Ladrona de mi corazón (Nico Di Angelo) © ✔️

Capitulo 7

———————
Capítulo siete
Will
———————

—Will...—susurró, Nico.

El pelinegro, bajo la cabeza al suelo, aquél gesto lo intérprete  como si lo hubiera regañado o algo por el estilo. Por mi parte, esa fuera mi perfecta oportunidad de huir de ese lugar.

No quería seguir jugando con Nico cómo si fuera el gato y el ratón, o peor aún escuchar una vez más sus  “regaños”.

Dejé que mis piernas reaccionarán, el cielo ya estaba tomando ese tono nocturno, tan peligroso por el hecho que podían aparecer alguna Arpías. Al llegar al campamento no dude ni un momento más en dirigirme a mi cabaña, para mi suerte los campista estaban entretenidos en sus cosas, o eso era lo que creía. 

—¿Por qué llegas a está hora, jovencita?—Me preguntaron, en un perfecta sincronía mis hermanos.

Hice un pequeño sonido con mi lengua de chasquido, cuando Connor dejo de hacer lo que sea que estaba haciendo para mirarme de arriba hacia abajo, examinando que estuviera en perfecto estado.

Travis que estaba en la parte de arriba de la litera, se lanzó tratando de caer perfectamente en el suelo, pero eso no pasó, sino que cayó al suelo, quedando sentado. Se me hizo imposible no reírme a carcajadas.

—¡Oye, no te rías!—Exclamó, levantándose del suelo, con el ceño fruncido. 

Estaba a punto de empezar una pelea con él, no obstante, escuche tres golpes constante sobre la madera de la puerta, dirigí mi mirada hacía ambos castaños en busca de alguna respuesta, pero al parecer ellos estaban igual de sorprendidos que mi persona.

Realmente era extraño el hecho que llamarán a esas hora de la noche, porque se suponía que ya comenzó el toque de queda. Inconscientemente se Me escapó un largo suspiro de mis labios para ir  en dirección a la puerta.

Cuando estuve allí, gire el plomo de la puerta, busqué con la mirada a alguien que hubiera sido el gracioso de tocar la puerta pero no había nadie, todo estaba incompleto silencio.

No obstante, cuando me dispuse a cerrarla, allí lo vi, sobre la madera del porche una extraña carta, me incline sobre mis rodillas para tomarla entre mis manos.

Mi curiosidad era tangente en ese momento, así que decidí leer la dirección o la descripción de para quien estaba dirigido, cuando la leí, jure que mi boca estaba haciendo una perfecta “O”.

Estaba escrito su nombre con una perfecta caligrafía.

—¡No puede ser esto posible!—exclamé, mordiendo mi labio inferior.

———
VOTA - COMENTA - SÍGUEME

Besos 😘😘😘
CORREGIDO