Capitulo 31:

1.3K 94 5
                                    

De verdad siento mucho el tardarme tanto, ya les había comentado, acabo de mudarme y fue terrible, me he estado estrezando y en verdad no podía escribir con mi mente así, pero es un compromiso actualizar en la madrugada cada día o cada dos días (Lo veo justo ¿No?) por favor no dejen de votar  dejar sus lindos comentarios, ustedes son mi inspiración. 

**********************


José estaba pidiéndome que lo dijera de nuevo. Estoy soñado, en verdad que sí.

-¿De verdad dices que has liberado todo lo que sientes por mí con esto? –Con su dedo índice limpio la gota de sangre que se había escurrido hasta su mentón, no dejaba de transmitirme intensidad con su mirada.

No puedo contestar, tal vez me atreví a decir algo tan fuerte, pero la realidad es diferente, no lo he olvidado.

-Has actuado tan bien que causaste miedo en mi –Sentía sinceras sus palabras al estar nuestras miradas conectadas, imploraba que esto al fin fuera sincero, pero tenía al final miedo.

-Debo bajarme ahora mismo José –La incomodidad que sentía era desesperante, quise pasarme por la otra puerta pero José no me dejaba, José estaba en completa seriedad.

Jos se jalo los cabellos y me miro con el ceño fruncido. –No sabes lo difícil que es para mí esto y te estas comportando como una niña inmadura –Exclamo.

-¿Difícil? ¡Tú qué sabes de sufrir Canela! Tú no sabes lo difícil que es para mí cerrarme a ti –Por dios Dafne ¿Por qué nunca puedes retener las lágrimas? De nuevo fui vulnerable a él, tengo que dejar de llorar, ha pasado tanto tiempo y todavía puede hacerme sentir así.

-No quiero que llores más por mi Dafne –Cuando me di cuenta él me había envuelto entre sus brazos, me pedía delicadamente que parara de llorar, pero esta escena me hacía sentir una fuerte emoción ¿Por qué ahora José?

-¿Por qué me abrazas? –Lo mire entristecida.

-Quiero que me ames Dafne Ortiz.

Lo miré con valor a los ojos, me sentía perdida, sentí la esperanza recobrarse.

-Yo anhelo el que tú sientas lo mismo –Me atreví a decir.

-No entiendes –Se libero de mí, salió del auto y me indico con su mano que saliera.

Cuando creí que por fin terminaría esta pesadilla, Jos nuevamente me erizo la piel con sus palabras, nunca entenderé porque es así.

-Ol-olvida lo que he dicho –mi voz se había quebrado.

Jos intento sonreír y sus ojos brillaron nuevamente, el chico esta ves se miraba frustrado, no se que tienes en tu mente José Canela, evite que se hiciera extenso el momento y me fui corriendo hasta tomar un taxi, me detuve hasta la entrada principal del lugar y espere, no me sentía desesperada por tomar el taxi ya que Jos nunca me ha perseguido para molestarme dos veces, siempre se queda en el lugar de los hechos con una satisfacción completa.

Un auto derrapo enfrente de mi, ese carro era conocido.

-Sube –Sus lentes finos, lo hicieron ver tan rudo y sensual, acepte por que era Esteban.

-Deberían hacer porquerías en un hotel no en un estacionamiento.

¿QUE?

-¿Me estabas espiando?

Me miro travieso y se burlo, mirando al frente, manejaba para salir del lugar.

-Usa la psicología inversa niña, te prometo que lo tendrás comiendo de tus manos.

Él.      Where stories live. Discover now