Llegaste tú : #Lutteo

Que Haces?

Ésta parte la escribí con esta canción en mente ☺️. Espero que les guste, comenten y denle like si quieren que siga con la historia.

Gracias por leer!

-Mireya.

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L

Estaba sirviéndome un vaso de agua cuando escuche que se abrió la puerta, me di la vuelta esperando ver a mi mamá o mi papá.

"Matteo?" pregunté confundida "Porque entraste por acá?"

Parecía estar muy cansado, su respiración era acelerada y se veía que estaba sudando.

"Ámbar esta en la sala" continúe "Estas bien?...Quieres que le hable?"

Tome aire para llamar a Ámbar, pero apenas pronuncie la primera silaba cuando su mano me cubrió la boca.

"MMMPF!" Protesté "Mpf tpmf mfmf"

"Que?" Me quito la mano para que pudiera hablar.

"Que que haces!" Me empecé a sentir nerviosa, ámbar podría entrar en cualquier segundo y yo no quiero tener ningún problema, ya me lo advirtió. Pero que hago cuando Matteo es el que vino?.

"Quiero continuar nuestra conversación" dijo y agarró mi vaso, parecía estar sediento por que se termino el agua en segundos.

"Cual conversación?" Pregunte mientras le servía más agua.

"Aun me quedan preguntas" dijo con vehemencia.

"Hablas del juego?" pregunte incrédula "Eso lo podemos hablar en cualquier otro momento"

"Evidentemente no...te rehúsas a hablar conmigo" su tono de voz parecía estar dolido.

A mi también me dolía, hablar con él se me había hecho un habito.

"Mira...simplemente no puedo." comencé a empujarlo hacia la puerta "no puedo y si no vienes a ver a Ámbar entonces necesito que te vayas porque yo no quiero problemas ni malenten-"

"Para para para" me interrumpió "solo dime que pasa, te hice algo?"

"No...no es eso, por favor entiéndeme-"

Escuchamos un ruido de alguien que se acercaba, Matteo me tomo de la mano y nos escondimos en el cuarto de servicio. El lugar era reducido así que no había mucho espacio entre nosotros.

"Mónica?" Se escucho la voz de Ámbar "Hay alguien? ...que raro" después de un momento se escucharon sus pasos que se alejaban. Ambos soltamos un suspiro.

No había mucho luz dentro del cuarto de servicio, así que su rostro estaba escondido entre sombras, la única luz que había venia de las rejillas en la puerta.

"Continuamos ahora?" se escuchaba su sonrisa en sus palabras.

"Noo! tu novia esta literal a 20 metros de aquí!" le grite a susurros. Eso le borro la sonrisa de la cara.

"Como sabes cuando es momento de dejar a alguien ir?" preguntó muy serio

"Pues...no se..." la pregunta me había tomado por sorpresa

"Si lo sabes" se acerco mas , el poco espacio entre nosotros se reducía.

"Como sabes que es momento de seguir y dejar a alguien atrás?...se honesta"

"Cuando ya no es igual, cuando es incomodo...cuando te das cuenta que ya no conoces a la persona frente a ti"

"Y si nunca la conociste?"

"Entonces en verdad nunca estuvieron juntos...no realmente, no de la manera en la que cuenta"

Se quedo callado, pensativo.

"Ya terminaste? No puedes seguir aquí, puede venir alguien en cualquier momento..."

"Si me contestas esto ahora, te lo cumpliré...te doy mi palabra." Dijo con un susurro "Quieres que me vaya?, y no me refiero de aquí...lo digo en definitivo. Si me lo pides ahora mismo, me voy y no regreso. Me voy y no te vuelvo a buscar, no te vuelvo a molestar...te ignorare por el resto de nuestras vidas."

Me quede sin palabras, estoy siendo egoísta? Quiero que se vaya de aquí, pero de mi vida?. No creo que pueda pedirle eso.

No puedo.

Pero tengo que ...si ámbar se llegara a enterar de esto se inventaría algo para regresarnos a México. Ahora tengo más razones para quedarme que para regresarme.

No podía contestar, los ojos se me llenaron de lagrimas y trate de llorar en silencio.

Tomó mi cara en sus manos y limpio mis lagrimas con sus pulgares.

"Que pasa? Porque estas así conmigo?"

"No puedo hablar contigo" llore "Si te hablo, si me acerco..." no sabía si continuar, que pasaría si le digo todo ahora? La mirada que me estaba dando me decía que no tenia de que preocuparme "Ámbar va a conseguir que nos regresemos a México...me amenazó después que fuimos al parque a hacer el trabajo..."

Mis lagrimas seguían brotando y Matteo las seguía limpiando lentamente. Se quedo silencioso por un momento y después me dio un ligero beso en cada parpado. Tan pequeños y suaves como una mariposa posándose en una flor.

"Ya se lo que tengo que hacer" Sonrió. Me dejo ir y abrió la puerta para ver que no hubiera nadie.

Me guiño el ojo y salió corriendo.