y para mi buenísima suerte, la chica que le había coqueteado a Sean estaba ahí y al vernos acostados uno encima de el otro, hizo una cara de ash.

-No sé si ya sabías pero el elevador no se usa para acostarse con alguien cuando estés urgida- se dio la vuelta y se fue, me levanté enojada e iba a ir tras ella para golpearla pero Sean me jaló de la cintura.

Intentalo una vez más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora