Quédate conmigo #2

Tú

Mis manos están sudorosas, mi pulso acelerado y no puedo tragar porque tengo la boca muy seca. Tomás me sonríe dándome ánimos desde el otro lado de la sala, están todos juntos. Corina, Tania, Óscar, Tomás, Dani... pero yo no podía estar con ellos. No porque no puede parecer que somos amigos.

Alex está en una mesa en el centro de la sala, junto con Alicia que le habla en bajito mientras mira unos papeles con él. La noche anterior tuvimos, tras muchos intentos, que decidir que lo mejor era que él se fuese a dormir a casa de Óscar para poder despertar al día siguiente por separado sin liar más las cosas de lo que ya estaban. No era lo que nos apetecía, a ninguno de los dos, pero era lo que teníamos que hacer, y ambos lo entendimos. Estaba feliz por haber vuelto a estar bien con Alex, y tenía muchísimas ganas de poder pasar tiempo junto a él. Aun así, estaba muy nerviosa, hoy podían salir muchas cosas mal y podía perjudicar a Alex. Echo un vistazo rápido al lado izquierdo de la sala, donde están todos; Tomás y Dani murmuran algo muy cerca el uno del otro. Corina y Óscar tienen las manos cogidas y se limitan a mirar al frente; y Tania... Tania me está mirando con media sonrisa malvada, divirtiéndose a mi costa.

Suspiro y justo en ese momento el juez entra en la sala, todo el mundo se levanta así que yo imito a la gente. Solo había estado una vez en un juicio, pero yo era muy pequeña; y lo había intentado eliminar del baúl de mis recuerdos con todas mis fuerzas.

El juez comienza a hablar, pero no sé ni qué dice, soy incapaz de escuchar nada. Alicia empieza a hablar y mis alarmas saltan cuando saca al estrado a Alex. Le hacen jurar y la abogada procede a hacer unas preguntas.

- ¿Dónde se encontraba el 16 de octubre de 2015?

- Estaba con mi novia en su casa, estuvimos toda la noche juntos. - Alex está muy serio y no me mira en ningún momento. Tiene la vista fija en Alicia.

- ¿Puede ella corroborar su versión?

- Sí.

- ¿Sabe algo del accidente en el que se vio involucrada Corina Ruiz?

- No, me enteré esa misma noche por una llamada.

- ¿Quién se lo dijo?

- Óscar Larson.

- ¿Es cierto que la moto con la que Corina Ruiz y Óscar Larson tuvieron el accidente había sido suya antes de vendérsela al propietario actual del siniestro?

- Sí. - contesta únicamente.

- No tengo más preguntas.

La sala se queda en silencio y la gente murmulla por lo bajo, Alex se vuelve a su sitio y llaman a todos los demás a corroborar que Alex no estaba en la fiesta. Todos dicen lo mismo y entonces sacan a Tania. Ella se sienta y lo primero que hace es clavar su vista en mí.

- ¿Es cierto que Alex estaba en su casa la noche del dieciséis de octubre?

- Protesto, el letrado está induciendo al testigo. - salta el abogado contrario.

- Se acepta. - dice el juez.

- Bien, entonces ¿dónde estuvo esa noche?

- En mi casa.

- ¿Sola?

Tania me mira una última vez y mi pulso se acelera expectante.

- No, - dice al fin y yo puedo respirar de nuevo. - Alex estaba conmigo, estuvimos juntos toda la noche hasta que llamaron del hospital.

Desconecto cuando dejo de ver peligro y me sobresalto cuando oigo mi nombre. Tardó en reaccionar, pero me muevo cuando veo que todo el mundo me está mirando. Deduzco que me han llamado así que mecánicamente me siento donde han estado todos sentados antes. En ese momento es la primera vez que Alex y yo mantenemos contacto visual directo.