Dear Deer ||BillDip|| #PremiosBillDip 《EDITANDO》

III: Dear Lover

Las posibilidades para el cazador en ese minuto eran infinitas. Ahí está el chico ciervo, tal y como lo dejó Bill la noche anterior, recostado en la alfombra del oso que casi le quita la vida.

"¿Te imaginas la gran blasfemia que sería para el oso follarme a Pino ahí sobre su lomo? No, no Cipher... Aún no puedo, además no se trata del oso, se trata de mi cervatillo...", mantenía ese peculiar dialogo con él mismo en sus pensamientos.

- Despierta mi querido Pino~ -Le susurró en tono juguetón al delicado oído del ciervo.

- Ahora no... dormiré por siempre... -¿Pero a quien no le dan ganas de aprovecharse de este pequeño cuerpecito si se comporta de esta forma tan tierna?, volvía a decirse el perverso cazador.

- Bueno, pues, supongo que comeré entrañas de ciervo para el almuerzo... -Bromeó en un volumen bastante elevado.

- ¡Ya desperté! ¡Ya desperté...! -Se levantó rápidamente de su pocisión. Claro que al cazador le encantaba eso, no era difícil saber que podría hacerle eso todos los días, despertarlo así cada mañana...

"Ver esa carita de pánico me calienta cada vez más...", fantaseaba con descaro.

- ¡¡¡Jajjajjajajajajajajjja!!! ¡Debiste ver tu cara!

- Agh... ¿Qué quieres... Bill...?

- ¿Qué pasa? -Deteniendo sus carcajadas hizo un puchero bastante exagerado.- Pensé que nos divertíamos...

- No es divertido despertar gracias a un pre-infarto...

"Solo eres un aguafiestas...", seguía con sus neuroflasfemías.

- Como sea, a desayunar que hay mucho que hacer hoy... -Se levantó para dirigir al más joven hasta la mesa y que conociera un poco su hogar.

"Su futura casa.", corrigió.

Se había esmerado un poco más en la comida del día de hoy, tal vez no lo pareciera, pero en la morbosa mente del humano no solo rondaba el deseo de querer acostarse con el chico castaño, si no que anelaba que se quedara por su propia cuenta, no teniendo que traerlo del collar que él mismo le colocó... ¿Podría siquiera lograr una meta tan loca como esa?

"Ésto es difícil... nunca me había... enamorado de alguien...", pensaba de forma muy distinta a como actuaba.

- ¿Qué tal? ¿Se ve bien? -Exclamaba con desbordante confianza, mientras sobre la mesa había muchos tipos de ensaladas de fruta y verduras, distintos tipos de cereales y había horneado unas cuantas tartas de diversas cosas.

"¿Será demasiado? Se me hace difícil no poner carne en la mesa...", se justificaba sin motivo.

- Woah... -Los ojitos del ciervo brillante de forma peculiar, al cazador no se le escapó ese detalle.- G-gracias... Bill, p-pero no er-a ne...necesario... -"De verdad que me gusta este chico..." , se repetía Bill en su mente.- S-solo con un poco de césped bastaba...

"Te deseo Pino..."

- No digas eso cuando se te cae la baba -Lanzando aquel comentario formó una sonrisa en su boca en lo que lo apuntaba acusadoramente.

- Gracias... -Otra vez las mejillas del mas joven se tornaron de un color rosa, resaltando esas pequeñas pecas blancas que yacían bajo sus ojos.

- Mejor come, antes de que coloque viseras sobre la mesa... -Y así es como Cipher hecha a perder el momento.

- E-Está bien...

...

El joven cazador tenía amarrado al pórtico de su casa al pequeño ciervo con una muy larga cadena de metal, impidiéndole así cualquier intento de escape, el cual miraba atento cómo cortaba leña, aun no comprendía porque lo tenía capturado si no era para matarlo, tampoco entendía por qué lo traba bien y lo asustaba a la vez. Hay que admitir que el rubio da un mensaje algo confuso.

- ¡Hey, Pino! -El castaño se percató del llamado.- ¿Me podrías traer agua? -Solo podía obedecerle de mala gana para que no se le acalambraran las patas de tanto descansar, y en cuanto regresó con lo pedido... se podría decir que llego en el momento exacto.

Ahí estaba ese impredecible hombre, sacándose su camisa por el calor que le provocaba hacer el ejercicio de talar madera, quedando a torso desnudo mostrando su trabajado y sudado cuerpo... Estaba lleno de cicatrices y marcas, y uno que otro tatuaje que no alcanzaba a entender que simbolizaban, el joven no podía quitarle los ojos de encima, nunca había visto algo por el estilo, era algo que hizo que le subiera el color rojo a las mejillas por enésima vez y no estaba seguro del porqué ocurría tanto, pero el cazador al notar eso solo le compartió una sonrisa y se acercó a el seductoramente hasta quedar frente a frente.

- Si quieres me puedo quitar los pantalones también... -El rostro del ciervo ahora ardía en carmín y desvió la mirada poniendo rápidamente entre ellos la jarra de vidrio con agua que le había encargado.

- B-Basta de esas cosas Bill, me incomodas... -Bill se dio cuenta de lo distante que seguía con él, y eso no era para nada bueno.

- Oye... -Lo llamó con un impropio nerviosismo.- Que te parecería... hacer algo como... ¿Dar un paseo por el bosque? -Él moreno no tenía fama de ser amable, pero debía serlo por él, aunque significara perder el orgullo en algunas ocasiones.

- ¡¿L-Lo dices enserio?! -Sus ojos se iluminaron nuevamente, y vaya que a Bill le gustaban esos ojos castaños, en especial si su brillo era porque él lo hacía feliz. Era extraño, ya que apesar de todos los morbos que podía imaginarse con el pequeño cuadrúpedo le agradaba esa sensación dentro de su pecho cuando el menor se emocionaba por pequeñeces.

El rubio no le dijo nada mas, tomo su escopeta, una canasta cargada de cosas que Dipper no logro divisar, una capa color negro junto con su camisa y la cadena que lo unía al cervatillo, y emprendieron una larga caminata por hasta lo profundo del bosque; se adentraron a una parte que el castaño desconocía por completo y eso hacía que se le pusieran los pelos de punta, no podía evitar pensar en la posibilidad de que esa sería su última travesía por el bosque, pero supo que se equivocó completamente -una vez mas- al mirar lo de pronto que tenía a su alrededor: habían llegado a su destino. Una cascada oculta, rodeada por arboles florales de los más diversos tipos y colores, hadas revoloteaban por la superficie del agua y las mismas luces de la cascada iluminaban el lugar.

- Sorpresa Pino...