Capítulo 51.- Solo duerme.

90.2K 4.4K 1.9K
                                    

Habían pasado tres días de la boda y prácticamente mi relación con Justin, era nula

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Habían pasado tres días de la boda y prácticamente mi relación con Justin, era nula. Habíamos vuelta a casa para después seguir ignorándonos.

Yo estaba irritada por mi necesidad sexual y porque aún no sabía cómo divertirme. Me gustaba pasar tranquila y para mí la diversión, era lo contrario a la tranquilidad.

—¿Tienes clases hoy? —Me pregunta Jorge.

—No, pero iré a trabajar —le digo.

Estábamos todos en el desayuno. Santiago y yo se habían ido a sus clases para yo, quedarme unos minutos e irme después al trabajo.

—Max eres demasiado tierno —le digo cuando el perro me deja en la puerta.

Había tomado un bus para ir al trabajo y lo primero que había visto, cuando había llegado eran los senos de Leah sobre mi cara.

—¡Mi hermosa morocha! —Chilla mi amiga ahogándome con dotaciones femeninas.

—Leah...déjame respirar —Trato de decirle.

Leah me duela y me mira.

—Lo siento, se me olvida —me dice mirándome.

—No quiero morir ahogada en tus senos —le digo cuando entro a cambiarme la ropa, es decir, cambiar la camisa y colocarme delantal.

—Ni que fueran tan grandes —me dice y yo la miro.

—Son como dos sandías —le digo.

—No es para tanto.

—Dos melones y medio en cada lado —le digo cambiándome la camisa.

—Pues tú tienes bastantes —me dice.

—No tanto como tus dotaciones —le digo.

Ahí es cuando Leah y yo empezamos hablar cosas que de vez en cuando habla una chica. Las dotaciones de las mujeres.

—La próxima semana vamos a ir guapas —me dice Leah—. Hace tiempo que no iba una cosa de universidad.

—¿Hace cuánto te alejaste de todo? —le pregunto.

—Fue gradualmente, ni siquiera me di cuenta —me dice Leah cuando lleva los cafés.

Al terminar el turno, me despedí de Leah y antes de eso, acordamos que iríamos de compra.

Antes de llegar a casa, fui a comprar comida china a un local nuevo y de paso compré jugos y gaseosas. Al llegar a casa había un silencio muy notorio y de pronto, aparece Max con un pedazo de pollo en la boca.

—¡Devuelve eso! —El grito Santiago se hace presente al igual que su figura.

—Hola —le digo y veo cómo Max se escondía para comer el groso de pollo—. Llegaste temprano ¿Dónde están todos?

Seduciendo a una nerd © [2da Temporada]Where stories live. Discover now