Capitulo 4:

2.3K 143 17
                                    

-¿Cómo te fue? –Me pregunto mi padre poco animado pero curioso.

-Bien. –Le dije secamente y me acosté. –De hecho no sabes cuánto deseo que ya sea mañana…

Sonrió suavemente de lado, tengo curiosidad.

            Ahí estaba, comiendo con mamá y papá y silencio que siempre nos acompañaba en la mesa. Mi padre siempre era callado y mi madre igual. Ellos no debieron casarse, los polos iguales no van. Casi nunca hablo profundamente con ambos, y esa es la razón por la que desconozco como es que se enamoraron. Vuelvo mi vista a ambos y solo se decían preguntas en susurros. Acerco el tenedor con la última porción de albóndiga. Termino de ingerir y me levanto para ir a la cocina y dejar mi plato y vaso sucio en el lavaplatos.

Que aburrida vida llevaba, ya las redes sociales ya no me distraían ¡Ya me aburrían!  Tampoco tenía ganas de salir. Giré de la cama y de la mesa de noche color chocolate, saque en el cajón deslizante mi cajetilla y encendedor. Saque un cigarro y abrí la ventana de mi cuarto. Me recosté en la esquina de la cama, en el piso. Lleve el cigarro a mis labios e inhale al prender el encendedor. Mis días tan miserables y aburridos como estos lo mejor que hacer es fumarte dos cigarros después de comer para acabar durmiéndote después de hacerlo y abrir los ojos hasta que tu cuerpo se fastidie. No me da ni el más mínimo asco estar ahogado del escandaloso humo gris del cigarro.

            El canto del gallo me está levantando de mi profundo sueño, el canto de ese desgraciado gallo me está asustando. No lo quito porque solo quiero odiar una melodía en esta vida. Abro mi ojo izquierdo como plato, estiro mi brazo para alcanzarlo y cliquear diez minutos más.

Eternos diez minutos, estaba fascinada. Poco a poco el sonido del gallo de nuevo volvió.  Ya no hay diez minutos más…Bueno, unos cinco más no dañan a nadie. Estiro otra vez mi brazo y cliqueo la pantalla donde dice diez minutos más.

Deliciosos diez minutos esto es gloria, que delicia es sentir tan caliente el edredón. Gallo de mierda, ya empezó otra vez. Estire por tercera vez mi brazo, Pero ni el gallo me levanto tan rápido como el fuerte golpe que hizo mi madre en la puerta, amenazándome que me iba a ir en transporte. De brinco salí de la cama individual y toque el frío piso para solo ir a lavarme la cara, dientes y hacerme una cebolla en mi cabello. Me perfume todo el cuerpo para que no dejara rastros de olor a sudor y cigarro. Corrí a ponerme el uniforme y después volver a perfumarme. Baje veloz al primer piso y estaba mi madre en pijama con una bolsa de papel en su mano.

-Es tu desayuno, ya no te va a dar tiempo. –De su otra mano me entrega mi gasto-. Y de ahí tomas para tu transporte.

-Llegare a tiempo –Rodé los ojos-. Mi papá me dejo ¿verdad? –Dije incrédula.

-Claro –Dijo fingiendo entusiasmo-. Saliendo de la privada, camina a la izquierda hasta llegar a la esquina, y de ahí  camina a la derecha y sigue caminando hasta dar con la parada que ahí estará el transporte en unos minutos. Es la única unidad que entra a esta colonia, y es la que te lleva una manzana antes del colegio. Ya vete

Mi cerebro estaba procesando las indicaciones de mi madre y todo por no levantarme temprano.

Con resentimiento le di un beso en la mejilla y salí de la casa. Me dio un golpe helado el viento. Corrí a la dirección que me dio mi madre.

Iba  camino a la escuela, suspire de solo pensar que esta no es la primera vez que subo a un autobús. Recuerdo cuando Alonso me tomo de la mano y bajamos corriendo del autobús. Corrimos como personas sin infancia por no pagar nuestro pasaje. Hace cuatro meses, me termino porque no me justifique de un beso que le di a su mejor amigo. Estaba ebria y si le decía que estaba pasada de copas, igual y no iba a perdonarme, pues le molestaba que tomara. Que irónico, odiaba que tomara, pero él había sido mi maestro para aprender a fumar.

