Hace tiempo que despierto con la sensacion de que me falta algo. No estoy segura si me faltan tus buenos días o tu simple presencia, pero estoy segura de que se relaciona contigo. Esta mañana mi madre te ha mencionado mientras desayunaba con ella, me preguntó como iban las cosas y entonces me encogí de hombros y le sonreí sin ganas. Agradecí que entendiera que no quería hablar de ti, pero la verdad, amor mio, es que tengo tantas ganas de decirle a todos que haz sido el desastre mas bonito en mi corta vida.
Llegaste y rompiste mis esquemas acerca del amor. Llegaste y te instalaste en mi corazón casi sin permiso y entonces mi vida cambio. Ya no me despertaba solo para otro día mas de rutina, ahora cada que abría mis ojos podía verte a mi lado, podía sentir el calor de nuestras manos juntas. Llegaste cuando menos lo esperaba, cuando no estaba lista para tener nada, cuando comenzaba a sentirme la peor cosa del mundo y tu me cambiaste por completo.
Era fácil con los demás decir que todo estaba bien pero tu, joder, tu sabias cundo me sentía destrozada y te encargabas de recoger todas mis piezas rotas y juntarles de nuevo. Me abrazabas sin decir nada y acariciabas mi cabello dulcemente y ahora tan solo todo se siente frio sin ti.
No encuentro explicaciones para tu retirada tan pronta, como si un día hubieses decidido que había alguien mejor, entonces recogiste tus cosas y saliste de mi vida aun cuando te rogue que te quedaras. Extraño el tacto de tus manos en mis mejillas, extraño que me veas a los ojos y sonrías sin razón al mismo tiempo que yo. Extraño tu cariño. Extraño tanto la manera en la que era mi vida cuando estabas en ella. Extraño tus llamadas a las once de la noche y tus mensajes al despertar y es que te fuiste tan pronto, de una forma inexplicable y ahora todo lo que quiero es que regreses a mi.
Mis noches consisten en llorar y preguntarme lo que hice mal contigo. Lloro y me pregunto lo que he hecho mal, y es entonces, cuando caigo en cuenta de que no tenias opción. Ya no me querías mas y quedarte conmigo solo me haría mas daño.
Recuerdo el día en el que me preguntaste sobre otra chica. Me hablaste de ella como si fuese la octava maravilla del mundo y la miraste como solías mirarme a mi. Me hablaste de ella y la charla que habían tenido en el trabajo y yo asentí, de forma interesada, aunque por dentro podía ver lo que se avecinaba. Dejaste de llamarme de pronto y comenzaste a esperarla afuera de la puerta del trabajo. Pasaba a tu lado y veía como tu te quedabas ahí, afuera, aguardando a que llegase y así poder hablar un poco mas. Pude sentir un golpe en el pecho cuando te tomo la mano y te sonrojaste. Recuerdo haberme mordido tanto la lengua hasta que sangró aquella vez que le dijiste te quiero. Aun recuerdo que me sentí como si solo hubieses estado jugando conmigo, cuando te vi en el cine con ella, haciendo una broma que ya me habías hecho a mi.
No comprendía porque la habías elegido a ella y no a mi. Quería saberlo, quería saber porque ella te parecía mas linda, mas inteligente, porque habías decidido acabar con lo nuestro para poder tener algo con ella. Quería llorar y que el mundo dejara de preguntarme por ti, pero es que te habías hecho tan costumbre en mi vida que verte con alguien mas solo me hacia querer ser como esa persona.
Hasta hoy en día tengo esa interrogante en la cabeza, después de que me contaras que la hiciste tu novia. Sonreí y me aleje de ti, esperando que me detuvieras y me dijeras que habías cambiado de opinión, cosa que no ocurrió. Fue ahí cuando comprendí que existen los llamados "amores fugaces", aquellos que llegan como un huracán a tu vida y te hacen sentir bien, te hacen sentir plena y feliz con tanta intensidad que cuando se van, arrasan con todo en lo que te habías convertido. No me arrepiento de lo vivido contigo, pero si de que no durara tanto como me habría gustado que durase.
