Seduciendo a una nerd © [2da Temporada]

Capítulo 22.- No quiero más.

Sentía el dolor de mi mejilla al rozar con la sabana, me dolía el rostro y sobre todo la mejilla donde había recibido ese golpe. Mi cuerpo estaba quieto y podía sentir el frio sobre mi rostro por la noche. No había sentido a Justin hasta que moví mis pies y choque los suyos; en seguida los enrede con los míos y pude sentir como se movió rápidamente hacia a mí. Instantáneamente abrí mis ojos y me di cuenta que estaba madrugando.

—¿Quién te hizo esto preciosa? —me susurra suavemente mientras sus manos me acariciaban el rostro.

Me di vuelta inmediatamente y vi a mi novio mirándome con una mirada cálida y de protección. No había enfado ni ninguna otra emoción en su rostro, solo algo de preocupación.

—Justin.. —susurre agobiada por todo.

Me oculte entre sus brazos mientras Justin quedaba paralizado por mi reacción, en seguida respondió a mi abrazo y mis lágrimas empezaron caer de una manera acelerada sin opresión de parte mía para detener.

—Mi amor... —me llama él—. Mi amor...

No sé cuántos segundos estuve así, pero de pronto había caído en el sueño nuevamente en los brazos de Justin. Podía sentir sus caricias y como me decía cosas, pero no lograba entender nada; estaba exhausta y no quería más, yo no daba más, le diría a Justin hoy.

El rayo de sol me llego a la cara por la ventana y eso hizo que abriera mis ojos para esquivar la luz. Moví mis ojos y me di cuenta que Justin no estaba en la cama pero si en departamento. Sentí las risas de ellos dos en la cocina, escuchaba el eco.

Me levanté y fui directamente al baño. Me impresione la manera como me había dejado esos chicos; mi mejilla inflamada al igual mi labio cual estaba rajado. No podía ocultarle más la verdad a Justin y me asustaba como reaccionaria.

Salí rápidamente del baño para ir a la cocina. Al llegar descubrí como ellos conversaban animadamente y al verme Santiago se sorprendió, en seguida Justin se dio cuenta de mi presencia.

—Pero que mierda te paso —me dice Santiago dejando de mover el sartén.

Justin me mira fijamente sin ninguna emoción.

Santiago apaga la cocina y vuelve a mirarme.

—Justin... ¿Le miraste como le dejaron el labio? —le pregunta Santiago.

—Oye.. —sacando sus manos de mi rostro—. No toques que duele.

Justin se para tomarme de la mano.

—¿Comiste algo ayer? —me pregunta.

—Si...

—¿Segura? —me pregunta y asiento—. Tomaras desayuno.

Santiago en seguida vuelve a cocinar mientras Justin me empezaba a servir la comida.

—Vas a comer callada y tranquila —me dice tranquilamente él—. Te vas a comer todo.