Una mano toca hombro.

-¿Podría pasarle en la siguiente esquina? –Una mujer de la tercera edad me pidió el favor, le sonrío forzosamente y tomo su dinero para pasárselo al chofer.

-Ya escucho señor –Le entrego el dinero.

Da un freno brusco el autobús y se detiene. Actúo como flash en unos segundos, sacando mi dinero para pagar y bajar. Cuando baje, corrí todo derecho para llegar al estacionamiento del colegio.

El día ya no están agradable como ayer, hoy los profesores muestran otra actitud muy distinta, más serios más trabajadores. Vengo a la escuela a aprender y tengo que prestar atención.

            Olfateé la bolsa que me dio mi madre y adivine al instante que eran los típicos huevos revueltos que siempre hacía para desayunar. Me salí del salón para ir a comprar a la cooperativa. Ya no estaba la chica con la que discutí el día de ayer… Me siento malota: De mi malosa actitud compre una hamburguesa. Tome lugar en unas mesas de barro que estaban afuera de ese lugar.

Me devoré la hamburguesa en minutos. Miraba con nostalgia a todo grupito de compañeros que reían, no he hecho ninguna amistad. Sentí el adictivo perfume de ayer, lo sentí cerca y mis ojos lo buscaron con una exagerada desesperación. Me doy pena, yo no sé qué hago buscándolo.

Me retracto, valió la pena buscarlo con la mirada, me quede sin aire cuando al fin pude ver su rostro. Mi seguridad se marcho, mi autoestima se bajo, estaba asombrada. Estaba segura que en mi país no había más belleza que la de mi ex novio, hasta ahora. Su rostro es perfecto para mí, sus ojos que no me miran, son delineados por sus largas y curvilíneadas pestañas negras. Toda la atención se la llevan sus llamativos ojos color marrones que brillan espectacular. Y sin mentir, sus cejas eran muy sensuales, tan pobladas y gruesas. Carajo, se está acercando a mi…

Me llevo la mano a un hombro y miro mis zapatos. Estaba pálida.

-¿Qué tanto me mirabas? –Su voz grave y suave me dejo helada.

No lo mire a los ojos, me dio vergüenza. Se despidió de mí dejándome claro que eso fue de mala educación. Fruncí el ceño de solo pensar que se llevo una mala impresión mía. Está claro, me gusto mucho. Sin darme cuenta estaba de nuevo enfrente de él.

Me pierdo terriblemente en sus ojos, sé que me mira confundido e incomodo, pero quiero llevarme bien con él y quizá…

-Ya, en serio

Negué y le dedique una de mis mejores sonrisas, no quitaba su expresión de confusión.

-Disculpa si te miraba fijamente –Reí avergonzada-, solo que estaba pensando en algo más y mi mirada estaba perdida.

Admiraba la belleza de su mirada y se aumentaba más los deseos de un día besar su pequeña boca delgada. Fruncí el ceño. -¿Te rizas tus pestañas?-. Fue la estupidez que se me salió inconscientemente.

-Aléjate de mi rara –Rodo los ojos y se marcho de mi vista.

Fue como él me bajo la autoestima que tenía desde que llegue a esta escuela. Camine cabizbaja hacia cualquier dirección que me llevaran mis pies.  Hace tres minutos imagine en diez segundos una relación con él y ahora otra parte de mí esta tumbada en el suelo burlándose.

           

______________________________________________________________

¡Hola chicas! Gracias por leer y comentar esta novela, quería disculparme por no actualizar tan seguido, pero es que quiero confesarles que en verdad me motivan los comentaríos ( Soy sentimental (?), Manifiestense (?) , Xq ami(?) )  Ya bueno, por favor si hay lectoras fantasmas, ya no más, digan hola o que les parece la historia. Les cuenta que ya se pone más buena la cosa jajaja n___n

Besos para todas <3

¡HOLAAAAAA CHICAS! Quería avisarles que no es que no quiera subir capitulo nuevo, pues realmente tengo un problema pues cuando quiero subir una nueva parte, me manda directo a nueva historia :CCCC , Estoy viendo como arreglar eso, pero lo que no quiero es que me dejen en el olvido u.u Ayudenme si saben como solucionarlo <333

Él.      Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora