Limón y Canela [Completo]

Capítulo 6-Jodido hasta los pies... [Editado]

Capítulo 6- Jodido hasta los pies...

No estaba contento, no estaba en sus cabales y había perdido la cordura en algún momento entre las ocho de la mañana e inicios del medio día. Blaise había llegado a su oficina a hacer un desastre y destruir la armonía que Granger y él habían logrado establecer por sí mismos. Se pavoneaba como si fuese el dueño, sácandole carcajadas limpias a su secretaria. Pero eso no fue lo que le provocó una inmensa laguna mental, sino esa posición que Hermione tenía sobre su escritorio mostrando deliberadamente ese par de piernas. Aflojó su corbata, en un intento desesperado por recuperar algo del aliento que la insufrible, mojigata, sabelotodo y maldita sangre sucia le había quitado con ese vaivén travieso mientras Blaise le susurraba estupideces en la oreja.

¿Qué mierda pasaba con él?

Draco Malfoy estaba jodido, completamente, jodido. Ah, pero eso no era nuevo, su utopía se había desmoronado el día que ella llegó a su oficina a poner su mundo de cabeza. Cuando supo que Granger sería su secretaria esperaba un desparpajo de mujer y en su lugar tuvo que tragar saliva y desviar la mirada.

¡Merlín! Desajustó aún más su corbata. Se ahogaba. ¿Por qué se ahogaba?

— ¡Granger! —llamó a la culpable, ¿para qué? Ni él lo sabía.

No podía ir por el Ministerio con sus ojos prendidos como lapas hambrientas sobre ella, sobre su cabello más domado de lo normal, en sus ojos de color miel, en esos labios carmesíes.

Hacía demasiado calor, ¡rayos que sí lo hacía!

— ¿Te encuentras bien? —preguntó llegando hasta él, el rubio parecía estar sofocado hasta el punto en que su piel habitualmente pálida estaba sonrosada. Le preocupaba, no quería un cadáver ese día —. ¿Quieres agua? ¿Abro las ventanas?

— Estoy bien —gruñó y desvió su mirada de su trasero. ¡Carajo! ¿Por qué todo debía ser tan jodidamente difícil? Tamborileó sus dedos sobre el escritorio. Todo era por culpa de Zabini, Merlín sabía que ese moreno era el maldito demonio en persona —. ¿Lee trajo lo que pedí hace semanas? ¿Qué hay de los planos?

—Malfoy, ¿en verdad estás bien? —se iba a acercar, pero éste espantado levantó una de sus manos.

—Quieta, ni te muevas.

—Pero...

— ¡Maldición, Granger! ¡Estoy bien! ¿Contenta? Tienes el día libre, vete —ésta iba reclamar pero no le dejó ni siquiera decir una palabra —. ¡Fuera!

Debía parecer un loco demente a esas alturas, pero había hecho bien. Sí, lo había hecho bien. Había controlado la situación y todo estaba perfecto. Tiró de su cabello y se arrellenó en su silla giratoria, ¿qué estaba haciendo?

~*~

—Y por eso estoy aquí —Ginny la miró con una ceja en lo alto, escéptica hasta la médula con lo que escuchaba.

— ¿Sofocado, dijiste?

—No, más él estaba... neurótico —se rió divertida tomando un sorbo de té de limón —. Se me vinieron a la cabeza varias hipótesis, pero era imposible. Aunque quizás fue mi error, ya sabes. Llevaba todo ajustado esa mañana y Zabini me dijo que sería más fácil sacar información de él —la pelirroja se carcajeó y se tomó el estómago.

—Hasta James se divierte —la Señora Potter la miró fijamente —. ¿Volverás? —Hermione negó con suavidad, una sonrisa pícara que muy pocas veces dejaba ver, se dibujó en sus labios —. Bruja.

—Debe estar insoportable y hoy estoy particularmente de humor. Pero no, no voy a volver.

—Si no te conociera en verdad pensaría que pudiste haber sido la sobrina de Bellatrix, eres malvada —por poco no se ahoga con el té.